Salpingitis aguda y crónica


La salpingitis es la inflamación de una o ambas trompas de Falopio.
Las mujeres disponen de dos trompas que miden 10 cm aproximadamente y transportan los óvulos desde los ovarios hasta el útero.

Los gérmenes provocan la inflamación. Éstos suelen entrar en las trompas de Falopio y subir hacia la vagina y el útero, debido principalmente a las relaciones sexuales.
Por esta razón, la salpingitis no es muy frecuente entre las mujeres vírgenes.

Es fundamental realizar el diagnóstico de la salpingitis lo antes posible con el fin de evitar que se produzcan daños graves en los órganos internos.

Si junto a la inflamación se acumula líquido o pus en las trompas de Falopio, se trata de hidrosalpinx. Por lo general, la infección tubárica conduce a la infección de otras partes, ya que las bacterias se desplazan a través de los vasos linfáticos que se encuentran a su alrededor.

 

Salpingitis aguda y crónica

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La salpingitis puede ser aguda o crónica.
En la salpingitis aguda simple o catarral, las trompas de Falopio se enrojecen, se hinchan y secretan grandes cantidades de líquidos. Por esta razón, con frecuencia se unen las paredes internas de las trompas de Falopio.
Las trompas de Falopio también pueden adherirse a otras estructuras cercanas, como el intestino.
La salpingitis aguda purulenta tiene lugar cuando una de las trompas de Falopio se llena de pus y la inflamación se concentra principalmente cerca de las ampollas.
Ocasionalmente, la trompa de Falopio puede romperse y provocar una infección peligrosa de la cavidad abdominal (peritonitis).
Generalmente, la salpingitis crónica es consecuencia de un ataque agudo y prolongado.
La infección es moderada, dura más tiempo y puede que no se manifiesten síntomas graves.

 

Tipos de salpingitis crónica

  • La salpingitis crónica hipertrófica ocurre cuando el volumen de la trompa de Falopio crece de forma homogénea.
  • La salpingitis atrófica ocurre la trompa de Falopio tiene dimensiones reducidas y está más rígida.
  • La salpingitis ístmica nodosa presenta dos engrosamientos nodulares en los istmos de ambas trompas de Falopio, a menudo provoca infertilidad en la mujer.

 

Causas de la salpingitis aguda

Con frecuencia, la causa de la salpingitis es una infección vaginal o cervical.
Si esta infección llega al útero puede extenderse a las trompas de Falopio. La infección puede contraerse mediante enfermedades de transmisión sexual como la clamidia o la gonorrea.
Una intervención médica o quirúrgica, como un parto, una biopsia o un aborto puede ocasionar salpingitis aguda, aunque no es muy común. A menudo, la salpingitis se desarrolla en las mujeres jóvenes y sexualmente activas, si bien puede aparecer a cualquier edad.
No se debe confundir la salpingitis con la enfermedad pélvica inflamatoria, que se refiere a la infección e inflamación de los órganos reproductivos en general.

La salpingitis es una de las causas más comunes de infertilidad femenina.
Si no se realiza un tratamiento inmediatamente, la infección puede perjudicar a las trompas de Falopio de manera irreversible, de forma que los óvulos liberados cada mes no pueden encontrarse con el esperma.

 

Posibles causas de la salpingitis:

  • Enfermedad pélvica inflamatoria,
  • Enfermedades de transmisión sexual,
  • Intervenciones médicas, tales como laparoscopia, biopsia de la mucosa del útero, dilatación o legrado,
  • Aborto o parto,
  • Bacterias que viven de forma natural en la vagina.

En la mayoría de los casos, tiene su origen en bacterias, las más comunes son:

  • Clamidia
  • Ureaplasma
  • Gonococos (que provoca la gonorrea)
  • Mycoplasma
  • Escherichia coli
  • Estafilococo
  • Estreptococo

 

Síntomas de la salpingitis

Los síntomas de la salpingitis pueden variar en función de la causa y la gravedad.
Los síntomas pueden ser:

Generalmente, los síntomas aparecen después del período menstrual.

 

Complicaciones y consecuencias de la salpingitis

Si no se realiza ningún tratamiento, la salpingitis puede provocar una serie de complicaciones, entre las cuales:

  • Otras infecciones – la infección puede difundirse a las estructuras cercanas, como los ovarios y el útero.
  • Infección de la pareja sexual.
  • Absceso tubo-ovárico. Aproximadamente el 15 % de las mujeres con salpingitis desarrolla un absceso que requiere hospitalización.
  • Embarazo ectópico – una de las trompas de Falopio se encuentra bloqueada, impidiendo que el óvulo fecundado entre en el útero. De esta forma, el embrión empieza a crecer en el espacio estrecho de la trompa de Falopio. El riesgo de embarazo ectópico en las mujeres que han padecido salpingitis u otra enfermedad pélvica inflamatoria (EIP) es de 1 a 20 aproximadamente.
  • Infertilidad – las trompas de Falopio pueden deformarse o volverse fibrosas (con adherencias) por culpa de infecciones anteriores. Si la alteración anatómica es grave, el óvulo y los espermatozoides no consiguen encontrarse.
  • Después de un ataque de salpingitis, el riesgo de infertilidad femenina es del 15 %, aproximadamente. El riesgo asciende al 50 % tras tres ataques.

 

Diagnóstico de la salpingitis

Examen físico: un examen puede determinar la posición y naturaleza del dolor.
Aunque un examen vaginal puede ser muy doloroso, permite detectar una pérdida vaginal o cervical anormal o signos de infección en el cuello uterino.
Puede que no haya fiebre.
Los criterios mínimos establecidos por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CCPEEU) son: dolor abdominal en la parte baja, dolor anexial (ovarios, trompas de Falopio y ligadura de trompas) y dolor al mover el cérvix uterino.

Otros criterios establecidos por el CCPEEU son fiebre superior a 38,3°, pérdidas vaginales o cervicales anormales, niveles hemáticos de proteína C reactiva y de VES elevados, cultivos positivos para clamidia y gonorrea.

Test: los cultivos se realizan para detectar los microorganismos responsables de la infección.

La infección puede confirmarse a través de un análisis de sangre completo que indica una gran cantidad de glóbulos blancos (leucocitos). La velocidad de eritrosedimentación (VES) y la proteína C reactiva son pruebas de laboratorio útiles.
El RPR (examen de reagina plasmática rápida) es una prueba muy eficaz para descartar la sífilis. El cultivo de orina también se puede efectuar para descartar una infección de las vías urinarias (como por ejemplo la cistitis).
Puede requerirse una prueba de embarazo para descartar un embarazo extrauterino.
La ecografía puede ayudar a descartar otras posibles causas del dolor pélvico bilateral.
El TAC y la resonancia magnética pueden requerirse si la ecografía no ha funcionado.

La laparoscopia se puede realizar para confirmar el diagnóstico y descartar algunas patologías que presentan síntomas similares como el embarazo extrauterino o la apendicitis.

embarazo ectópico

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La laparoscopia es un procedimiento quirúrgico por el que se introduce un endoscopio pequeño y con luz a través de una pequeña incisión en el abdomen, lo que permite al médico realizar un examen visual de las trompas de Falopio y de la zona alrededor.

La biopsia del endometrio tiene una precisión del 90 % para diagnosticar la salpingitis.

appendicitis

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Diagnóstico diferencial de la salpingitis:
Para poder diagnosticar la salpingitis, el médico debe descartar:

  • Apendicitis
  • Embarazo ectópico
  • Enfermedad pélvica inflamatoria
  • Ooforitis
  • Aborto séptico
  • Ruptura de quiste ovárico
  • Torsión ovárica
  • Absceso tubo-ovárico
  • Degeneración de leiomioma
  • Diverticulitis
  • Cistitis
  • Salpingitis tuberculosa

 

Tratamiento para la salpingitis

El tratamiento para la salpingitis se basa en la administración de antibióticos (a menudo durante varias semanas). Se seleccionan antibióticos específicos para luchar contra el organismo que provoca la enfermedad.
Generalmente, se trata de antibióticos de amplio espectro que actúan contra todos los microbios posibles.
Evidentemente, la pareja sexual también debe someterse a una valoración y seguir un tratamiento adecuado. Se deben tomar todos los medicamentos necesarios y abstenerse de mantener relaciones sexuales durante el tratamiento para prevenir la contracción de una nueva infección.

El tratamiento depende de la gravedad de la salpingitis y consiste en:

  • Tratamiento antibiótico, para vencer la infección que aparece en el 85 % de los casos.
  • Hospitalización, donde se pueden administrar antibióticos por vía intravenosa.
  • Intervención quirúrgica, si la salpingitis resiste al tratamiento farmacológico.

 

Remedios naturales para la salpingitis

La medicina tradicional recomienda el empleo de medicamentos para curar las enfermedades, pero según el higienismo, la mejor cura consisten en llevar una alimentación correcta y un estilo de vida saludable (no sedentario y sin vicios).
De esta manera, el cuerpo puede curarse por sí solo, ya que cuenta con un sistema inmunitario fuerte capaz de derrotar a las bacterias.

Los baños con aguas termales favorecen la curación.

 

Pronóstico de la salpingitis

Los resultados favorables dependen de la rapidez del tratamiento.
Las infecciones pueden ser persistentes, independientemente del tratamiento, y pueden provocar:

  • Dolor lumbar persistente
  • Dolor abdominal o dolor de estómago
  • Dolor pélvico
  • Menstruación frecuente y abundante
  • Dolor durante las relaciones sexuales

Las pacientes suelen responder a los antibióticos entre 48 y 72 horas mediante una reducción del dolor.
Si los síntomas persisten durante más de 3 días, la salpingitis se vuelve subaguda.
El 60-80 % de las pacientes con un absceso tubo-ovárico mejora simplemente con el tratamiento antibiótico, mientras que el otro 20-40 % requiere un drenaje quirúrgico del absceso o una aspiración con aguja. La hospitalización es necesaria para aproximadamente el 20 % de las mujeres con infección en las trompas de Falopio.

El 25 % de las pacientes con salpingitis presentan complicaciones a largo plazo, tales como embarazo ectópico, dolor pélvico crónico e infertilidad.

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Este artículo contiene información general que no se sustituye al examen médico, no se puede utilizar para diagnosticar o establecer un tratamiento. Hable con su médico antes de seguir las instrucciones contenidas en el sitio.

Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo