Fractura del maléolo tibial


La fractura del maléolo interno es una lesión de la tibia en su parte distal. La parte inferior de la pierna se compone de dos huesos largos: la tibia (parte interna) y el peroné (parte externa), que se encuentran el uno al lado del otro.

evaluación de una fractura del maléolo tibial

Evaluación de una fractura del maléolo tibial – © Massimo Defilippo

El hueso de la tibia se encuentra en la parte interna e inferior de la pierna, se articula con el fémur (a la altura de la rodilla), con el peroné y el astrágalo (a la altura del tobillo).

La tibia tiene una protuberancia ósea en la parte interna del tobillo, que se llama maléolo medial.

En caso de traumatismo directo o indirecto (como por ejemplo una caída o un esguince de tobillo), la tibia y el maléolo medial sufren un fuerte impacto.

Si la fuerza de choque es mayor de la capacidad de resistencia del hueso, puede ocurrir la lesión del maléolo medial.

Las fracturas del maléolo tibial pueden variar dependiendo de:

  • La posición,
  • La gravedad,
  • El tipo.

La fractura puede ser:

  • Por avulsión,
  • Por estrés,
  • De Pott,
  • Desplazada,
  • No desplazada,
  • Abierta,
  • Incompleta,
  • Conminuta, etc.

 

Causas de la fractura del maléolo tibial

Debido a las considerables fuerzas necesarias para lesionar la tibia, a menudo una fractura del maléolo tibial se aprecia junto con otras lesiones, tales como un esguince de tobillo u otras fracturas del pie.

También puede ocurrir:

  • Aterrizando después de saltar (sobre todo si la superficie resulta irregular),
  • Debido a una caída,
  • Como consecuencia de un traumatismo directo en la parte delantera o interna de la pierna o del tobillo.

Las fracturas del maléolo medial ocurren con más frecuencia al correr, al saltar o en los deportes que implican frecuentes cambios de trayectoria, tales como:

  • Fútbol,
  • Rugby,
  • Baloncesto,
  • Tenis.

Puede apreciarse una fractura por estrés del maléolo medial debida a sobrecarga, que a menudo es consecuencia de un aumento de la actividad deportiva o de un entrenamiento muy intenso.

 

Signos y síntomas de una fractura del maléolo medial

En los pacientes que padecen de una fractura del maléolo medial se aprecian estos síntomas:

  • Fuerte y repentino dolor de tobillo en la parte interna o de pierna justo después del traumatismo.
  • En general, el dolor se siente en la parte delantera o interna del tobillo o de la pierna.
  • El dolor se puede reducir de manera rápida descansando, pero puede empeorar por la noche o al despertarse por la mañana.
  • El dolor aumenta con algunos movimientos del pie y del tobillo, cuando el paciente está de pie o está caminando.
  • El paciente cojea para proteger el maléolo interno.
  • En los casos más graves, en particular en caso de fracturas desplazadas, el paciente no consigue cargar el peso en la pierna lesionada.
  • Rara vez los pacientes pueden apreciar síntomas en la zona en el tendón de Aquiles.
  • Los pacientes con una fractura del maléolo medial tienen el tobillo hinchado, un hematoma y molestias durante la palpación.
  • Las fracturas graves del maléolo medial (desplazadas) pueden provocar una deformidad evidente.
  • Los pacienten también pueden apreciar hormigueo o entumecimiento de la pierna, del pie o del tobillo.

 

Diagnóstico para la fractura del maléolo tibial

La mayoría de los pacientes que paceden de una fractura de tobillo acuden a urgencias lo antes posible.

Lo primero que hay que hacer es una radiografía para averiguar:

  • Cuál es el tipo de fractura,
  • Si es desplazada o conminuta,
  • Para analizar la condición del hueso.

Dependiendo del resultado de la radiografía se decide el tratamiento más adecuado.

 

A menudo las fracturas del maléolo medial se aprecian junto con:

  • Fractura del maléolo peroneo (lateral),
  • Fractura de la parte posterior de la tibia (maléolo posterior),
  • Lesión de los ligamentos del tobillo.

 

Tratamiento sin cirugía para la fractura del maléolo tibial

Si la fractura no resulta desplazada o resulta muy limitada con una lesión muy pequeña, se puede tratar sin cirugía.

En este caso el tratamiento consiste en inmovilizar la zona afectada con una escayola o una órtesis.

Normalmente, es necesario evitar cargar el peso en la pierna lesionada durante alrededor de 6 semanas.

Es necesario acudir al hospital con regularidad para repetir las radiografías y asegurarse de que la fractura siga estable y los fragmentos no se hayan desplazado.

Una fractura desplazada no tratada puede tener secuelas destacadas, tales como:

  • Deformidad,
  • Dolor crónico de tobillo,
  • Cojera,
  • Rigidez o limitación del movimiento,
  • Hinchazón.

 

Cirugía para la fractura del maléolo tibial

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Radiografía de una fractura de tibia y peroné unidos con un fijador externo y los hilos de Kirschner – © Massimo Defilippo

Si la fractura resulta desplazada o si el tobillo resulta inestable, el ortopedista puede recomendar la cirugía.

En algunos casos, la cirugía se realiza incluso si la fractura no resulta desplazada. De esta manera se reduce el riesgo de fractura sin consolidación y se puede mover el tobillo antes de lo previsto.

Cuando se lesiona el maléolo medial puede apreciarse el aplastamiento de la articulación del tobillo.

En algunos casos, para curar la fractura es necesario un injerto de hueso.

El injerto funciona como un fragmento que compensa la pérdida de hueso y reduce el riesgo de desarrollar artritis.

Dependiendo de la fractura, se pueden conectar los fragmentos óseos con un fijador externo, una placa y algunos tornillos o con algunos palillos de metal que se llaman agujas de Kirschner.

El ortopedista informa al paciente cuando puede cargar el peso en el tobillo, es decir cuando la formación del callo óseo lo permite.

Cargar el peso en la pierna lesionada tiene que ser un proceso gradual, se empieza con una carga parcial con una tobillera removible de plástico y con las muletas hasta poder cargar el peso sin dispositivos de ayuda.

Es normal que haya hinchazón de tobillo en caso de tobillo lesionado.

El masaje drenante y la elevación del tobillo afectado en reposo pueden resultar muy eficaces para reducir la hinchazón del tobillo.

La bota Walker dé plastico permite aplicar una compresión que estimula la absorción de líquido en el tobillo.

Los colchones de aire inflables de la bota Walker tienen un efecto masajeador al caminar para ayudar a reducir la hinchazón.

Una órtesis tiene la ventaja de mantener la condición general permitiendo realizar algunos ejercicios estáticos y levantar pesas en el gimnasio.

Incluso después de la recuperación de la fractura, el médico puede recomendar llevar una tobillera durante algunos meses cuando se hacen actividades deportivas, pero es necesario evitar que esto se vuelva en una costumbre y en una adicción psicológica.

 

Complicaciones de la fractura del maléolo tibial

  • Laceración de los tejidos blandos y lesiones cutáneas,
  • Falta de consolidación,
  • Alineación incorrecta,
  • Pérdida de fijación,
  • Infección,
  • Artritis postraumática que ocurre con frecuencia si se ha reducido mal la fractura,
  • Trombosis venosa profunda,
  • Los diabéticos con enfermedades relacionadas a menudo tienen otras complicaciones, una tasa de mortalidad en hospital más alta y una hospitalización más larga.

 

Los riesgos de la cirugía son:

  • Dolor persistente,
  • Recuperación parcial de la funcionalidad,
  • Falta de consolidación o consolidación incorrecta,
  • Dolor debido a la herramienta empleada para la cirugía,
  • Síndrome compartimental
  • Trombosis venosa profunda,
  • Infección,
  • Alineación incorrecta,
  • Pérdida de reducción,
  • Desprendimiento de la herramienta empleada para la cirugía,
  • Riesgos debidos a la anestesia,
  • Infarto,
  • Muerte.

 

¿Cuáles son los tiempos de recuperación? Pronóstico para la fractira del maléolo tibial

Los pacientes con una fractura del maléolo medial normalmente se recuperan totalmente con un tratamiento adecuado (tanto con cirugía como conservador).

Se puede volver al trabajo y a la actividad deportiva después de un periodo que va de ocho semanas a muchos meses, esta decisión debería ser del fisioterapeuta y del médico especialista.

Los tiempos de recuperación se alargan de manera considerable para los pacientes con lesiones graves que causan perjuicios:

  • A otros huesos,
  • A los músculos,
  • A los nervios,
  • A los vasos sanguíneos.

Para los pacientes con fracturas menores y no desplazadas, podría ser posible volver a la actividad deportiva después de 8 semanas bajo la supervisión del fisioterapeuta personal.

¿Cuándo se puede volver a caminar? Los pacientes adultos con fractura no desplazada del maléolo tibial pueden volver a caminar con las muletas después de alrededor de un mes de inmovilización, pero las personas mayores pueden necesitar incluso 2/3 meses.

 

Terapia física y rehabilitación para la fractura del maléolo tibial

Cuando el ortopedista permite mover el tobillo, es necesario empezar con la terapia física y un programa de ejercicios para recuperarse mejor y en tiempos más reducidos.

La terapia magnética puede reducir los tiempos de consolidación del hueso incluso del 50%, también se puede empezar cuando todavía el paciente lleva escayola.

En caso de fractura no consolidada (si no se realiza la cirugía), el tratamiento con las ondas de choque puede resultar muy útil.

Una parte esencial del tratamiento consiste en someterse con regularidad a kinesioterapia.

ejercicios de Rehabilitación propioceptiva

Rehabilitación propioceptiva © Massimo Defilippo

Posteriormente, el paciente se tiene que someter a rehabilitación propioceptiva, que es necesaria para recuperar el movimiento y la postura correcta.

Los ejercicios para el tobillo son excelentes para restablecer la amplitud de movimiento y se puede aumentar la dificultad incluyendo ejercicios con bandas elásticas para recuperar la fuerza muscular.

El fisioterapeuta entrena al paciente para que vuelva a caminar normalmente sin cojear.

Una vez que el paciente haya recuperado la fuerza muscular y cuando la amplitud de movimiento y el equilibrio resultan parecidos a los de la extremidad sana, se puede proceder con el entrenamiento funcional, como por ejemplo la carrera y el deporte.

Podrían hacer falta muchos meses:

  • Para recuperar la fuerza muscular de la pierna y de la pantorrilla,
  • Para volver a caminar sin muletas,
  • Para volver a las normales actividades diarias.

 

La carga en la fractura del maléolo tibial

Dependiendo del tipo de fractura, el médico decide cuándo se puede empezar a cargar el peso en el tobillo.

El profesional permite empezar a cargar el peso en la pierna fracturada cuando comprueba que el hueso resulta bastante estable.

Si el paciente carga el peso en el tobillo lesionado demasiado pronto, los fragmentos óseos de la fractura se podrían desplazar o la cirugía podría no tener éxito y el paciente podría necesitar otra cirugía.

 

Prevención para la fractura del maléolo tibial

Desafortunadamente, no hay mucho que hacer para prevenir una fractura del maléolo medial.

En el fútbol es esencial llevar espinilleras para reducir el riesgo de lesión por traumatismo directo.

Puede apreciarse una fractura por estrés del maléolo medial debida a sobrecarga, que a menudo es consecuencia de un aumento de la actividad deportiva o de un entrenamiento muy intenso.

Dependiendo del tipo de fractura, el médico decide cuándo se puede empezar a cargar el peso en el tobillo.

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Este artículo contiene información general que no se sustituye al examen médico, no se puede utilizar para diagnosticar o establecer un tratamiento. Hable con su médico antes de seguir las instrucciones contenidas en el sitio.

Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo