Colon irritable


El síndrome del colon irritable (SII) es un trastorno funcional del aparato gastrointestinal, lo que significa que es un problema provocado por alteraciones en el funcionamiento del intestino.

Las personas con un trastorno funcional experimentan síntomas molestos pero los órganos del tracto digestivo no se ven dañados. No se trata de una enfermedad, sino de un conjunto de síntomas que se producen a la vez.

El síndrome del intestino irritable tiene un importante impacto negativo sobre la salud y la calidad de vida, si bien solo el 30% de las personas con síntomas de SII acude al médico.
El síndrome del intestino irritable afecta principalmente a las mujeres en una proporción de 2:1 frente a los hombres.
Existen diferentes subtipos de SII:

  1. SII-D: diarrea predominante
  2. SII-C: constipación (estreñimiento) predominante
  3. SII-A o SII-M: en este tipo se alternan estreñimiento y diarrea
  4. SII-PI: SII post infectiva

El síndrome del intestino irritable afecta principalmente al colon (intestino grueso).
El papel principal del colon es absorber el agua y las sustancias nutrientes de la comida parcialmente digerida.
Todo aquello que no se absorbe es empujado lentamente hacia el recto a través del colon y se excreta del cuerpo en forma de heces.
Los músculos del colon trabajan para liberarse de los productos de desecho del cuerpo mediante contracciones y relajación con el fin de empujar los alimentos que no han sido digeridos a través del intestino grueso.
Estos músculos también deben trabajar conjuntamente con otros músculos para empujar los desechos fuera del ano.
Si los músculos del colon no funcionan a la velocidad adecuada para la digestión o si la coordinación con los músculos del recto de la pelvis se ve interrumpida de algún modo, el contenido del colon no consigue moverse con facilidad.
Cuando esto ocurre, la persona puede experimentar calambres abdominales, hinchazón, estreñimiento y diarrea, que pueden ser un signos del síndrome del intestino irritable.
Se estima que entre el 6% y el 14% de todos los adolescentes padece síntomas de SII, lo que parece afectar más a las chicas que a los chicos.
La buena noticia es que a pesar de que el síndrome del intestino irritable puede ser molesto, embarazoso e incluso doloroso para algunas personas, no se trata de una enfermedad letal.

 

Causas del síndrome del colon irritable

La causa exacta del síndrome del intestino irritable sigue siendo desconocida.
Los expertos creen que existen problemas de comunicación entre el cerebro y el tracto intestinal que provocan esta enfermedad.
Una compleja combinación de elementos, incluyendo estrés psicológico, hormonas, sistema inmunitario y sustancias químicas denominadas neurotransmisores, parecen interferir con las señales que van del cerebro al intestino.
La mala comunicación provoca contracciones musculares anómalas o espasmos que a menudo provocan dolor y calambres.
Los espasmos pueden acelerar el paso de las heces (ocasionando diarrea) o ralentizarlo dando lugar a estreñimiento o hinchazón abdominal.

Las personas con SII tienen un intestino muy sensible.
Se desconoce el motivo por el que el intestino reacciona de forma tan violenta a los elementos que provocan este síndrome. Las personas con SII pueden comenzar con síntomas ocasionados por uno o más factores, entre los que se encuentran:

  • Alimentación (si bien ningún tipo de alimento específico se asocia al SII).
  • Estrés. Puede influir sobre los movimientos del intestino y afectar también a la forma en la que una persona percibe el dolor (el estrés también puede provocar el mismo efecto en personas que no padecen SII).
  • Gas atrapado que provoca hinchazón.
  • Cambios hormonales, como por ejemplo durante el ciclo menstrual.
  • Algunos fármacos, como los antibióticos.
  • Genética. Las personas que tienen un familiar con SII tienen más probabilidades de padecer esta enfermedad.

 

¿Cómo influye el estrés en el síndrome del colon irritable?

El estrés puede estimular los espasmos (contracciones repentinas e involuntarias de un músculo) del colon en las personas con SII.
El colon dispone de muchos nervios que lo conectan al cerebro.
Estos nervios controlan las contracciones regulares del colon.
En las personas con SII, el colon puede ser excesivamente sensible a las situaciones estresantes.
Los síntomas de SII también pueden aumentar el nivel de estrés de una persona.

Entre las soluciones para controlar el estrés se encuentran:

  • Participar en terapias de reducción del estrés y relajación, como la meditación.
  • Recibir asesoramiento y apoyo.
  • Realizar un programa de ejercicio físico regular, como caminar o yoga.
  • Reducir lo máximo posible las situaciones estresantes de la vida.
  • Dormir suficientemente.

 

¿Cuáles son los síntomas del síndrome del intestino irritable?

El dolor y las molestias se pueden producir en distintas partes del abdomen. Generalmente, el malestar va y viene. La duración de cada episodio de dolor puede variar enormemente. El dolor suele atenuarse al pasar las heces o el aire.
Muchas personas con SII describen el dolor como un espasmo o un cólico.

La gravedad del dolor puede variar de leve a grave y de una persona a otra dependiendo del momentos o la situación.
La hinchazón abdominal se puede desarrollar con el tiempo.
Puede pasar más aire y gas de lo normal.

Heces

  • Algunas personas solo tienen ataques de diarrea, mientras que otras solo sufren períodos de estreñimiento.
  • Algunos pacientes sufren ataques de diarrea alternados con períodos de estreñimiento.
  • A veces, las heces se vuelven pequeñas y finas en forma de «pellets».
  • En algunos casos pueden ser acuosas.
  • A veces, se encuentra moco en las heces.

También se puede experimentar una sensación de intestino recto que no se desinfla después de ir al baño.
Algunas personas necesitan ir rápidamente al baño.
Por la mañana, es frecuente que se necesite ir rápidamente a defecar, pues se siente la necesidad urgente de ir al baño poco después de levantarse. Suele pasar durante y después del desayuno.

A veces se producen otros síntomas:

Algunas personas padecen síntomas leves y ocasionales. Otras experimentan síntomas desagradables durante un largo período. Muchas personas tienen recaídas con síntomas más fuertes de vez en cuando.

Nota: la sangre en las heces no es síntoma de síndrome del intestino irritable.

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¿Cuáles son las complicaciones del colon irritable?

Las complicaciones de las enfermedades funcionales del tracto gastrointestinal son relativamente limitadas. A menudo, los síntomas tienen origen en los alimentos. Los pacientes que alternan la dieta reducen la cantidad de comida y pueden perder peso.

Afortunadamente, la pérdida de peso es poco común en los trastornos funcionales, por lo que en este caso se debe sospechar la presencia de una enfermedad no funcional.
Los síntomas que despiertan del sueño a los pacientes tienen más probabilidad de presentarse por enfermedades no funcionales.
Generalmente, las enfermedades funcionales interfieren con las actividades cotidianas de los pacientes. Por ejemplo, los pacientes que padecen diarrea por la mañana no pueden salir de casa hasta que no se detenga la diarrea.
Si la diarrea es constante, solo se puede ir a sitios que dispongan de baño.

Los pacientes que desarrollan dolor después de comer pueden saltarse el almuerzo. Muy a menudo, los pacientes asocian los síntomas a alimentos específicos como leche, grasas, verduras, etc. Independientemente de la veracidad de estas asociaciones, los pacientes deberán seguir una dieta estricta.
La leche es el primer alimento que se suele eliminar, si bien no suele ser necesario y pone en peligro la asunción de cantidades adecuadas de calcio.
La interferencia con las actividades cotidianas también puede crear problemas en las relaciones interpersonales, especialmente con su pareja.
Sin embargo, la mayoría de los pacientes con enfermedades funcionales tiende a convivir con sus síntomas y rara vez acude al médico para el diagnóstico y el tratamiento.

 

Diagnóstico del colon irritable

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El síndrome del intestino irritable se puede diagnosticar en función de los síntomas.
En la mayoría de los casos, solo se requieren algunas pruebas. El médico llega al diagnóstico de intestino irritable cuando una persona tiene los síntomas típicos de la enfermedad y tras excluir otras posibles causas.
Las pruebas realizadas dependen de muchos factores: edad, gravedad de los síntomas y respuesta al tratamiento inicial.
Por ejemplo:
Para una chica de 20 años que tiene todos los síntomas típicos del SII, puede que solo se requiera un análisis de sangre habitual.
Este síndrome es más común en las mujeres jóvenes, por lo que si los síntomas son típicos del síndrome del intestino irritable, no se necesitan exámenes más profundos.
Para un hombre de 55 años que acaba de empezar a experimentar los síntomas se necesitan exámenes más exhaustivos. Las personas mayores de 50 años son más propensas que los jóvenes a desarrollar los síntomas del síndrome del intestino irritable por primera vez, por lo que es más probable que los síntomas tengan su origen en otra enfermedad, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.

Si el paciente mejora después del tratamiento inicial, no se requiere la realización de otras pruebas.

Dependiendo de los síntomas, los resultados de los exámenes o la respuesta al tratamiento, se puede analizar mejor la situación mediante otras pruebas.

 

Exámenes instrumentales

  • Anamnesis y examen físico.
  • Análisis de sangre para la enfermedad celíaca, que puede considerarse en caso de diarrea.
  • Recuento sanguíneo completo, que ofrece informaciones sobre el tipo y el número de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas en la sangre; la tasa de sedimentación verifica la presencia de inflamaciones en el cuerpo.
  • Análisis de las heces, incluyendo el test para la sangre en las heces (prueba de sangre oculto en heces), infecciones (cultivo de heces), parásitos ( prueba de óvulos y parásitos).
  • Exámenes de la función tiroidea y exámenes instrumentales por imágenes, como la colonoscopia, aunque rara vez se realizan.
Este artículo contiene información general que no se sustituye al examen médico, no se puede utilizar para diagnosticar o establecer un tratamiento. Hable con su médico antes de seguir las instrucciones contenidas en el sitio.

Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo