Dedo en gatillo


Dedo em gatilho

© Massimo Defilippo

Dedo en gatillo

El dedo en gatillo es causado por la inflamación de la vaina que recubre el tendón. Pero ¿cuáles son las causas? Profundizamos los factores de riesgo y los posibles remedios para recuperarse del síndrome: de los medicamentos y los productos naturales a la cirugía necesaria en los casos más graves, y que requiere un proceso específico de rehabilitación postoperatorio.

 

 

¿Qué es el dedo en gatillo?

Con el término dedo en gatillo se indica un problema que en medicina se llama tenosinovitis estenosante, es decir, un estrechamiento patológico de la vaina sinovial que fisiológicamente rodea los tendones de los dedos. El problema se caracteriza por el hecho de que el sujeto afectado permanece con el dedo doblado a nivel de la falange sin poderlo extender más , y si lo consiguiera, éste se extiende haciendo un chasquido muy repentino, como un gatillo. Normalmente, la enfermedad afecta el pulgar de una mano, pero no es raro que pueda ser bilateral, por lo tanto que implique ambas manos simultáneamente, o que pueda ocurrir en otros dedos como el dedo anular, el medio o el dedo meñique. Actualmente no hay ningún caso de dedo en gatillo del pie. Pero ¿Cómo funciona el mecanismo del dedo en gatillo?

 

¿Cómo funciona el mecanismo fisiopatológico?

 

La fisiopatología de este problema es debida a la inflamación de la vaina sinovial que rodea el tendón del dedo.

 

Normalmente, el dedo se flexiona y se extiende gracias a los tendones que se deslizan en una vaina, la vaina sinovial, que consiste en anillos fibrosos llamados poleas, en la que es secretado el líquido sinovial, un líquido que reduce la fricción y permite que el tendón se mueva para facilitar los movimientos de la mano.

 

Cuando se tiene una inflamación de la vaina sinovial esta tiende a estrecharse, especialmente a nivel de las poleas, que son los puntos de mayor grosor de la vaina, y a envolverse alrededor del tendón.

 

 

Este proceso provoca un doble efecto:

  • por un lado se reduce la cavidad sinovial y, en consecuencia, disminuye la producción de líquido, creando una fuerte fricción en el movimiento del tendón, que por lo tanto resulta difícil y, a veces impedido;
  • por el otro el tendón comprimido forma nódulos que hacen aún más difícil el deslizamiento en la vaina alimentando el proceso inflamatorio.

 

 

El impedimento del movimiento del tendón causa el bloqueo del dedo en flexión que no logra volver atrás en el movimiento de extensión.

 

La enfermedad tiene una mayor incidencia en las mujeres con respecto a los hombres, pero aún así puede manifestarse en todos los sujetos, incluyendo los niños. La gravedad se define por diferentes grados. Vamos a ver ¿Cómo se diferencian?

 

Clasificación del síndrome de acuerdo con la gravedad del bloqueo.

 

El dedo en gatillo es un problema que puede ser de diferente entidad y puede variar desde casos muy leves hasta casos muy graves. En este sentido, Green hizo una clasificación de la gravedad del dedo en gatillo que resulta extremadamente útil en el enfoque terapéutico y que divide la entidad de la enfermedad en cuatro clases:

 

  • Clase 1: el paciente siente dolor, hay un edema, es decir, una hinchazón debida a la acumulación de líquido, es capaz de realizar movimientos muy irregulares y los movimientos de flexión y extensión del dedo resultan muy difíciles. Todavía no está presente el bloqueo y el tratamiento terapéutico es de tipo conservador, es decir, se basa en la fisioterapia y en el tratamiento farmacológico.

 

 

  • Clase 2: Está presente el bloqueo que, sin embargo, puede ser corregido a través de flexión activa del dedo, es decir, el paciente a través del «chasquido» logra llevar el dedo en su posición. En esta etapa el chasquido se produce principalmente en las primeras horas de la mañana. También en este caso, el médico elige un tratamiento terapéutico conservador.

 

  • Clase 3: En esta etapa, el bloque está presente pero es corregible sólo pasivamente. Esto significa que después de que se haya producido el chasquido el paciente no logra llevar activamente el dedo en su posición original sin la ayuda de la otra mano. El enfoque terapéutico en este caso es principalmente de tipo quirúrgico.

 

  • Clase 4: el bloque presente en esta etapa no es corregible ni activamente ni pasivamente y el dedo permanece bloqueado en la fase de extensión. Incluso en esta etapa, el médico generalmente considera oportuno intervenir quirúrgicamente.

 

Pero ¿cuáles son las causas de este problema?

 

Las causas y los factores de riesgo del dedo en gatillo.

 

 

El dedo en gatillo no presenta causas reales, sino factores de riesgo que pueden predisponer a la aparición de este problema.

 

Hay casos en los que el dedo en gatillo es congénito, es decir, está presente desde el nacimiento y los expertos lo asocian a menudo a la trisomía en el par 13 o síndrome de Patau, en la que la persona afectada tiene tres copias del cromosoma 13 en lugar de dos.

 

 

Entre los factores de riesgo tenemos:

  • Movimientos repetitivos: algunas personas que realizan a menudo los mismos movimientos a causa de aficiones (por ejemplo, tocar la guitarra)

o de trabajo (por ejemplo, sostener las tijeras todo el día o mantener la mano en el ratón durante muchas horas cuando se trabaja con el ordenador) pueden correr el riesgo de sufrir de dedo en gatillo a causa de la continua tensión del tendón. Por esta razón, el dedo en gatillo se coloca de pleno derecho, entre las enfermedades profesionales.

 

 

 

 

  • Enfermedades: Algunas enfermedades como la artritis reumatoide, la rizartrosis, la diabetes y el hipotiroidismo, pueden predisponer al dedo en gatillo. Sin embargo, los mecanismos con que se asocian a este problema no están todavía bien definidos.

 

Profundizar causas y síntomas de la artrosis de la mano.

 

 

  • Operaciones quirúrgicas: no pocas veces después de una cirugía del túnel carpiano es posible que se presente el dedo en gatillo como complicación postoperatoria, a causa de las posibles lesiones en los tendones debidas a la cirugía.
  • Microtraumatismos: en algunos casos, como por ejemplo accidentes deportivos, caídas de la bicicleta o de las motos, pueden ocurrir microtraumatismos a nivel de los tendones de las manos que predisponen a la aparición de este problema.

 

¿Existen síntomas que nos hacen pensar en esta enfermedad y cómo se puede realizar un diagnóstico?

 

Los síntomas que acompañan el bloque del dedo.

 

El dedo en gatillo presenta síntomas bien definidos y relacionados con un evento visible por el paciente, que es precisamente el bloque del dedo y el chasquido en el momento de la extensión. Los síntomas más comunes son:

 

  • Dolor a nivel de la palma de la mano a la altura del tendón del dedo afectado.
  • Desarrollo de calor, hormigueo e hinchazón a el nivel del tendón del dedo cuya vaina está inflamada.
  • Rigidez de la articulación afectada que se presenta principalmente en las horas tempranas de la mañana. Esto ocurre porque durante la noche se tiende a flexionar los dedos inconscientemente, de manera que al despertarse se puede encontrar el dedo bloqueado y rígido.
  • Sensación de chasquido al realizar los comunes movimientos de flexión y extensión.
  • Bloqueo del dedo en posición flexionada que se extiende de repente enderezándose o que no logra extenderse de manera completa.

 

 

 

 

¿Cómo se diagnostica el síndrome?

 

El diagnóstico del dedo en gatillo se realiza principalmente a través de un examen clínico y anamnesis. Los estudios radiográficos son innecesarios porque el tendón y la vaina sinovial no están calcificados y por lo tanto no resaltan en la placa, mientras que la ecografía en cambio puede resultar útil para resaltar el engrosamiento de la vaina del tendón.

 

El examen clínico consiste en la observación del paciente al realizar movimientos de flexión y extensión del dedo afectado, y al mismo tiempo, el médico hará preguntas al paciente relacionadas tanto con los síntomas (desde que aparecieron, si son constantes o no, etc …) como con la vida cotidiana del sujeto (que tipo de trabajo realiza, si tiene aficiones que implican movimientos repetitivos etc …).

Ahora vamos a ver cuáles son los posibles tratamientos.

 

 

 

¿Cómo se trata el dedo en gatillo? Remedios naturales, tratamientos médicos, medicamentos y cirugía

 

Los tratamientos para el tratamiento del dedo en gatillo pueden ser de diferente naturaleza y dirigidos a diferentes propósitos.

 

 

Remedios naturales en caso de síntomas leves.

 

Los remedios naturales se pueden utilizar en todos aquellos casos en que los síntomas sean muy leves y no comprometan excesivamente el uso de la mano. Entre los más utilizados para este problema, tenemos:

 

 

  • El uso de bolsas de hielo. El frío, de hecho, ayuda a disminuir el dolor relacionado con la inflamación y por lo tanto podría ayudar a acelerar el proceso de curación.

 

  • Aplicación de pomadas a base de remedios fitoterapeúticos como la árnica. Esta planta de hecho contiene principios activos como astragalin, lactonas sesquiterpénicas, escopoletina, cumarinas, y acidos fenoles que le dan propiedades antiinflamatorias y antineurálgicas que son útiles en el tratamiento del dolor.

 

  • Aplicaciones de cataplasmas de arcilla que tiene, entre sus muchas propiedades, también la antiinflamatoria. Hay que formar una cataplasma caliente mezclando agua, arcilla verde y aceite de oliva y aplicarla durante al menos media hora en la zona dolorosa.

 

  • Tratamientos homeopáticos como Magnesia Carbon 15 CH (hay que tomar tres gránulos al menos tres veces al día) o Obsidienne D8, Feldespato D8, y Lepidolite D8 (se tiene que tomar por la noche por vía perlingual alternando las ampollas).

 

  • Técnicas de medicina oriental como la acupuntura, que implica la aplicación de agujas en puntos muy específicos del cuerpo con el fin de mejorar los síntomas. En el caso del dedo en gatillo se utilizan los puntos Ganshu (BL 18) Feishu (BL13) y Zhongfu (LI1), que están dirigidos a la reactivación de las bandas tendinosas musculares.

 

  • Técnicas de osteopatía, realizadas por un osteópata, cuya finalidad es reequilibrar la funcionalidad tanto a nivel neurovegetativo como a nivel mecánico.

 

A menudo, para hacer frente a esta enfermedad es necesario que más profesionales trabajen juntos para resolver el problema. Vamos a ver cómo.

 

 

El tratamiento médico: ortopédicos y fisioterapeutas para contrarrestar el síndrome.

 

 

El tratamiento médico para el tratamiento del dedo en gatillo prevé la intervención de varios profesionales, normalmente el ortopedista y el fisioterapeuta. Los remedios ortopédicos se utilizan para evitar que el paciente pueda realizar movimientos que podrían agravar los síntomas y la condición de la articulación del dedo. El remedio ortopédico más utilizado es la férula o órtesis , que tiene la tarea de mantener el dedo en extensión y que se aplica durante

 

 

un período no superior a las seis semanas. El objetivo del vendaje por medio de la férula es evitar que la articulación realice un esfuerzo cuando tiende a «cerrarse», de hecho, gracias a la órtesis, el dedo permanece en reposo, los tendones flexores se desplazan sin sobrecargar la parte inflamada y, al mismo tiempo, se evita que la articulación se cierre, quizás durante la noche.

 

En cuanto a los remedios fisioterapeúticos éstos son los que el ortopedista o el fisiatra recomiendan y los realizados por el fisioterapista. Vamos a ver cómo.

 

Técnicas de fisioterapia para la rehabilitación del dedo en gatillo.

 

Las técnicas de fisioterapia que se utilizan principalmente en el caso del dedo en gatillo son:

  • Ejercicios específicos: consisten en movimientos relajantes que se deben realizar con las manos en alto, o movimientos pequeños que sirven para la movilidad microarticular.
  • Magnetoterapia: es una técnica que se basa en la aplicación de un campo magnético, de altas o bajas frecuencias en el área que tiene que ser tratada. La energía electromagnética de hecho ayuda a contrarrestar los fenómenos de inflamación y promueve la regeneración celular, por lo tanto puede ser prescrita en el caso del dedo en gatillo para aliviar los síntomas y la inflamación.
  • Ultrasonido: Este tratamiento se basa en la emisión de ondas acústicas de alta frecuencia que el oído humano no logra percibir. La vibración generada por la onda acústica genera calor y tiene el efecto de un pequeño masaje en la zona que tiene que ser tratada, de esta manera, gracias al efecto térmico y al efecto mecánico ayuda a reducir el dolor y disminuir la inflamación.
  • Crioterapia: es un tratamiento que puede ser definido similar a la aplicación de la bolsa de hielo porque utiliza el efecto analgésico y antiinflamatorio del frío. La parte que se tiene que tratar se sumerge en recipientes llenos de hielo, o se trata con refrigerantes químicos con el fin de inducir la vasoconstricción causada por la disminución de la temperatura y así aliviar los síntomas.
  • Terapia con láser: Este tratamiento utiliza la energía electromagnética generada por un láser, la cual crea cambios a nivel bioquímico en los tejidos a los que se dirige. Esto provoca un efecto analgésico que reduce los síntomas.

 

 

Uso de los medicamentos para aliviar el dolor en fase de recuperación.

El tratamiento farmacológico que se utiliza en el caso del dedo en gatillo se utiliza tanto para el tratamiento del dolor como para facilitar la recuperación por medio de la fisioterapia o remedios naturales reduciendo los síntomas. Para el tratamiento farmacológico de este problema es posible utilizar:

  • Antiinflamatorios no esteroideos: se utilizan para reducir la inflamación y para el tratamiento de los síntomas. Se pueden tomar por vía oral o ser aplicados directamente en el dedo doloroso por medio de formulaciones de parches o ungüentos.
  • Infiltraciones: En casos de inflamación intensa se utilizan las infiltraciones con medicamentos corticosteroides (por ejemplo la cortisona), que tienen una acción antiinflamatoria más fuerte. Las infiltraciones se realizan a nivel de la membrana del tendón y son eficaces durante los síntomas agudos de la enfermedad o de todas formas poco después de su aparición.

En los casos más graves hay que intervenir quirúrgicamente. Vamos a ver cómo.

 

 

 

 

 

La cirugía en los casos más graves.

Si los tratamientos de rehabilitación y farmacológicos no han dado ningún efecto o no se ha observado ninguna mejora, o si se ha producido una mejora inicial seguida de una recidiva, el médico podría decidir recurrir a la cirugía. Hay dos tipos diferentes, dependiendo de la gravedad de los casos:

  • Tenolisis de flexores: también se denomina liberación de la polea a cielo abierto y consiste en incidir (aproximadamente 1 – 2 cm), el área en la base del pulgar, o de los otros dedos afectados, y liberar el tendón de la vaina que se ha estrechado y que es la causa de la inflamación y del impedimento para el correcto desplazamiento tendinoso. Es una cirugía a corto plazo, tarda unos diez minutos y se realiza de forma ambulatoria.
  • Liberación percutánea: también se llama release percutáneo o liberación de la polea percutánea, y se realiza a través del uso de una aguja. El principio en que se basa es el mismo que el de la tenolisis de flexores, pero la operación se lleva a cabo por vía percutánea y no por incisión y exposición de los tendones. Por esta razón, se utiliza poco porque no teniendo una visión óptima de la situación en que se encuentran los tendones y la articulación, podría causar daños por ejemplo a las estructuras vasculares o nerviosas.

 

La rehabilitación postoperatoria

 

Ambas las cirugías se realizan bajo anestesia local, aunque en el caso de cirugía en los niños (solo en los mayores de tres años) se requiere la anestesia general a causa de la edad del paciente.

 

En la fase postoperatoria el paciente podrá sentir fuertes dolores, que se pueden tratar con medicamentos antiinflamatorios. A pesar de estos deberá mantener la mano en movimiento para empezar de inmediato la rehabilitación postoperatoria, que se realizará a través de ejercicios de gimnasia dirigidos a la rehabilitación del movimiento de los dedos. El período de recuperación es de unos diez días para la eliminación de los puntos de sutura y de aproximadamente 3-4 semanas para la plena recuperación y la vuelta al trabajo. Este plazo se aplica a cualquier tipo de cirugía realizada.

 

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Este artículo contiene información general que no se sustituye al examen médico, no se puede utilizar para diagnosticar o establecer un tratamiento. Hable con su médico antes de seguir las instrucciones contenidas en el sitio.

Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo