Lesión del cartílago de la rodilla


La lesión del cartílago de rodilla es la rotura de una parte del cartílago articular. Este tejido está formado por células (condrocitos) recubiertas por una sustancia blanquecina espesa, brillante y densa.

El defecto del cartílago es que las células no están vascularizadas, las arterias suministran sangre a la membrana externa del tejido y los intercambios se producen por ósmosis a través de la sustancia extracelular.

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Evaluación de la elasticidad del cuádriceps – © Massimo Defilippo

El cartílago de las articulaciones se llama hialina, cubre las superficies articulares y tiene la función de lubricante para facilitar el movimiento.
La erosión de este tejido es una condropatía, es decir una enfermedad del tejido cartilaginoso, que no tiende a sanar con el tiempo porque el cartílago no puede regenerarse, al contrario puede evolucionar hacia un cuadro de ulceración con una parte de hueso completamente libre del recubrimiento cartilaginoso.
Hoy en día, el tratamiento de las lesiones del cartílago es objeto de varios estudios científicos, es uno de los temas más discutidos en congresos nacionales e internacionales.

En la zona lesionada se desarrolla un tejido llamado fibrocartílago que no tiene la elasticidad del cartílago hialino y no es tan suave, con el paso del tiempo tiende a degenerar.

El riesgo es que los huesos se deslicen uno sobre el otro como un engranaje sin aceite, por lo tanto se desarrolla mucha fricción que puede causar la inflamación de la articulación.

 

¿Cuáles son las causas y los factores de riesgo de la lesión del cartílago de rodilla?

Esta enfermedad puede resultar de un trauma o de la degeneración debida al desgaste. Las lesiones del cartílago puede afectar a personas de todas las edades, los jóvenes que las padecen, por lo general, han sufrido un accidente. Los atletas pueden sufrir lesiones como consecuencia de un esguince, además el cartílago desgastado puede ser la consecuencia del esfuerzo excesivo.

Entre los factores que predisponen a la condropatía de rodilla puede haber también:

sindrome femororrotuliano

Los trabajos pesados y los sedentarios son las actividades de trabajo que hacen más rápido el proceso de degeneración del cartílago.
Quien levanta pesas durante gran parte del día tiende a consumir el cartílago a causa de la carga excesiva, mientras que los sujetos que a menudo permanecen sentados tienen una menor vascularización del tejido, además desarrollan atrofia por la falta de estimulación proporcionada por la carga.
Los atletas que practican atletismo (corredores, maratonistas y velocistas), después de muchos años de carrera, pueden tener una zona del cartílago perforada.

 

¿Cuáles son los síntomas de la lesión del cartílago de rodilla?

Los síntomas de una lesión de cartílago no son proporcionales al tamaño del daño, una lesión pequeña podría causar mucho dolor o viceversa.

El dolor aparece durante el movimiento, especialmente en los movimientos de flexión como ponerse en cuclillas, mientras que en reposo tendría que desaparecer.
Los síntomas no son tan evidentes como los de una lesión de menisco o de una lesión de un ligamento.

  • A menudo, el único síntoma es el derrame (hinchazón) intermitente. Los fragmentos de cartílago roto flotan en la rodilla y pueden causar un edema.
  • La rodilla puede estar hinchada en la parte anterior o posterior, en este caso, el quiste de Baker aumenta de volumen.
  • El dolor se siente en la parte interior o posterior de la rodilla y se siente después de un esfuerzo como un largo paseo o subiendo las escaleras.
  • De vez en cuando la rodilla puede ceder bajo el peso del cuerpo.
  • Los fragmentos de cartílago o cuerpos extraños flotantes pueden bloquear la articulación al doblarse, causando el bloque de la rodilla.
  • La rodilla puede hacer ruido (chasquido) durante el movimiento, especialmente si el cartílago está dañado en la parte posterior de la rótula.

En los pacientes sintomáticos, las lesiones de cartílago no permiten la realización de actividades deportivas.

 

¿Cómo se llega al diagnóstico de la lesión del cartílago de rodilla?

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Resonancia magnética de rodilla, con lesión de cartílago, se ve la mancha blanca a la derecha del hueso – © Massimo Defilippo

Clínicamente, es prácticamente imposible diagnosticar una lesión condral, de hecho no existen pruebas.

Una anamnesis precisa, los síntomas y los signos pueden conducir a un sospecho de condropatía, pero la única confirmación puede proporcionarla la Resonancia Magnética que muestra también si el tejido se ha adelgazado o si está erosionado por completo, dejando el hueso al descubierto.
La ecografía no se realiza en la rodilla, porque no logra mostrar posibles lesiones profundas.
La radiografía puede mostrar un adelgazamiento del espacio articular (es decir el cartílago consumido), pero no se logra ver una pequeña grieta.

 

¿Cómo se trata la lesión del cartílago de rodilla?

En el pasado, rara vez se ha observado en tan poco tiempo, una sucesión y evolución de muchos métodos quirúrgicos, biotecnologícos y farmacológicos con numerosos protocolos de rehabilitación.
El problema del tejido cartilaginoso es que no se repara como, por ejemplo, el hueso.

El objetivo del tratamiento es bloquear la evolución de la enfermedad que conduce a la desaparición del cartílago articular (cuarto grado), por lo tanto al frotamiento de los huesos durante el movimiento.
Los medicamentos antiinflamatorios pueden ser útiles para reducir el dolor temporalmente, por ejemplo el ibuprofeno (Neobrufen) o el Ketoprofeno (Fastum).
Se puede intentar un tratamiento farmacológico con infiltraciones intraarticulares de ácido hialurónico, que es un componente del cartílago, de esta manera se puede posponer la cirugía que es el único tratamiento definitivo en estos casos.
El ortopedista puede decidir aspirar el líquido de la rodilla inflamada antes de realizar la inyección.

 

Cirugía de la lesión del cartílago de rodilla

Dejando de lado técnicas tales como la condroabrasión porque los estudios realizados no han proporcionado resultados significativos, en la actualidad se utilizan las microfracturas, la mosaicoplástia y el trasplante autólogo de condrocitos.

La técnica de microfacturas fue inventada por Steadman, que «taladraba» el hueso a nivel de la superficie articular no cubierta por cartílago. Este daño estimulaba las células mesenquimales que daban lugar a un tejido fibrocartilaginoso en lugar del cartílago erosionado. Este tejido recién formado no es elástico y suave como el cartilaginoso, por lo tanto no lubrica bien la rodilla.
La técnica de la Mosaicoplastia fue inventada por el húngaro Hangody. Este extraía un trozo de hueso con el tejido cartilaginoso que lo cubre de una zona de rodilla no sometida a carga y lo implantaba en la zona lesionada.

condroplastia

© alamy.com

Los resultados son buenos, pero es necesario que el paciente se someta a un largo proceso de fisioterapia para fijar por completo el tejido trasplantado.
Entre las últimas innovaciones se encuentra también el trasplante autólogo de condrocitos, el sueco Peterson y su equipo han desarrollado esta técnica en la que se toma un fragmento de cartílago sano y se envía a laboratorios especializados donde es tratado para aislar los condrocitos y criarlos a fin de que se disponga de una cantidad mucho mayor.
Posteriormente, 1-2 meses después de la primera cirugía, el cirujano realiza una incisión e implanta los condrocitos donde el cartílago está lesionado para regenerarlo.
Este trasplante es posible solo en ciertos sujetos que cumplan con ciertas características.

Cinco años después de la cirugía los estudios muestran buenos resultados, se puede considerar una técnica fiable.
Esta técnica se ha mejorado varias veces, por ejemplo, el material que se utiliza para mantener los condrocitos en el lugar del trasplante, pero el principio sigue siendo el mismo.

Los pacientes que pueden beneficiarse del trasplante autólogo de condrocitos deben cumplir los siguientes requisitos:

  • Edad inferior a los 40 años.
  • El cartílago lesionado debe ser el que cubre los cóndilos femorales.
  • El evento que ha causado la lesión debe ser un trauma o osteoartritis disecante.
  • Los meniscos del paciente debe estar intactos.
  • No pueden estar presente defectos en el eje de la rodilla.
  • Se excluyen los pacientes con sobrepeso, afectados por artrosis o con enfermedades reumáticas, metabólicas e infecciosas.

 

¿Qué hacer? La rehabilitación de la lesión del cartílago de rodilla

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Ejercicios para rodilla – © Massimo Defilippo

La rehabilitación es muy larga, durante los primeros 30-40 días no se puede poner el peso del cuerpo sobre la extremidad operada, la vuelta al deporte se prevé no antes de 10 meses después de la cirugía.
El objetivo es el fortalecimiento muscular y la recuperación del completo movimiento articular de la extremidad inferior enferma.
En la primera fase se deben realizar ejercicios de movilización activa y activa asistida sin carga para la articulación de la rodilla como la bicicleta estática sin resistencia, en caso de necesidad se pueden realizar terapias físicas para el dolor y la tumefacción.

La cadera y el tobillo deben comenzar tempranamente el fortalecimiento de los músculos.
Tan pronto como el cirujano lo permita, se empieza el trabajo de fortalecimiento muscular del cuádriceps en el gimnasio y posiblemente en agua.
En esta fase se puede ir en bicicleta.
Los dos primeros meses de fortalecimiento muscular se deben realizar con ejercicios de cadena cinética cerrada (como la prensa de piernas o las sentadillas), posteriormente se pueden realizar ejercicios de cadena cinética abierta (como los de extensión de la pierna).
La terapia magnética es útil para reducir la hinchazón y el dolor de rodilla.

 

Remedios naturales para la lesión del cartílago de rodilla

Entre los remedios naturales se encuentran los suplementos de cartílago de tiburón en forma de pastillas, el tratamiento prevé la toma de una píldora todos los días durante al menos dos meses.

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Este artículo contiene información general que no se sustituye al examen médico, no se puede utilizar para diagnosticar o establecer un tratamiento. Hable con su médico antes de seguir las instrucciones contenidas en el sitio.

Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo

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