Dolores articulares – causas


Los dolores articulares pueden deberse a una inflamación o lesión de cartílagos, ligamentos, huesos y tendones que rodean la articulación.

¿Cuáles son las causas de los dolores articulares?

Dolores articulares por artritis reumatoide

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria que provoca dolor, hinchazón, rigidez y deformidad articular.

Esta enfermedad autoinmunitaria afecta a las células que rodean y lubrican las articulaciones (tejido sinovial).
La artritis reumatoide afecta a las articulaciones de forma simétrica. Por ejemplo, puede afectar a ambas muñecas, manos, rodillas y pies.
A diferencia de la artrosis, la artritis reumatoide afecta a los jóvenes.

En los análisis de sangre, la ESR es alta, un valor que indica la sedimentación eritrocítica.

¿Cuáles son los síntomas de AR en la mano y en los dedos?
Las articulaciones cercanas a los dedos y la muñeca son las más afectadas por la AR. Entre los síntomas se encuentran:

¿Cuál es el tratamiento para la AR?

El tratamiento para la AR incluye:

  • Medicamentos
  • Descanso y ejercicios
  • Una férula específica que ayuda a eliminar el dolor y la presión dentro de la articulación
  • Autogestión del estrés
  • Cambios en la dieta: se eliminan los alimentos que pueden empeorar la inflamación y se consumen los que la reducen, tales como ácidos grasos omega 3 y vitamina D, que se encuentran en el aceite de linaza y en el pescado de aguas frías
  • Revisiones médicas con regularidad
  • Fisioterapia y rehabilitación
  • Intervención quirúrgica para restablecer la funcionalidad

 

Dolores articulares y artrosis

La artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones y afecta sobre todo a los ancianos.

La artritis se refiere a la inflamación de las articulaciones y provoca:

  • Dolor
  • Hinchazón
  • Reducción de los movimientos

La artrosis es un fenómeno fisiológico que comienza alrededor de los 30 – 35 años, por lo tanto, las personas ancianas han desarrollado artrosis en casi todas sus articulaciones.
Afortunadamente, esta degeneración articular no produce dolor, si la articulación no está inflamada.
A menudo, el médico le comunica al paciente que los síntomas están causados por la artrosis sin haber realizado un examen exhaustivo, mientras que el dolor puede estar causado por:

  • Músculos
  • Nervios
  • Tendones
  • Tejido conectivo, etc.

Muchas personas ancianas llevan una vida sedentaria, por lo tanto, los músculos y los tendones se acortan a medida que avanza la edad y esto provoca dolor y rigidez.

La artrosis afecta sobre todo al cartílago, un tejido rígido y resbaloso que cubre los extremos de los huesos. El cartílago sano permite que los huesos:

  • Se deslicen unos por encima de otros
  • Que absorban los choques durante el movimiento

En la artrosis, la capa superficial del cartílago se rompe y se desgasta.
La consecuencia es que los huesos se rocen entre sí al moverse, provocando:

  • Molestia
  • Pérdida de movilidad de la articulación

Con el tiempo, la articulación puede deformarse. Por otra parte, se pueden formar pequeños fragmentos óseos – denominados espolones óseos o huesos adicionales – alrededor de la articulación.
Algunos fragmentos óseos se pueden desprender y acabar dentro de la articulación, lo que produce más dolor.
Las personas con artrosis suelen padecer dolor articular y movilidad limitada.
Con respecto a otros tipos de artritis, la artrosis solo afecta la funcionalidad articular y no influye en:

  • Piel
  • Pulmones
  • Ojos
  • Vasos sanguíneos

¿Qué zonas del cuerpo se ven afectadas por la artrosis?

    • Manos: la artrosis en las manos parece tener algunos rasgos hereditarios. Las mujeres tienen más probabilidad de sufrir esta enfermedad con respecto a los hombres, sobre todo después de la menopausia. Cuando la artrosis afecta a las pequeñas articulaciones de los dedos, puede que se formen pequeños nódulos, denominados nódulos de Heberden.
      Otros nódulos pueden aparecer en las articulaciones medias de los dedos y, en este caso, se les conoce por nódulos de Bouchard.
  • Los dedos se pueden agrandar, volverse rígidos y perder su sensibilidad.
    La base de la articulación del pulgar también puede sufrir artrosis (rizartrosis).
    El dolor suele ser más agudo por la mañana, tras realizar algún esfuerzo, o cuando cambia el tiempo o la presión es baja.
    Si la presión atmosférica es baja, la presión dentro de la articulación es alta, por lo que los síntomas empeoran.

    artrosis-de-rodilla

    © alamy.com

  • Rodilla: las rodillas son las articulaciones de las piernas más afectadas por artrosis.
    Los síntomas de la artrosis en la rodilla con inflamación (artritis) incluyen rigidez, hinchazón y dolor que hacen que resulte complicado andar y subir las escaleras.
    Los síntomas de la artrosis en la rodilla son más graves al cambiar de estación. Los pacientes sufren más cuando se pasa del frío al calor, en primavera y en otoño.
    La artrosis en la rodilla puede conducir a una minusvalía.
  • Cadera: la cadera suele verse afectada a menudo por la artrosis. En caso de inflamación, entre los síntomas se encuentran dolor y rigidez de la articulación. El dolor suele afectar a la ingle, a la parte interna del muslo hasta llegar a las rodillas. La artrosis en la cadera puede dificultar la acción de caminar y los movimientos que incluyen flexiones. De esta forma, actividades cotidianas como vestirse o ponerse los zapatos se vuelven complicadas.
  • Columna vertebral: la artrosis en la columna vertebral no tiene síntomas, pero en caso de inflamación se produce rigidez y dolor en el cuello y/o en la espalda. En algunos casos, los cambios en la estructura de la columna asociados a la artritis pueden ejercer presión sobre los nervios que salen de la columna vertebral, con la consiguiente debilidad y/o entumecimiento de brazos y piernas.
    Cuando llueve, el dolor es más intenso y suele empeorar un par de días antes de la lluvia.
  • El hombro no suele sufrir de artrosis porque no tiene que sostener el peso del cuerpo y no tiene los rasgos de la mano. El dolor articular en el hombro puede deberse a la lesión del suproespinoso, a la bursitis y a una calcificación.

¿Cuál es el tratamiento para la artrosis?

El tratamiento para la artrosis tiene el objetivo de reducir el dolor para mejorar la movilidad articular.
Entre los tratamientos se incluyen:

  • Medicamentos analgésicos: paracetamol (Efferalgan, por ejemplo), aspirina, ibuprofeno (neobrufen) o dexketoprofeno (ketoprofeno).
  • Tratamientos tópicos: algunos medicamentos en forma de crema o spray pueden aplicarse sobre las partes afectadas para reducir el dolor.
  • Ejercicios: la actividad física puede mejorar la movilidad articular y fortalecer los músculos asociados a las articulaciones. Los ejercicios suaves, como el estiramiento, son los mejores ya que producen poco estrés en las articulaciones.
    Hay que evitar las actividades que aumentan el dolor articular (correr, ejercicios aeróbicos). En caso de artritis, se debe consultar al médico para saber cuáles son los ejercicios más adecuados.
  • Control de peso: al reducir de peso, se puede prevenir una parte del estrés que afecta a las articulaciones.
  • Medicamentos con receta médica: ayudan a reducir el dolor y la hinchazón de las articulaciones.
  • Inyecciones de ácido hialurónico: estos medicamentos pueden administrarse a través de inyecciones para reducir el dolor en algunos pacientes con artrosis. Entre los medicamentos se encuentran Euflexxa, Hyalgan, Hyalart, Synvics y Synvics-One.
  • Inyecciones de cortisona: el médico puede inyectar estos medicamentos eficaces justo dentro de la articulación para reducir el dolor. Un uso frecuente y continuo a lo largo del tiempo puede producir una lesión articular.
  • Narcóticos: se trata de medicamentos más fuertes que el médico receta cuando el dolor es más agudo.
  • Intervención quirúrgica: tras intentar solucionar el problema a través de los diferentes tratamientos, algunas personas necesitan someterse a una intervención quirúrgica para reducir el dolor crónico en las articulaciones, por ejemplo una prótesis ortopédica en la cadera o en la rodilla.
    Generalmente, los resultados de la intervención de prótesis de la rodilla no son muy satisfactorios, la mayoría de los pacientes continúa sintiendo dolor y el movimiento de la rodilla es bastante limitado. Por el contrario, la intervención de la prótesis de cadera suele tener buenos resultados.

 

Dolores articulares y fibromialgia

Esta enfermedad crónica presenta dolores generalizados que afectan a los músculos y las articulaciones.
Hay varios puntos desencadenantes asociados a la fibromialgia.
Entre las causas de la fibromialgia también se encuentran los factores emotivos: las personas que sufren ansiedad y depresión tienen una probabilidad más alta de padecer de esta enfermedad.

Entre los síntomas se encuentran:

 

Fiebre alta y dolores articulares

La fiebre alta y el dolor articular son otros dos síntomas que pueden indicar varias enfermedades:

  • Escarlatina: provocada por los estreptococos, se trata de una infección bacteriana que puede producir dificultad en la deglución.
    Además de fiebre alta y dolor articular, la escarlatina produce una erupción cutánea que suele cubrir la mayor parte del cuerpo del paciente.
    Se recetan antibióticos para curar esta infección.
  • Neumonía bacteriana: esta enfermedad es una infección bacteriana que afecta a los pulmones y los bronquiolos, los pequeños conductos de los pulmones.
    Además de fiebre alta y dolores articulares, la neumonía bacteriana puede ocasionar escalofríos, nerviosismo y dolores agudos en el pecho.
    Los antibióticos son el método más común para tratar este tipo de neumonía.

 

Dolores articulares durante el embarazo

Durante el embarazo, la mujer puede percibir una sensación de rigidez y entumecimiento en:

  • Codos
  • Dedos
  • Rodillas
  • Costados


¿Cuáles son los factores que pueden producir dolor articular durante el embarazo?

El aumento de peso durante el embarazo puede ejercer una presión excesiva sobre las articulaciones (rodillas y talones, sobre todo).
Si se practica mucho deporte, el dolor articular puede proceder de un esfuerzo y de un uso excesivo de las articulaciones.
Durante el embarazo, también es frecuente el síndrome del túnel carpiano.
Además del aumento de peso, la acumulación de líquidos puede hacer que se incremente la presión de pulso y la paciente percibe dolor.
Durante el embarazo, el nivel de hormonas se altera provocando una laxitud (falta de estabilidad) en las articulaciones y en los ligamentos.
Esto hace que las caderas se extiendan durante el embarazo.
En esta situación, las articulaciones sufren de un estrés mayor, por lo que pueden inflamarse y producir dolor articular.
Los síntomas pueden permanecer después del parto y durante la lactancia.
El dolor articular puede proceder del hipotiroidismo, una enfermedad de la tiroides en la cual se producen menos hormonas.

 

Menopausia y dolores articulares

El dolor articular, la hinchazón y la rigidez de las articulaciones pueden ser los síntomas de la menopausia.

El dolor articular afecta a las personas que envejecen, sobre todo a las mujeres que han entrado en la menopausia. Este dolor suele ser más agudo por la mañana y se reduce a lo largo del día.
Las caderas y las rodillas son las articulaciones que se ven más afectadas en la fase de postmenopausia, así como manos y dedos.
Pese a que actividades más pesadas como correr pueden empeorar el problema, el dolor suele desaparecer con reposo.

 

Otras causas frecuentes de dolor articular

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© Massimo Defilippo

Otras enfermedades distintas de la artritis pueden producir dolor articular, tales como:

  • Bursitis (inflamación de los amortiguadores alrededor de las articulaciones);
  • Enfermedades reumáticas como el lupus, la gota, la artritis psoriásica o la esclerodermia;
  • Algunos virus, por ejemplo los que producen parotiditis, gripe, hepatitis B y mononucleosis
  • Condromalacia rotuliana (el cartílago de la rótulo se vuelve áspero)
  • Lesiones
  • Tendinitis (inflamación de un tendón)
  • Infección de los huesos
  • Uso excesivo;
  • Cáncer (por ejemplo leucemia y linfoma)
  • Sarcoidosis
  • Raquitismo

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Este artículo contiene información general que no se sustituye al examen médico, no se puede utilizar para diagnosticar o establecer un tratamiento. Hable con su médico antes de seguir las instrucciones contenidas en el sitio.

Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo