Virus del papiloma humano


El virus del papiloma humano (VPH) es un virus que pertenece a la familia Papillomaviridae, que afecta a la piel humana y a las membranas mucosas del cuerpo, como por ejemplo la garganta, la boca, los pies, los dedos, las uñas, el ano y el cuello uterino.

Existen más de 100 tipos diferentes, de los cuales 40 pueden afectar a la zona genital. La mayoría de las cepas de VPH no provoca síntomas en los seres humanos.

Sin embargo, algunas pueden provocar verrugas y unas pocas cepas del virus pueden aumentar el riesgo de desarrollar tumores, como por ejemplo de cuello uterino, de pene, de vagina, de ano o de orofaringe (la parte oral de la faringe – cáncer de garganta).

Estudios recientes demuestran que una infección por VPH también puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Las cepas 16 y 18 del VPH son las responsables de la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino. Además, aumentan el riesgo de desarrollar cáncer orofaríngeo (garganta).

La mayoría de las personas se recupera de una infección por VPH sin sufrir ninguna consecuencia.
Se desconoce con exactitud la razón por la que algunas personas desarrollan una infección a largo plazo, una alteración de las células anormales precancerosas o un cáncer por VPH.
Las mujeres que padecen una enfermedad que afecta y debilita el sistema inmunitario tienen más dificultades para combatir las infecciones y, por lo tanto, presentan un riesgo más alto de desarrollar cáncer de cuello uterino.
Asimismo, fumar también aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino.

¿Cuántas personas tienen el virus del papiloma humano?

El VPH genital es la infección de transmisión sexual más común en Estados Unidos. Cerca de 20 millones de estadounidenses de entre 15 y 49 años de edad tienen el virus del papiloma.
Asimismo, al menos la mitad de todos los hombres y mujeres sexualmente activos contrae el virus del papiloma una vez en su vida.

¿Quién puede contagiarse por el virus del papiloma?

Todas las personas que mantienen relaciones sexuales pueden contraer el VPH.
El VPH es muy común y, por lo tanto, casi todas las personas sexualmente activas pueden enfermarse en algún momento de sus vidas. Esto también puede ocurrirle a las personas que mantienen relaciones sexuales con una sola pareja a lo largo de su vida.

¿Cómo se contrae el virus del papiloma?

El VPH se transmite mediante el contacto de los órganos genitales, generalmente durante las relaciones sexuales vaginales o anales. El VPH también puede trasmitirse a través del sexo oral.
También puede transmitirse entre parejas del mismo sexo aunque la persona infectada no presente signos o síntomas.
Muchas personas infectadas no saben que han contraído el virus o que le han transmitido el VPH a su pareja sexual.
Una persona puede tener el VPH aunque hayan pasado varios años desde el primer contacto sexual con la persona infectada.
También es posible contagiarse con más de una cepa del VPH.
Ocasionalmente, una mujer embarazada infectada con el virus del papiloma genital puede contagiar a su bebé durante el parto.

El VPH puede infectar la piel que no está protegida por el preservativo, por lo que su uso no evita completamente el riego de contagio del virus.

Vacunas contra el virus del papiloma humano

La vacuna contra el virus del papiloma se compone de una serie de tres inyecciones distribuidas en seis meses para proeteger contra la infección por el VPH y los problemas de salud que conlleva.
Dos vacunas (Cervarix y Gardasil) protegen a las mujeres de los tumores de cuello uterino.
Una de estas vacunas (Gardasil) también protege contra las verrugas genitales y los tumores de ano, de vagina y de vulva.
Las mujeres pueden utilizar ambas vacunas, mientras que los hombres solamente pueden utilizar Gardasil.
La protección de las vacunas contra el VPH es mayor entre los jóvenes que reciben las tres dosis de la vacuna y que tienen tiempo de desarrollar una respuesta inmunitaria antes de mantener relaciones sexuales con otra persona.
Por esta razón, se recomienda aplicar la vacuna contra el VPH a adolescentes de 11 o 12 años.

¿Qué otras personas deben someterse a la vacuna contra el VPH?

Además de jóvenes entre 11 y 12 años de edad, también se recomienda la administración de la vacuna contra el VPH a los adolescentes que no fueron vacunados de pequeños.
También se recomienda aplicar la vacuna a hombres homosexuales y bisexuales (o a cualquier hombre que tenga relaciones sexuales con otro hombre). También se recomienda la vacuna a los hombres y mujeres con un sistema inmunitario comprometido (incluyendo las personas con VIH/SIDA).

Síntomas provocados por el virus del papiloma humano

En la mayoría de los casos, el sistema inmunitario combate la infección por VPH antes de que pueda convertirse en verruga.
Cuando aparecen las verrugas, éstas pueden ser distintas en función del tipo de VPH que las provoca.

Verrugas comunes
Las verrugas comunes son protuberancias ásperas y en relieve que generalmente aparecen en las manos, los dedos y alrededor de las uñas.
En la mayoría de los casos, las verrugas comunes solo son una molestia estética, aunque pueden ser dolorosas y llegar a provocar hemorragias o lesiones.

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Verrugas plantares
Las verrugas plantares son excrecencias duras y granulosas que generalmente aparecen en los talones o en la planta de los pies, ya que son las zonas en las que se ejerce mayor presión.
Estas verrugas pueden provocar molestias y dolor.

Verrugas planas
Las verrugas planas tienen una superficie lisa, ligeramente en relieve y son más oscuras que el color normal de la piel.
A menudo, aparecen en el rostro, el cuello, las manos, las muñecas, los codos o las rodillas.
Generalmente, las infecciones por VPH que provocan verrugas planas afectan principalmente a niños, adolescentes y jóvenes adultos.

Verrugas genitales
Las verrugas genitales pueden manifestarse en forma de lesiones planas, de pequeñas formaciones similares a una coliflor o de minúsculas protusiones similares a un tallo.
En las mujeres, las verrugas genitales aparecen a menudo en la vulva, pero también pueden aparecer cerca del ano, en el cuello uterino o en la vagina.
En los hombres, las verrugas genitales pueden aparecer en el pene, en el escroto o alrededor del ano.
Las verrugas genitales solo provocan molestias o dolor en muy raras ocasiones.

¿El VPH de alto riesgo puede provocar cáncer?

El virus del papiloma infecta las células epiteliales, que están organizadas por capas y recubren la parte interior y exterior del cuerpo, incluyendo la piel, la garganta, el aparato genital y el ano.
El VPH no entra en la circulación sanguínea, por lo que una infección por VPH en una parte específica del cuerpo no debería provocar una infección en otra parte del cuerpo.
Cuando el VPH entra en una célula epitelial, el virus comienza a producir ADN viral.

Dos de las proteínas del VPH de alto riesgo permiten que la célula se multiplique de manera descontrolada evitando así que la célula muera.
Generalmente, el sistema inmunitario reconoce estas células infectadas y las elimina.
Sin embargo, a veces el sistema inmunitario no destruye estas células infectadas, dando lugar a una infección persistente.
Dado que las células persistentes infectadas siguen creciendo, se pueden desarrollar mutaciones que provoquen un crecimiento celular posterior y lleven a la formación de una lesión de alto grado y a un tumor.
Según los investigadores, una infección por VPH puede tardar entre 10 y 20 años antes de convertirse en un tumor.
Con todo, las lesiones de alto grado no siempre provocan cáncer.
El porcentaje de lesiones cervicales que se transforman en cáncer de cuello de útero invasivo es inferior al 50 %.

Cáncer de cuello de útero por virus del papiloma

La mayoría de casos de cáncer de cuello de útero tienen su origen en dos tipos específicos de VPH genital.
Generalmente, estas dos cepas de VPH no provocan verrugas. Por ello, con frecuencia las mujeres no saben que están infectadas.
Por lo general, en las primeras fases del cáncer de cuello de útero no aparecen síntomas. Por esta razón, es muy importante que las mujeres se sometan a la prueba de Papanicolaou con regularidad para detectar si hay alteraciones precancerosas en el cuello uterino que puedan transformarse en cáncer.

El virus del papiloma de alto riesgo puede provocar alteraciones en las células que recubren el cuello del útero. Estas alteraciones se conocen como neoplasias intraepiteliales cervicales.
No todas las mujeres con este tipo de virus del VPH desarrollan la neoplasia.
Para muchas mujeres, la infección por VPH es temporal y las alteraciones celulares vuelven a la normalidad al cabo de un tiempo.
La neoplasia intraepitelial cervical no es un tipo de cáncer, pero en algunos casos, si la mujer no se somete a tratamiento, puede dar lugar a un cáncer al cabo de unos años.

Los tumores en la cabeza y en el cuello son más comunes entre las personas fumadoras, especialmente si también consumen bebidas alcohólicas.
Al igual que en otras partes del cuerpo, el virus del papiloma puede permanecer latente durante varios meses, o incluso años, antes de provocar alteraciones celulares y transformarse en cáncer.

El tratamiento para la neoplasia intraepitelial cervical es muy eficaz y el riesgo de que la enfermedad vuelva a aparecer después del tratamiento es muy bajo.
Generalmente, el tratamiento varía dependiendo de la gravedad de las alteraciones anormales.

Las alteraciones celulares se clasifican en tres estadios:

  • En el primer estadio puede que no se requiera ningún tipo de tratamiento, pero el médico debe controlar constantemente al paciente.
  • El segundo y tercer estadio pueden tratarse por medio de una intervención quirúrgica en la que se extirpa la zona afectada del cuello del útero.
  • Las células anormales también se pueden extirpar mediante laserterapia o crioterapia (congelar la zona afectada).

Generalmente, la neoplasia intraepitelial cervical no produce síntomas.

Los síntomas del cáncer de cuello uterino son:

  • Sangrado vaginal anormal
  • Hemorragias después de las relaciones sexuales
  • Flujo vaginal anormal

Estos síntomas también pueden deberse a otros factores, por lo que es muy importante acudir al médico de cabecera para una consulta.

Virus del papiloma y cáncer de vulva o de vagina

La infección por el virus del papiloma de alto riesgo puede provocar alteraciones de las células en la zona vulvar (genitales femeninos).
Estas alteraciones se conocen como neoplasia intraepitelial vulvar (VIN) o neoplasia intraepitelial vaginal (VaIN).
No todas las personas con el virus del papiloma desarrollan VIN o VaIN.
La neoplasia intraepitelial vulvar no es cáncer, si bien en algunas mujeres puede transformarse en cáncer de vulva al cabo de varios años. La neoplasia intraepitelial vulvar no siempre provoca cáncer, aunque se estima que más de la mitad de todos los tipos de cáncer de vulva tienen su origen en el virus del papiloma de alto riesgo.
El cáncer de vulva o de vagina no es muy común.
El tratamiento para estas neoplasias varía dependiendo de la gravedad de las alteraciones celulares.

Generalmente, si las alteraciones celulares son leves (estadio 1) el paciente solo debe permanecer controlado por el médico.
El tratamiento es necesario si las alteraciones celulares son considerables (estadios 2 y 3).
Por lo general, en estos estadios se extirpa la masa mediante una intervención quirúrgica, de laserterapia o de diatermia (método de tratamiento que utiliza la corriente eléctrica para eliminar la zona afectada).

Los síntomas del cáncer de vulva son:

  • Dolor, molestia y prurito en la vulva
  • Pequeños grumos o abultamientos en la vulva
  • Pérdidas o sangrado vaginal anormal
  • Dolor en una zona específica o una úlcera en la vulva

Los síntomas del cáncer de vagina son:

  • Manchas de sangre vaginal
  • Dolor y molestia en la zona vaginal
  • Sangrado después de las relaciones sexuales
  • Dificultad o dolor al orinar

Estos síntomas también pueden aparecer si existen otras enfermedades no cancerosas. Por lo tanto, es importante comunicarle todos los síntomas al médico de cabecera.

Diagnóstico
¿Cómo puedo saber si tengo el virus del papiloma de alto riesgo?
El VPH es una infección común que, por lo general, desaparece por sí sola. Por esta razón, no hay que preocuparse si se contrae la infección.
La mayoría de personas no sabe cuándo ha contraído la infección.

¿Cómo descubro si tengo el virus del papiloma?

Generalmente, las mujeres descubren que tienen el virus del papiloma si los resultados de la prueba de Papanicolaou son anormales.
La prueba de Papanicolaou es un examen muy importante para detectar las células anormales en el cuello del útero provocadas por el VPH.
Existe una prueba de VPH para las mujeres, pero solo se utiliza en algunas situaciones específicas. Los médicos pueden recomendar la prueba de VPH para las mujeres si los resultados de la prueba de Papanicolaou no son evidentes.
La prueba de VPH no se recomienda para todas las mujeres, puesto que se trata de un virus muy común que generalmente desaparece por sí solo sin provocar ningún problema de salud.
Las mujeres mayores de 30 años pueden realizarse una prueba para el virus del papiloma junto a la prueba de Papanicolaou.
Si los resultados de ambas pruebas son normales, la mujer presenta un riesgo muy bajo de desarrollar cáncer cervical y puede esperar cinco años antes de volver a realizarse las pruebas.
Algunas mujeres mayores de 30 años deciden someterse a una prueba de Papanicolaou cada tres años.

Virus del papiloma en los hombres

El virus provoca alteraciones celulares anormales.
Actualmente, no existe ningún examen para detectar el VPH en los hombres.
Sin embargo, los hombres pueden estar tranquilos, ya que el virus del papiloma suele desaparecer por sí solo sin ocasionar problemas de salud.

¿Cuál es el tratamiento para el virus del papiloma?

Hoy en día no existe ningún tratamiento médico para las infecciones por el virus del papiloma.
Sin embargo, es posible tratar los condilomas y las verrugas debidas a la infección por VPH.
Los métodos más empleados para tratar los condilomas y las verrugas son:

  • Crioterapia (congelación que destruye los tejidos)
  • LEEP (técnica de escisión electroquirúrgica con asa)
  • Conización quirúrgica (cirugía con bisturí, con láser o con ambos para extirpar un trozo en forma de cono del tejido cervical y del canal cervical)
  • Vaporización con láser (se utiliza el láser para destruir el tejido cervical)

El tratamiento para otro tipo de lesiones precancerosas provocadas por el VPH (lesiones vaginales, vulvares, lesiones del pene y anales) y para las verrugas genitales puede realizarse con productos químicos o medicamentos, o bien mediante una intervención quirúrgica de escisión, crioterapia, electrocirugía o cirugía láser.
Los medicamentos empleados para el tratamiento son los retinoides, los antivirales, los inmunomoduladores y el ácido salicílico, que se aplican directamente sobre la zona afectada.
A menudo, los médicos recomiendan la aplicación de algunas cremas como Podofilox, Imiquimod (Aldara) y Sinecatechins (Veregen).

Generalmente, las personas que desarrollan cáncer a raíz de contraer el VPH se someten al mismo tipo de tratamiento que los pacientes en los que el tumor no tiene origen en una infección por VPH, dependiendo del tipo y del estadio del tumor.
Sin embargo, las personas con diagnóstico de cáncer orofaríngeo y una prueba de VPH positiva pueden someterse a un tratamiento distinto al de las personas con tumores orofaríngeos y una prueba de VPH negativa.
Algunos estudios recientes demuestran que los pacientes con tumores orofaríngeos y una prueba de VPH positiva tienen un mejor pronóstico y pueden someterse a un tratamiento menos intensivo.

¿Cómo puede prevenirse la propagación del virus del papiloma?

Ponerse la vacuna contra el VPH puede proteger a las mujeres contra los dos tipos de VPH que suponen el 70 % de los casos de cáncer cervical.
Se recomienda evitar el contacto con la piel.
Si se desea tener sexo vaginal o anal, se recomienda utilizar el preservativo.
El preservativo disminuye el riesgo de contraer el virus, pero no es eficaz contra el VPH, ni contra otras infecciones como la clamidia y el sida.

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Este artículo contiene información general que no se sustituye al examen médico, no se puede utilizar para diagnosticar o establecer un tratamiento. Hable con su médico antes de seguir las instrucciones contenidas en el sitio.

Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo