Legrado uterino


El legrado uterino es un procedimiento por el que se dilata el cuello del útero para extirpar la mucosa uterina (endometrio) con un instrumento denominado cureta, que tiene forma de cuchara.

 

¿Por qué se realiza el legrado?

El legrado puede ser necesario por varias razones:

  • El legrado terapéutico retira una parte del tejido uterino durante o después de un aborto espontáneo, farmacológico, quirúrgico o incompleto. También puede retirar pequeños trozos de placenta tras el parto.
    De esta manera, se previenen las infecciones o los sangrados abundantes.
    En caso de embarazo extrauterino, si el óvulo permanece en las trompas de Falopio al menos durante 5-6 semanas, es necesario realizar una intervención laparoscópica para extirpar el embrión, con el fin de evitar algunas complicaciones graves.
  • El legrado biópsico sirve para diagnosticar o tratar masas como fibromas, pólipos, endometriosis, desequilibrios hormonales o cáncer de útero.
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    A continuación, se observa una muestra de tejido uterino en el microscopio para analizar las células anormales.
    En este caso, también puede realizarse en mujeres con menopausia.

El legrado también puede emplearse, de forma ocasional, para tratar algunas afecciones como el sangrado menstrual abundante, pues existen técnicas más recientes, más eficaces y menos invasivas.

 

¿Cuál es la preparación necesaria para el legrado?

El legrado se realiza en hospital, clínica o consultorio médico y se considera como cirugía ambulatoria (no se requiere hospitalización).
Puede que sea necesario permanecer algunas horas en el centro sanitario tras el legrado.
No se debe comer ni beber antes de la intervención para reducir el riesgo de vómito o reflujo de comida durante la intervención.

Alguien debe acompañar a la paciente cuando regrese a casa, ya que los efectos de la anestesia pueden provocar somnolencia. Es posible retomar las actividades normales cuando pasen uno o dos días.
En algunos casos, el médico puede optar por empezar a dilatar el cuello del útero un par de horas antes o incluso un día antes del legrado con el fin de garantizar la apertura del cuello uterino de manera gradual.
Generalmente, este procedimiento se realiza cuando para dilatar el cérvix, como por ejemplo durante una interrupción del embarazo o en algunos tipos de histeroscopia.
En estos casos, el médico dilata el cuello del útero con ayuda de una laminaria. Ésta se expande de manera gradual absorbiendo el líquido del cuello uterino y provocando su dilatación.

 

¿Cómo se realiza el legrado?

El tipo de anestesia depende del procedimiento. En ocasiones, el legrado se puede realizar con anestesia general, en otros casos se realiza con anestesia espinal o epidural.

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En la mayoría de los casos, la dilatación y el legrado se realizan con anestesia general, lo que significa que la paciente duerme durante la intervención y, por lo tanto, no experimenta ningún tipo de dolor o molestia.
Sin embargo, si la paciente lo prefiere, se puede realizar el tratamiento con anestesia local, en cuyo caso no hay sensibilidad en la zona donde que se aplica la anestesia, pero la paciente permanece despierta.
Si se aplica la anestesia espinal o epidural, se pierde temporalmente la sensibilidad de cintura para abajo.
El anestesiólogo debe monitorizar continuamente la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la respiración y el nivel de oxígeno en la sangre durante la intervención quirúrgica.

Antes de la intervención, la paciente debe vaciar la vejiga. Después, el personal sanitario introduce un catéter urinario.
El médico introduce un dilatador en la vagina para separar las paredes de la vagina y exponer el cérvix.

¿Cuánto dura el legrado?
Normalmente, la intervención dura 10-15 minutos aproximadamente.

 

¿Cómo se realiza el legrado?

La operación se realiza a través de la vagina y no deja cicatrices.
El cérvix del útero (o cuello del útero) está dilatado gracias a un dilatador y a un pequeño instrumento para el legrado denominado cureta, que se introduce en el útero para raspar delicadamente el revestimiento del útero (endometrio).
Si el procedimiento se realiza con finalidad de diagnóstico, la muestra de tejido extraída se envía al laboratorio para su análisis (biopsia).

El cuello del útero se puede limpiar con una solución antiséptica.
Con un tipo especial de pinzas para el legrado, el ginecólogo mantiene el cuello del útero dilatado durante el procedimiento.
En el interior del canal cervical, se puede realizar el legrado con una cureta pequeña (instrumento con forma de cuchara) para examinar el tejido cervical.

El cérvix se dilata introduciendo una serie de dilatadores finos, cada uno con un diámetro más grande que el anterior.
Este procedimiento dilata de manera gradual la apertura del cérvix para poder introducir la cureta.

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La cureta se introduce en el útero a través de la apertura cervical y los bordes afilados con forma de cuchara se utilizan para raspar el revestimiento externo.
En algunos casos, se puede realizar una aspiración para retirar los tejidos. En caso de anestesia local, pueden presentarse cólicos abdominales.

Al final del procedimiento se retiran los instrumentos.
Los tejidos recogidos a través del legrado pueden examinarse en el laboratorio.
Los tejidos que permanecen tras el embarazo pueden enviarse al laboratorio para realizar un cultivo o una prueba para detectar alteraciones genéticas o cromosómicas.

 

Después del legrado uterino

Tras el procedimiento de dilatación y legrado, se recomienda que la paciente permanezca acompañada durante las siguientes 24 horas, ya que puede experimentar desorientación provocada por la anestesia general.

No se puede conducir el coche ni máquinas pesadas durante las 24 horas posteriores a la intervención.
El tiempo de recuperación antes de volver a trabajar y realizar las actividades normales es de dos o tres días.

La primera menstruación después del legrado tras un aborto puede presentarse normalmente o retrasarse, no existe una regla precisa.
Generalmente, la primera menstruación después de un legrado suele ser abundante.

Legrado y futuros embarazos
Tras un aborto, se debe esperar hasta que la hormona beta HCG (gonadotropina coriónica humana) vuelva a “0” antes de intentar quedarse de nuevo embarazada.
Esta hormona empieza a producirse 7-8 días después de la fecundación y provoca algunas alteraciones en la forma del útero para poder acoger al embrión.

 

Efectos secundarios del legrado uterino

Cólicos
Inmediatamente después del legrado, la mayoría de las mujeres sufre cólicos abdominales similares a los menstruales. Sin embargo, suelen desaparecer 24 horas después del legrado.
Analgésicos como el paracetamol o el ibuprofeno pueden ayudar a aliviar la molestia.

Náuseas
Puede producirse una sensación de malestar y náuseas después del legrado. Sin embargo, este efecto suele durar solamente algunas horas.

Pérdidas
Tras el legrado, suelen aparecer pérdidas vaginales leves o loquios (pérdidas fisiológicas de material fetal).
Al principio pueden ser de color rojo intenso y después verdes o manchas de color marrón.
Se recomienda utilizar compresas en vez de tampones para interrumpir la hemorragia. Se debe evitar el uso de tampones hasta la siguiente menstruación para reducir el riesgo de contraer infecciones.
Las pérdidas de sangre suelen desaparecer entre 5 y 10 días después de la intervención.
Durante este período de tiempo, con objeto de evitar el desarrollo de una infección, no se recomienda el uso de productos de baño perfumados, ni bañarse en la playa o en la piscina.

 

¿Cuándo se pueden retomar las relaciones sexuales?

Después del legrado, se deben evitar las relaciones sexuales durante varias semanas. El tiempo necesario para volver a tener relaciones sexuales depende de la situación de cada persona y del motivo de la intervención.
El médico puede dar indicaciones más detalladas al respecto, pero generalmente hay que esperar entre 10 y 14 días aproximadamente.

Resultados
Si se realiza el legrado biópsico (para diagnosticar una enfermedad), los resultados del laboratorio (examen histológico) se entregan en las dos semanas sucesivas.
Se envía por comunicación escrita al paciente o se fija una cita con el ginecólogo para analizar los resultados.

¿Cuánto dura el tiempo de recuperación?
Por lo general, el tiempo de recuperación va de 24 a 48 horas. Al pasar este período de reposo se pueden retomar las actividades cotidianas normales.
No tiene consecuencias en cuanto a la fertilidad.

 

¿Cuáles son las posibles complicaciones del legrado?

El legrado conlleva pocos riesgos y peligros.
Es normal que aparezca un leve sangrado vaginal o pélvico, al igual que calambres durante un par de días.
Si el legrado sale mal, la complicación más común es la perforación del útero con el dilatador o la cureta.
Cuando esto ocurre, si los órganos internos (intestino, vejiga o recto) o los grandes vasos sanguíneos siguen intactos, la herida se cierra sin necesidad de una intervención quirúrgica.

Los riesgos del legrado aumentan en pacientes con una apertura estrecha del cuello uterino (estenosis cervical) o en pacientes con alteraciones anatómicas.
El riesgo también es mayor si el útero está infectado o si la paciente ha sido sometida previamente a intervenciones quirúrgicas, como por ejemplo un parto por cesárea o una miectomía (extirpación de fibromas uterinos).

Las lesiones del cuello uterino son otra de las posibles complicaciones. En caso de desgarros o heridas en el cérvix del útero, se pueden tratar mediante la aplicación de presión o con medicamentos locales para interrumpir la hemorragia.
En raras ocasiones, es necesario dar puntos de sutura en el cérvix.

También se pueden presentar otras complicaciones propias de todas las intervenciones quirúrgicas, como por ejemplo el sangrado y las infecciones. La mayoría de las hemorragias son moderadas y se interrumpen por sí solas.
Las infecciones no son muy comunes y pueden controlarse con antibióticos suministrados por vía oral, si bien la mayoría de legrados no requiere antibióticos.

Si la paciente padece alguna enfermedad cardíaca, el cirujano puede recetar antibióticos antes y después del legrado para evitar que las bacterias de la vagina infecten las válvulas cardíacas.

 

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Otras opciones de tratamiento

Las opciones alternativas al legrado dependen de la enfermedad. Generalmente, la interrupción del embarazo en los primeros tres meses de gestación requiere un legrado por aspiración.

En caso de menorragia (pérdida excesiva de sangre durante la menstruación), las técnicas alternativas para el diagnóstico y el tratamiento son:

  • Tomar una muestra de tejido del endometrio por medio de un catéter con finalidades diagnósticas.
  • La histeroscopia se recomienda para tomar una muestra de tejido en mujeres ancianas.
  • Otra de las pruebas diagnósticas es la ecografía transvaginal, que se realiza introduciendo un instrumento delgado en la vagina para observar el útero.

Ablación endometrial
Esta intervención se realiza mediante una sonda pequeña que se introduce en el útero a través del cérvix.
Con ayuda del láser o las microondas se extirpa una parte del revestimiento del útero.
Sin embargo, la ablación endometrial no es adecuada para todas las mujeres: no puede realizarse en mujeres cuyo útero tiene una forma irregular, ni en aquellas que se han sometido previamente a una intervención del útero. En esos casos, se recomienda el legrado.

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Este artículo contiene información general que no se sustituye al examen médico, no se puede utilizar para diagnosticar o establecer un tratamiento. Hable con su médico antes de seguir las instrucciones contenidas en el sitio.

Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo