La endometritis es una inflamación del endometrio cuyo origen suele ser una infección intrauterina, pero que no debe confundirse con la endometriosis.
Esta enfermedad es la causa más frecuente de la fiebre postparto, tanto natural como por cesárea.
La endometritis puede aparecer junto con otras enfermedades graves, como la inflamación de las trompas de Falopio (salpingitis), de los ovarios (ooforitis) y del peritoneo pélvico (peritonitis pélvica).
Nociones de anatomía
El útero es un importante órgano reproductor femenino, formado por un cuerpo y un cuello.
El feto se desarrolla en este órgano durante el embarazo. La pared interna del útero se denomina endometrio.
La endometritis puede ser aguda o crónica
Endometritis aguda
Endometritis obstétrica o puerperal: provocada por una infección producida tras el parto, se trata de la causa más común de endometritis aguda.
El puerperio es el período de tiempo que necesita el cuerpo de la mujer para recuperar sus funciones normales tras el parto. Generalmente dura entre 40 y 50 días.
Endometritis no obstétrica: la enfermedad pélvica inflamatoria y las operaciones ginecológicas invasivas también pueden provocar esta enfermedad.
Endometritis crónica
La endometritis crónica no suele producirse por infección por gonococo, sino por otras bacterias como la mycoplasma spp.
Endometritis obstétrica o post-aborto
Relacionada con las sustancias que permanecen en el útero tras un aborto o un parto.
Endometritis no obstétrica
Relacionada con las infecciones crónicas, como por ejemplo la clamidiasis, la gonorrea, la vaginosis bacteriana y también con la introducción de un dispositivo intrauterino anticonceptivo.
Entre las bacterias que pueden provocar la endometritis se encuentran:
- Ureplasma spp
- Estafilococo spp
- Estreptococo spp
- Escherichia coli
- Gardnerella vaginalis
La endometritis crónica atrófica puede tratarse de una enfermedad senil que aparece después de la menopausia, cuando la mucosa se atrofia, pierde volumen y se desgasta.
Este fenómeno dificulta la regeneración de la mucosa superficial tras la fase menstrual.
¿Cuáles son las causas de la endometritis?
Las causas más comunes son las infecciones, que pueden originarse por una de las siguientes enfermedades:
- Líquido amniótico: se puede infectar antes o durante el parto. Si el bebé expulsa las heces (el meconio es el material que sale por primera vez del intestino) antes de nacer, se incrementa el riesgo de infección.
- Enfermedad pélvica inflamatoria: infección que afecta a los órganos femeninos.
- Retención de tejidos: tras el parto o un aborto espontáneo, la placenta y otras partes de tejido corporal pueden permanecer dentro del útero provocando una infección.
- Enfermedades de transmisión sexual: se conocen como enfermedades venéreas y se pueden contraer teniendo relaciones sexuales con una pareja infectada.
Se puede consultar con el médico para obtener mayor información sobre las enfermedades de transmisión sexual.
¿Quién tiene más riesgo de padecer endometritis?
Todas las mujeres disponen de una presencia normal de bacterias en la vagina.
Cuando se altera el equilibrio natural de las bacterias, aumenta el riesgo de desarrollar endometritis.
Esto puede ocurrir tras uno de los siguientes casos:
- Aborto espontáneo,
- Parto, especialmente tras un parto muy largo o por cesárea,
- Anemia materna,
- Anestesia general,
- Procedimientos médicos que implican acceder al útero a través del cuello uterino, como por ejemplo:
- Histeroscopia
- Dilatación y legrado (legrado uterino)
Factores de riesgo no obstétricos:
- Introducción del dispositivo intrauterino anticonceptivo (DIU)
- Ausencia del recubrimiento normal de mucosidad cervical
- Flujo menstrual en la cavidad uterina
- Lavados vaginales
- Relaciones sexuales sin protección
- Varias parejas sexuales
Síntomas de la endometritis
Cuando se contrae una infección, aparecen síntomas relacionados con la infección, como por ejemplo:
- Fiebre
- Irritación del útero
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Dismenorrea (menstruación dolorosa y difícil)
- Flujo vaginal maloliente, con o sin sangre
A medida que empeora la infección, los síntomas pueden agravarse:
Se puede experimentar fiebre elevada.
Las pérdidas vaginales pueden aumentar y el olor puede volverse aún más desagradable.
La dismenorrea está relacionada con otros síntomas, como por ejemplo dolor en la zona pélvica y en la parte baja del vientre, dolor de espalda y en algunos casos hemorragia. Si aparece alguno de estos síntomas, se recomienda acudir a un médico para que realice un diagnóstico adecuado, dado que la dismenorrea también puede deberse a otros factores, además de la endometritis.
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Posibles complicaciones asociadas a la falta de tratamiento de la endometritis
- Septicemia
- Abscesos uterinos
- Peritonitis
- Infecciones anexiales (es decir de las trompas de Falopio, de los ovarios y de la ligadura de trompas)
- Absceso pélvico
- Infertilidad
- Hematoma pélvico
¿Cómo se realiza el diagnóstico de la endometritis?
El médico debe realizar un examen físico.
También puede realizar un examen pélvico y revisar otros problemas que pueden haber provocado los síntomas.
Generalmente, se realiza al menos una de las siguientes pruebas:
Análisis de sangre
Se realizan para conocer los valores de la infección.
Cultivos
Se puede tomar una muestra de orina, sangre o flujo vaginal para determinar la causa de la infección.
Ecografía vaginal
Se utilizan ondas sonoras para crear una imagen del interior del útero y de los ovarios. Se introduce un tubo pequeño en la vagina para realizar la ecografía.
Las imágenes del útero y de los ovarios se pueden observar en la pantalla de un ordenador (monitor).
Tomografía axial computerizada
Esta prueba también conocida como TAC consiste en una máquina de rayos X que utiliza un ordenador para tomar fotos del abdomen. En algunas ocasiones, se administra a la paciente un colorante antes de tomar las fotos para que los profesionales sanitarios puedan observar las fotografías con mayor facilidad. Se debe comunicar al médico si anteriormente se han tenido reacciones alérgicas al líquido de contraste.
Histeroscopia
La histeroscopia se realiza para observar el revestimiento del útero.
En el interior de la vagina y del útero se posiciona un instrumento pequeño que dispone de luz y cámara de vídeo en la punta.
Se puede introducir un líquido o un gas a través del histeroscopio para ayudar al profesional sanitario a observar mejor las imágenes.
Durante este examen también es posible tomar una muestra de tejido uterino.
Biopsia
El médico extrae un trozo pequeño de tejido uterino y luego lo envía a un laboratorio para su análisis.
¿Cuál es el tratamiento para la endometritis?
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- Antibióticos: los antibióticos se recetan para curar o prevenir una infección provocada por una bacteria. Se debe tomar el medicamento de la forma indicada por el médico. El medicamento que más se receta es la azitromicina (Zitromax ®).
- El legrado se realiza para eliminar los tejidos restantes en el útero tras dar a luz o sufrir un aborto.
- La aguja aspirada puede utilizarse para drenar un absceso en el abdomen. Se introduce una aguja a través del abdomen o de la vagina, que se utiliza para eliminar el pus.
- También se puede realizar una intervención quirúrgica para eliminar pus o tejido infectado en caso de endometritis grave.
Remedios naturales para la endometritis
Entre los remedios naturales para la endometritis se encuentran alimentos antiinflamatorios naturales como la malva y alimentos con propiedades antibacterianas como el ajo.
Estos remedios solo son eficaces si la paciente lleva una alimentación saludable.
Pronóstico para las pacientes con endometritis
En el 90% de los casos, el tiempo de recuperación de las pacientes que han padecido endometritis leve o moderada y que han sido tratadas con antibióticos es de 48 a 72 horas.
Si en este tiempo no desaparece, la paciente debe someterse a una nueva valoración.
Prevención de la endometritis
La endometritis provocada por infecciones de transmisión sexual se puede prevenir de las siguientes maneras:
- Diagnóstico precoz y tratamiento completo de la infección de transmisión sexual en la paciente y en todas sus parejas sexuales.
- Tener relaciones sexuales con protección, utilizando el preservativo.
- El riesgo de padecer endometritis se reduce si se emplean técnicas e instrumentación médica esterilizada en el parto, en un aborto, al introducir un DIU, así como en otros procedimientos ginecológicos.
- Los antibióticos pueden administrarse justo antes de una operación quirúrgica para prevenir la endometritis y otras infecciones provocadas por la cirugía.
- Síntomas de la peritonitis infecciosa
- Prolapso de vejiga – síntomas y cirugía
- Síntomas del aborto médico o quirúrgico
