Fibroma uterino


El fibroma uterino (o mioma) es un tumor benigno que se origina en la capa muscular de la pared del útero. Se trata de la capa central, la que provoca las contracciones durante el parto.

Aunque está compuesto por las mismas fibras musculares lisas de la pared del útero (miometrio), el fibroma dispone de una densidad mucho mayor que la del miometrio normal.

No se debe confundir esta formación con el pólipo uterino que se forma en la mucosa interna del útero.

Generalmente, los fibromas uterinos tienen forma redonda o semirredonda.
Los fibromas son más comunes en las mujeres de entre 35 y 50 años.
No suelen provocar problemas y muchas mujeres ni siquiera saben que los tienen.

El número y tamaño de los miomas puede variar y, en general, crecen lentamente y sin provocan síntomas, por lo que no requieren tratamiento.
Sin embargo, aproximadamente el 25% de los fibromas uterinos presenta síntomas y se requiere un tratamiento para resolver el problema.
Un fibroma uterino puede desarrollarse individualmente o en racimos y su tamaño puede variar entre 1 mm y más de 20 cm de diámetro.
Los miomas son los tumores más frecuentes en la pelvis femenina y representan el motivo principal de que una mujer se someta a una histerectomía.
Esta masa es benigna y no produce metástasis.

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Existen cuatro tipos de fibroma uterino según la posición del útero.
El más común es el mioma uterino intramural.

  • Mioma subseroso – este fibroma se desarrolla en la parte externa del útero y sigue creciendo hacia el exterior.
  • Mioma intramural – se desarrolla dentro de la pared del útero y se expande, provocando una sensación de útero más grande de lo normal.
  • Mioma submucoso – se desarrolla justo debajo de la capa que recubre la cavidad uterina.
    Este tipo de fibroma uterino es el que provoca un sangrado menstrual más abundante y puede ocasionar problemas de infertilidad y aborto espontáneo.
  • Mioma pediculado – son los miomas que se desarrollan en un pedúnculo pequeño, conectándolos a la parte interna o externa del útero.

 

Causas del fibroma uterino

Los médicos desconocen las causas de los fibromas uterinos, pero gracias a las distintas investigaciones y pruebas clínicas se han descubierto los siguientes factores de riesgo:

  • Alteraciones genéticas. Muchos fibromas contienen genes distintos a los de las células normales del tejido muscular uterino. Al parecer, existe una relación con los lazos familiares: por ejemplo, los gemelos homocigotos tienen mayor probabilidad de padecer un fibroma respecto a los gemelos heterocigotos.
  • Hormonas. Al parecer, los estrógenos y la progesterona, dos hormonas que estimulan el desarrollo de la mucosa uterina durante el ciclo menstrual como preparación para el embarazo, fomentan el crecimiento de los fibromas. Éstos contienen más receptores de estrógenos y progesterona en relación a las células normales del tejido muscular uterino. Los fibromas tienden a reducirse tras la menopausia por la disminución en la producción de hormonas.
  • Otros. Los factores de crecimiento similares a la insulina son sustancias producidas por el hígado que pueden fomentar el crecimiento de los fibromas uterinos.

 

¿Cuáles son los síntomas del fibroma uterino?

Para la mayoría de mujeres los fibromas no presentan síntomas.

Síntomas según la posición, el tamaño y el número

Fibroma uterino submucoso. Los fibromas que crecen en la cavidad más interna del útero tienen una mayor probabilidad de provocar sangrado menstrual abundante y prolongado y a veces constituyen un problema para las mujeres que desean quedarse embarazadas.

Fibroma uterino subseroso. Los fibromas subserosos se proyectan hacia el exterior del útero, a veces ejercen presión sobre la vejiga provocando síntomas del aparato urinario.
Si el fibroma se desplaza hacia la parte posterior del útero puede ejercer presión sobre el recto, provocando una sensación de presión, o sobre los nervios espinales ocasionando dolor de espalda.

Fibromas uterinos intramurales. Algunos fibromas crecen dentro de la pared muscular uterina. Si crecen lo suficiente, pueden modificar la forma del útero y provocar ciclos menstruales prolongados con sangrado abundante, además de ejercer presión y provocar dolor.

Al menos un 25% de las mujeres con fibroma uterino presenta los siguientes síntomas:

El fibroma también puede provocar infertilidad (imposibilidad de quedarse embarazada), especialmente cuando se sitúa cerca de la inserción de las trompas de Falopio, así como abortos espontáneos o parto prematuro (antes de la semana 37 de gestación) si se ubica bajo la inserción de la placenta.

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Diagnóstico del fibroma uterino

Durante la palpación interna de la vagina y del abdomen, el médico percibe una forma anómala del útero.

Las pruebas diagnósticas son:

  • Ecografía. Puede realizarse una ecografía abdominal o transvaginal (introduciendo una sonda dentro de la vagina) para observar el interior del útero.
  • Análisis de sangre. Sirven para saber si la paciente sufre de anemia provocada por pérdidas crónicas de sangre y para excluir otros problemas, como por ejemplo problemas de tiroides.

Si la ecografía tradicional no es suficiente, el médico puede solicitar:

  • Resonancia magnética.
  • Histerosonografía. Se trata de una ecografía en la que se utiliza una solución salina con objeto de expandir la cavidad uterina y detectar con más facilidad un fibroma en la mucosa del endometrio.
  • Histerosalpingografía. Examen radiológico del útero y de las trompas de Falopio gracias a un medio de contraste.
  • Histeroscopia. Examen del útero y de las trompas de Falopio que se realiza introduciendo un histeroscopio (un instrumento fino) conectado a una cámara.

 

Tratamiento y medicamentos para el fibroma uterino

No existe un único tratamiento para el fibroma uterino, más bien varias opciones de tratamiento.
Si se manifiestan los síntomas, es necesario tratar con el médico las posibles opciones de tratamiento.

Espera vigilante
Muchas mujeres con fibroma uterino no presentan signos ni síntomas, solo una leve molestia con la que pueden vivir.

Los fibromas no son cancerosos y en muy pocas ocasiones afectan al embarazo.
Generalmente, crecen lentamente y tienden a reducirse y a calcificarse tras la menopausia, cuando disminuyen los niveles de las hormonas reproductivas.

Fármacos
Los medicamentos para los fibromas uterinos actúan sobre las hormonas que regulan el ciclo menstrual, son eficaces para el alivio de algunos síntomas como el sangrado menstrual abundante y la presión pélvica.
Los medicamentos no eliminan los fibromas, pero los pueden reducir.

Entre los medicamentos se incluyen los agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina.
Estos fármacos (que toman el nombre comercial de Lutrate Depot, Synarel y otros) bloquean la producción de estrógenos y progesterona, provocando un estado temporal de postmenopausia. Por esta razón, se bloquea la menstruación, se encogen los fibromas y generalmente mejora la anemia.
El médico puede recetar un agonista de la hormona liberadora de gonadotropina para reducir el tamaño de los fibromas antes de una intervención quirúrgica programada.
Muchas mujeres sufren fuertes golpes de calor al utilizar el medicamento.
En general, los agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina no se utilizan durante más de tres meses, ya que los síntomas vuelven a presentarse cuando se deja de tomar el medicamento y su consumo a largo plazo puede provocar la pérdida ósea.

Sistema intrauterino liberador de progesterona (SIU)
Un sistema liberador de progesterona puede aliviar el sangrado abundante provocado por los fibromas.
Un SIU solamente alivia los síntomas, pero no reduce ni elimina los fibromas.

Otros medicamentos
El médico puede recomendar otros medicamentos, por ejemplo la píldora anticonceptiva o progestágenos, que ayudan a tener bajo control el sangrado menstrual pero no reducen el tamaño del fibroma.

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) no son medicamentos hormonales. Pueden ser eficaces para aliviar el dolor, pero no reducen la hemorragia provocada por los fibromas. El médico también puede recomendar vitaminas e hierro si se produce anemia y el sangrado menstrual es abundante.

La cirugía con ultrasonido focalizado para los fibromas uterinos es una opción de tratamiento no invasivo para los fibromas uterinos que preserva el útero y no requiere ninguna incisión, ni hospitalización.

Este tratamiento se realiza con una resonancia magnética, utilizando un transductor de ultrasonido de alta frecuencia para el tratamiento.
A través de las imágenes, el médico puede determinar la posición exacta del fibroma uterino. Una vez que se detecta la posición del fibroma, el transductor de ultrasonidos concentra las sondas sonoras (sonicación) en el fibroma para calentar y destruir pequeñas zonas de tejido del fibroma.

Esta tecnología es reciente, los investigadores científicos aún no conocen con certeza su impacto a largo plazo ni su eficacia.
Sin embargo, los datos demuestran que, por ahora, la cirugía con ultrasonido para los fibromas uterinos es segura y eficaz.

 

¿Cuándo se debe operar? ¿Cuándo se debe extirpar el fibroma?

Si una mujer presenta pérdidas de sangre abundantes, cólicos, menstruación dolorosa, infertilidad y enfermedades de la vejiga o del intestino, debe considerar la opción de una intervención quirúrgica.

Intervenciones mínimamente invasivas
Algunas intervenciones pueden destruir los fibromas uterinos mediante una intervención quirúrgica sin necesidad de extirparlos.

Embolización de las arterias uterinas
Se inyectan pequeñas partículas (agentes embólicos) en las arterias que vascularizan el útero, interrumpiendo el flujo de sangre hacia el fibroma que, por lo tanto, muere (necrosis coagulativa).
Esta técnica puede ser eficaz para reducir los fibromas y aliviar los síntomas.
Se pueden presentar algunas complicaciones si se ve afectado el flujo sanguíneo hacia los ovarios u otros órganos.

Miolisis
Este procedimiento laparoscópico consiste en la aplicación de una corriente eléctrica o rayo láser, que destruye los fibromas uterinos y reduce los vasos sanguíneos que los alimentan.
La criomiolisis es un procedimiento similar que congela los fibromas.
Las miolisis no se practican con mucha frecuencia.

Miomectomía laparoscópica asistida por robot
En una miomectomía, el cirujano extirpa los fibromas manteniendo el útero en su posición normal.
Si los fibromas son pocos y pequeños, se puede optar por una intervención laparoscópica o robótica, en la que se introducen unos instrumentos largos y finos, en pequeñas incisiones realizadas en el abdomen, con el fin de eliminar los fibromas del útero.
El médico observa la zona abdominal en la pantalla, conectada a una cámara situada en uno de los instrumentos quirúrgicos.
La miomectomía robótica proporciona al cirujano una visualización del útero más amplia y tridimensional. Por esta razón, la miomectomía robótica es más precisa que otras técnicas.
Esta intervención de laparoscopia se realiza con anestesia general, por lo que se requiere permanecer una noche en el hospital. El tiempo de recuperación es de aproximadamente 3-4 semanas.

Miomectomía histeroscópica
Este procedimiento puede ser una opción si los fibromas están situados en el interior del útero (submucoso). El cirujano introduce los instrumentos a través de la vagina y el cérvix del útero para eliminar los fibromas.
Esta intervención no requiere hospitalización y la paciente puede regresar a casa tras algunas horas en observación.
El tiempo de recuperación es de 3 a 4 días de reposo en casa.

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Ablación endometrial y resección del fibroma (submucoso)

Este tratamiento se realiza con ayuda de un instrumento especial que se introduce en el útero y utiliza el calor, la energía por microondas, el agua caliente o la corriente eléctrica para destruir la pared interna del útero, que puede interrumpir la menstruación o reducir el flujo.
Generalmente, la ablación endometrial sirve para interrumpir el sangrado anómalo.
El fibroma submucoso puede extirparse durante la histeroscopia por ablación endometrial, pero esto no afecta a los fibromas situados fuera de la capa interna del útero.

 

Intervención quirúrgica tradicional para el fibroma

Las opciones de procedimiento quirúrgico tradicional son:

Miomectomía abdominal
En caso de tener varios fibromas, fibromas muy grandes (más de 4 cm) o muy profundos, el médico puede efectuar una intervención abdominal a cielo abierto (laparotomía) para extirpar los fibromas.
Muchas mujeres creen que la histerectomía es la única opción, pero también se puede realizar una miomectomía abdominal.
Es muy importante recordar que el fibroma uterino puede trasformarse en un tumor maligno, si bien no es algo común, por lo que la intervención solo sirve para aliviar los síntomas si el médico no tiene sospechas de cáncer.

histeroctomia-total-úteroHisterectomía
Esta intervención consiste en extirpar el útero y es la única solución permanente para los fibromas uterinos.
El problema es que la histerectomía es una intervención quirúrgica importante que elimina la posibilidad de tener hijos.
Además, si se opta también por eliminar los ovarios, la histerectomía da lugar a la menopausia, por lo que se recomienda evaluar muy bien si conviene empezar una terapia hormonal sustitutiva.
La menopausia provoca alteraciones hormonales y del metabolismo, como por ejemplo aumento de peso, por lo que se debe valorar si empezar o no la terapia.
La mayoría de las mujeres con fibromas uterinos puede optar por no extirpar sus ovarios.

La histerectomía abdominal se realiza con anestesia general. La mayoría de las mujeres pasa entre 3 y 4 noches en el hospital y el tiempo de recuperación es de 6 a 7 semanas aproximadamente.
La fiebre tras la intervención es normal durante los primeros días, pero en caso de fiebre alta y otros síntomas es necesario ponerse en contacto con el cirujano.

 

¿Cuáles son los riesgos y las posibles complicaciones de la histerectomía?

Como todas las intervenciones, la histerectomía también presenta riesgos y posibles complicaciones. A continuación, se citan las principales:

No se deben subestimar las complicaciones de tipo hormonal y psicológico provocadas por la menopausia precoz.
Tras la intervención, se pueden mantener relaciones sexuales. Es más, no debería sentirse ningún tipo de dolor por culpa del fibroma.

 

Riesgo de volver a desarrollar un fibroma (recidiva)

En todas las intervenciones, excepto en la histerectomía, los tumores de pequeño tamaño no detectados por el médico durante la intervención quirúrgica podrían crecer y provocar una recidiva.
Los nuevos fibromas pueden provocar síntomas, en cuyo caso deben tratarse.

Remedios naturales para los fibromas uterinos
No existe una solución fitoterápica u homeopática natural para el problema de los fibromas, pero existen algunos productos que pueden reducir los síntomas.
Una dieta y alimentación equilibradas pueden ayudar a reducir el tamaño de este tumor benigno, si bien todavía no se ha investigado mucho sobre el tema.

Medidas preventivas
Por desgracia, dado que no se conoce con certeza la causa de los tumores, no existe una manera de prevenir el desarrollo de fibromas uterinos.
Si una mujer forma parte de una de las poblaciones de riesgo, el médico deberá realizar exámenes periódicos de control para la detección de fibromas.

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Este artículo contiene información general que no se sustituye al examen médico, no se puede utilizar para diagnosticar o establecer un tratamiento. Hable con su médico antes de seguir las instrucciones contenidas en el sitio.

Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo