Fractura de la cabeza del radio


La fractura de la cabeza del radio ocurre en el codo y puede deberse a un traumatismo directo o indirecto en la articulación o en el antebrazo.

 

Anatomía del codo con radio y cúbito

El codo es una articulación que se compone de tres huesos: dos en el antebrazo (radio y cúbito) y una en el brazo (húmero).

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Anatomía del codo con radio y cúbito – © Massimo Defilippo

Estos huesos cooperan para permitir el movimiento del codo, del antebrazo y de la muñeca.

El radio es el hueso más pequeño del antebrazo, y forma una articulación con el cúbito (articulación radiocubital) para permitir la rotación del antebrazo (supinación, pronación).

El radio forma una articulación con el húmero para permitir la rotación del antebrazo, la flexión y la extensión del codo.

El codo tiene estabilidad gracias a los ligamentos, en las proximidades de esta articulación se encuentran: la arteria braquial y los nervios del plexo braquial, que se llaman mediano, radial y cubital.

 

Las fracturas proximales de radio pueden ser no desplazadas (el hueso sigue alineado) o desplazadas (los fragmentos óseos no están alineados).

Se emplea la clasificación de Mason para elegir el tratamiento y predecir el pronóstico.

  • La lesión proximal de radio de tipo I no es desplazada y la articulación está poco afectada, puede ser difícil detectarla con el diagnóstico por la imagen.
  • En las fracturas de tipo II los fragmentos óseos están a por los menos 2 mm de distancia; los fragmentos pueden rotar o doblarse (formar ángulos anormales).
  • En las fracturas de tipo III la cabeza del radio se rompe en muchos fragmentos (conminutas).
  • Las fracturas de tipo IV son fracturas conminutas que ocurren junto con la dislocación de codo.

 

Causas

Por lo general, una fractura proximal de radio se debe a una caída en la que se aterriza con las manos abiertas o a un golpe directo en la parte externa del codo.

Al mismo tiempo, también pueden ocurrir otras lesiones de otros huesos que componen el codo (húmero y cúbito) y de los tejidos blandos que están a su alrededor (tendones, músculos, ligamentos, nervios y vasos sanguíneos).

Los pacientes que padecen de una fractura de la cabeza del radio pueden sufrir lesiones en el ligamento colateral radial y cubital con facilidad.

La osteoporosis no es uno de los factores más destacados que causan estas fracturas, de hecho las personas mayores no son las más afectadas.

 

Signos y síntomas

Los síntomas de una fractura de la cabeza del radio son:

  • Dolor, sobre todo cuando se mueve el codo,
  • Limitación de movimiento,
  • Hinchazón,
  • Enrojecimiento,

 

Diagnóstico

Si cabe la posibilidad de padecer de una fractura de codo hay que atender al médico lo antes posible.

Normalmente el ortopedista prescribe una radiografía para evaluar la magnitud de la lesión y para confirmar el diagnóstico de la fractura.

Rara vez se prescribe una tomografía axial computarizada del codo para definir el tipo de fractura.

 

Tratamiento

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Fractura del codo, evaluación y ligeros movimientos – © Massimo Defilippo

Las fracturas de la cabeza del radio se clasifican según el grado de desplazamiento de los fragmentos.

 

Métodos conservadores

Inmovilización simple (hasta un ángulo de 30 grados)

Las fracturas que en los niños pequeños suelen tener una inclinación de la cabeza del radio inferior a 20-30 grados se pueden tratar simplemente inmovilizando el codo.

Una órtesis posterior o una escayola larga en el brazo suelen ser suficientes para garantizar una posición cómoda y proteger de otras lesiones.

El drenaje del hematoma que se encuentra entre las articulaciones puede reducir las molestias.

 

Reducción cerrada con manipulación (30-60 grados)

En las fracturas simples con una inclinación de la cabeza del radio hasta 60 grados, se puede alcanzar un resultado satisfactorio manipulando y empleando la reducción cerrada.

La posibilidad de conseguir una reducción satisfactoria disminuye mucho si la inclinación es mayor de 60 grados.

Aunque se puedan alcanzar resultados aceptables con una inclinación de 45 grados, se deberían manipular las fracturas que forman ángulos mayores de 30 grados.

 

Técnica de manipulación de Patterson

Muchos médicos han adoptado una técnica de reducción que manipula el codo extendido, tal como afirma Patterson.

Es necesario relajarse de manera adecuada y eso es posible solo con anestesia general o con algunos tipos de anestesia local.

El ligamento anular debería estar intacto para estabilizar el fragmento proximal de la cabeza del radio.

 

En la técnica de Patterson, el asistente agarra con una mano el brazo en su región proximal, donde está la articulación del codo.

Se tiene que colocar la otra mano en la parte interna a cubrir la región distal del húmero para proporcionar equilibrio medial para el estrés hacía fuera que se aplica a través del codo.

El cirujano aplica una tracción distal con el antebrazo supino para relajar el bíceps y los músculos supinadores.

Se aplica una fuerza hacia fuera a través del codo para reducir la deviación cubital (desplazamiento hacia dentro) del fragmento distal, de manera que se pueda alinear con el fragmento proximal.

Esta fuerza hacia fuera incluso permite abrir la parte externa de la articulación, así se favorece la manipulación del fragmento de la cabeza del radio.

 

El tratamiento quirúrgico está indicado para fracturas inestables de la cabeza del radio y para las dislocaciones.

Se emplea la “regla del tres” para determinar si la cirugía es necesaria: lo es si la fractura afecta más del 33% de la superficie articular, forma un ángulo mayor de 30° o se ha desplazado de más de 3 mm.

Un bloqueo mecánico que impide el movimiento requiere siempre la cirugía a cielo abierto para eliminar el bloqueo de los huesos, los fragmentos osteocondrales u óseos.

Las fracturas abiertas se consideran urgencias quirúrgicas, requieren irrigación quirúrgica y el desbridamiento en el quirófano con antibioticos apropiados, aunque la herida sea pequeña.

Al mismo tiempo, se realiza también la estabilización inmediata de la lesión ósea.

 

Fracturas de tipo I

Por lo general son fracturas pequeñas, que se parecen a grietas, y los fragmentos óseos permanecen juntos.

Al principio es difícil detectar las fracturas con la radiografía, pero se pueden detectar si se repite la radiografía algunos días después del accidente.

El tratamiento no quirúrgico consiste en utilizar una órtesis durante un par de días, luego es necesario empezar a mover el codo.

Si se mueve el codo demasiado pronto o de manera demasiado rápida, los huesos pueden deslizar y la fractura se convierte en desplazada.

 

Fracturas de tipo II

Las fracturas de tipo II suelen ser parcialmente desplazadas y afectan una región grande del hueso. Si el desplazamiento es pequeño, es suficiente llevar una órtesis durante una o dos semanas, y posteriormente realizar una serie de ejercicios de kinesioterapia.

Se pueden extraer los pequeños fragmentos a través de la cirugía.

Si el fragmento es grande y puede seguir unido al resto del hueso, el cirujano ortopédico trata de sujetarlo con tornillos y pivotes.

De todas formas, si esto no es posible, el cirujano extrae los fragmentos rotos o la cabeza del radio.

En las personas mayores y más sedentarias, el cirujano puede extraer solo la parte rota del hueso o la totalidad de la cabeza del radio.

El ortopedista tiene que sanar también las posibles lesiones de los tejidos blandos, tales como un ligamento desgarrado.

 

Fracturas de tipo III

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Fractura de radio operado con placas y tornillos – © Massimo Defilippo

Las fracturas de tipo III se componen de fragmentos óseos múltiples, que no se pueden sujetar para la recuperación.

Normalmente se aprecia un daño considerable en la articulación y en los ligamentos.

La cirugía resulta siempre necesaria para extraer los fragmentos óseos pequeños, tales como la cabeza del radio, y para sanar las lesiones de los tejidos blandos.

Para evitar la rigidez del codo hace falta extender y doblar el antebrazo lo antes posible.

Se puede colocar una prótesis para prevenir la deformidad del codo si la inestabilidad es grave. Incluso la fractura más leve puede posiblemente causar una pérdida de extensión del codo para siempre.

Esta limitación, en la mayoría de los casos, no causa una reducción de la funcionalidad.

La fisioterapia es necesaria antes de volver a la plena actividad con independencia del tipo de fractura o del tratamiento empleado.

 

Complicaciones

Las complicaciones precoces de las fracturas de la cabeza del radio o de las dislocaciones son: lesiones neurovasculares, infecciones y el síndrome compartimental.

Las complicaciones tardías son: los huesos no se consolidan o lo hacen con retraso, la rotura de los elementos de osteosíntesis colocados durante la cirugía, los huesos se alinean de manera incorrecta, la infección, la sinostosis (articulaciones inmoviles) y el dolor persistente.

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Este artículo contiene información general que no se sustituye al examen médico, no se puede utilizar para diagnosticar o establecer un tratamiento. Hable con su médico antes de seguir las instrucciones contenidas en el sitio.

Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo