Pruebas diagnósticas para la fractura de la vértebra lumbar
La radiografía es la prueba estándar necesaria para la evaluación de las fracturas de la columna vertebral en proyección anteroposterior y lateral de la espina lumbar.
En el caso de fractura somática, la proyección lateral muestra posibles reducciones de la altura del cuerpo vertebral.
La proyección anteroposterior es útil para detectar fracturas inestables porque muestra un aumento del espacio intervetrebral.
La vértebra cambia forma porque el peso del cuerpo la aplasta, puede asumir forma de cuña (con la parte anterior más baja) o cóncava (con la parte central corta).
La TAC muestra una posible contracción en el canal espinal. Esta prueba es útil para descartar una fractura-estallido, de hecho esta imagen es muy útil para visualizar la lámina vertebral y los elementos posteriores de las vértebras.
La resonancia magnética es necesaria cuando cabe sospecha de una fractura con compresión de la raíz del nervio y el paciente padece de ciática. Este tipo de imagen resulta más preciso para detectar:
- Hemorragias;
- Tumores;
- Infecciones
Además permite visualizar imágenes mejores de la columna vertebral.
Actualmente la densitometría ósea representa el método más empleado para analizar la densidad ósea del paciente.
Estas imágenes son necesarias para determinar si las mujeres menopáusicas que tienen más de 50 años y los hombres que tienen más de 65 años padecen de osteoporosis y la gravedad de la enfermedad.
Una baja densidad ósea aumenta el riesgo de fracturas vertebrales.
Pruebas especiales
Las pruebas ortopédicas de evaluación más adecuadas para las fracturas de la cuarta y de la quinta vértebra lumbar (L4 y L5) son:
- Un examen clínico lumbar con palpación de las vértebras;
- Un examen neurológico de las extremidades inferiores;
- Una prueba de distensión del nervio ciático (signo de Lasègue) realizado levantando la pierna extendida cuando el paciente está tumbado boca arriba.
El fisioterapeuta debería observar la zona lumbar para detectar calor y enrojecimiento, además debería tocar las vértebras lumbares, para detectar posibles deformidades.
En caso de fractura, durante el movimiento y a través de la palpación, el paciente siente fuerte dolor en el sitio donde el hueso está fracturado.
El paciente puede padecer de:
- Postura cifótica;
- Entumecimiento;
- Hormigueo en las extremidades inferiores.
Tratamiento quirúrgico de la fractura de la vértebra L1 o L2
Cuando se aprecian trastornos neurológicos, normalmente es necesaria la cirugía solo para sanar la lesión.
Hay distintos tratamientos que dependen:
- Del grado de alteración;
- Del nivel espinal donde ha ocurrido la fractura;
- Del estado de salud del paciente.
Si el paciente con fractura lumbar es joven, el cirujano puede colocar placas, tornillos y otros elementos mecánicos para unir las vértebras lesionadas.
Vertebroplastia
Es un tratamiento eficaz en la gestión de las fracturas vértebrales por compresión. La vertebroplastia consiste en realizar un corte quirúrgico en la espalda y en inyectar una sustancia parecida al cemento óseo en el cuerpo vertebral fracturado.
Cifoplastia
Es un tratamiento poco invasivo en el que se realiza solo un pequeño agujero en cambio de un corte con el bisturí.
La cirugía alivia el dolor de la fractura vertebral introduciendo cemento óseo dentro de la vértebra.
El cemento se solidifica y estabiliza la parte lesionada.
Durante este tratamiento, el cirujano introduce una cánula en el cuerpo vertebral, posteriormente introduce un expansor óseo para recuperar la altura de la vértebra aplastada.
Según informes científicos, la cifoplastia tiene resultados parecidos a los de la vertebroplastia, pero presenta una mayor recuperación de la altura vertebral.
Tratamiento sin cirugía para la fractura de la vértebra lumbar
El tratamiento para los pacientes que no necesitan cirugía es necesario para aliviar el dolor y se basa en el refuerzo y en la rehabilitación.
Las fracturas por compresión y las que afectan a las partes anterior y central de las vértebras son las más adecuadas para este tipo de tratamiento.
La órtesis que se suele usar para este tipo de lesiones es una faja en extensión que incluye la parte lumbar de la espalda.
Durante las sesiones de terapia física, los pacientes tienen que aumentar su propia movilidad sin sentir dolor.
Con esta órtesis pueden moverse y realizar ejercicios de rehabilitación para prevenir la osteoporosis.
Las opciones sin cirugía se están convirtiendo en el método de tratamiento favorito en caso de fractura lumbar porque a menudo el refuerzo y los tratamientos son más eficaces de la cirugía.
Medicamentos
El médico puede recetar algunos medicamentos que tengan paracetamol o los opioides para reducir el dolor que se debe a la fractura lumbar de la columna vertebral.
Bloquear el nervio espinal con una inyección de anestésico en la región L2 resulta eficaz contra la lumbalgia aguda debida a la fractura.
Terapia física y rehabilitación para la fractura de la vértebra lumbar
Sin depender de si el paciente se ha sometido a cirugía o no, la rehabilitación es necesaria después de que la herida se haya cicatrizado.
Los objetivos de la rehabilitación son:
- Reducir el dolor,
- Recuperar la movilidad,
- Mejorar la fuerza y el equilibrio.
Los problemas que pueden complicar estos objetivos incluyen:
- Falta de reducción de la fractura,
- Lesiones neurológicas (parálisis),
- Deformidad de la columna vertebral.
Tiempos de recuperación después de la fractura de la vértebra lumbar y pronóstico
Los tiempos de recuperación dependen del tipo de daño, una lesión neurológica puede no sanar, en cambio el hueso suele recuperarse de manera gradual dentro de alrededor de 3 meses.
Aunque con la radiografía se siga detectando la deformación de la vértebra, si la columna lumbar es estable y el paciente consigue moverse sin dolor, puede volver a las actividades diarias.
La terapia magnética reduce los tiempos de formación del callo óseo de hasta el 50%.
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