Hernia de disco – tratamiento

El tratamiento para la hernia de disco tiene que adaptarse a cada paciente.
Para los pacientes que no padecen dolor agudo y pueden recuperarse, se recomienda un tratamiento a largo plazo (12 semanas, por ejemplo).

Para los pacientes con lumbociática aguda sin respuesta al tratamiento conservador, la intervención quirúrgica para descomprimir el nervio representa una buena opción para curar la hernia de disco lumbar.

Los pacientes con algún déficit neurológico progresivo, o que desarrollen de repente una disfunción intestinal o de la vejiga (incontinencia urinaria o fecal), deben acudir inmediatamente al neurocirujano, puesto que estos trastornos pueden tratarse de una urgencia médica. Por suerte, ambas situaciones suelen ser excepcionales y la mayoría de intervenciones quirúrgicas de la hernia de disco lumbar se llevan a cabo por elección del paciente.

Medicamentos para la hernia de disco

Medicamentos sin receta médica
Si el dolor no es agudo, el médico puede recetar un analgésico de venta libre, tales como ibuprofeno (Neobrufen, ketoprofeno, etc.), paracetamol (Efferalgan, etc.) o naproxeno.
Muchos de estos fármacos implican un riesgo de hemorragia gastrointestinal y un exceso de paracetamol puede dañar el hígado.

Narcóticos
Si el dolor no mejora con los medicamentos de venta libre, el médico puede recetar narcóticos, como la codeína, así como una combinación de medicamentos con opioides.
Entre los posibles efectos adversos de estos medicamentos se encuentran somnolencia, náuseas, mareos y estreñimiento.

Medicamentos para el dolor del nervio
Medicamentos como gabapentin (Neurontin), pregabalina (Lyrica), duloxetina (Cymbalta), tramadol (Tramadol gotas) y amitriptilina suelen ser eficaces para aliviar el dolor de origen nervioso. Dado que estos medicamentos presentan menos efectos adversos que los estupefacientes, suelen recetarse cada vez más para las personas que sufren una hernia de disco.

Miorrelajantes
Relajantes musculares como diazepam (Valium) o ciclobenzaprina (Yurelax) pueden recetarse en caso de que se produzcan contracturas musculares en las extremidades o en la espalda.
Los efectos adversos más comunes producidos por estos medicamentos suelen ser la somnolencia y los vértigos.

Inyecciones de cortisona
La cortisona es un antiinflamatorio que puede administrarse a través de inyecciones por vía muscular, sobre todo durante los tres primeros días, cuando la inflamación se encuentra en fase aguda.
Se pueden administrar en combinación con los miorrelajantes.
La cortisona y los miorrelajantes son el primer tratamiento que se debe realizar en caso de ciática o cervicobraquialgia.

Ozonoterapia
La ozonoterapia es un tratamiento mínimamente invasivo para la hernia de disco lumbar, basado en las propriedades bioquímicas de una mezcla compuesta por oxígeno y ozono.
Se utiliza una combinación de oxígeno y ozono, porque el efecto oxidativo consigue reducir la protuberancia del disco y, por consiguiente, la presión sobre el nervio.
No existen pruebas científicas acerca de la eficacia de este tratamiento.

Remedios naturales para la hernia de disco

Tratamiento quiropráctico
Antes de nada, cabe recordar que con estas técnicas los quiroprácticos solo pueden aliviar el dolor a corto plazo.
Por lo general, es imposible «volver a meter la pasta de dientes en el tubo» si ya se ha formado una hernia o una protrusión discal.
En otras palabras, el quiropráctico no puede curar al paciente eliminando la causa del dolor.

Descripción del tratamiento quiropráctico
El tratamiento quiropráctico suele desarrollarse de la siguiente manera:
El especialista realiza una manipulación muy rápida en la vértebra afectada con un movimiento muy corto.
Se percibe entonces un crujido correspondiente a la liberación de burbujas de gas (cavitación de la articulación).
El ruido procede de la formación de oxígeno, nitrógeno y dióxido de carbono que reduce la presión articular.
En la mayoría de los casos se percibe una sensación de alivio, aunque se puede experimentar una molestia (que suele durar poco) si los músculos de la columna vertebral están contraídos o si el paciente permanece tenso durante el tratamiento.

Tratamiento osteopático
El tratamiento osteopático es uno de los que producen mejores resultados a largo plazo.
El dolor que empieza en la región lumbar y en la zona sacra no siempre depende de la compresión del disco en el nervio ciático.
También existen otras causas, como por ejemplo:

• El nervio puede estar comprimido por el músculo piriforme o los ligamentos de las caderas
• El dolor puede proceder de las contracturas de los glúteos
• La ciática puede deberse a la ptosis (caída) del riñón

El osteópata ayuda a:

• Corregir la postura corporal
• Eliminar las contracturas
• Hacer que el cuerpo recupere su equilibrio
• Eliminar los estímulos dolorosos de los nervios

De este modo se reduce la presión sobre el nervio ciático, por lo que el dolor disminuye o desaparece.

Fisioterapia para la hernia de disco

El fisioterapeuta puede mostrarle al paciente posturas y ejercicios para reducir al mínimo el dolor de la hernia de disco.

¿Cómo puede ayudarnos un fisioterapeuta?
El principal objetivo del fisioterapeuta es que el paciente consiga desempeñar sus actividades diarias sin problemas.
Para ello, prepara un programa de tratamiento teniendo en cuenta los resultados de la evaluación y de los objetivos personales.
Lo más probable es que el programa esté compuesto por una combinación de ejercicios, incluyendo:

1.     Ejercicios con movimientos específicos para reducir la presión sobre el nervio y que no solo reducen el dolor, sino también los demás síntomas. Entre estos ejercicios, se encuentran los del método Mckenzie.

2.     Ejercicios de estiramiento para mejorar el movimiento de las articulaciones y de los músculos de la columna vertebral, brazos y piernas.
El método que más se usa para este objetivo es el “back school”.
Mejorar el movimiento de una articulación puede ser la clave para aliviar el dolor.

3.     Ejercicios de fortalecimiento. Si los músculos del tronco son fuertes, funcionan como soporte para las articulaciones vertebrales. Además, los brazos y las piernas muy musculosos ayudan a reducir la presión sobre la espalda.
La gimnasia postural incluye ejercicios de fortalecimiento y estiramiento para toda la columna vertebral y los músculos de las caderas.

4.     La rehabilitación en el agua puede ser una manera eficaz para permanecer físicamente activo cuando los ejercicios en el gimnasio provocan dolor.
El culturismo se puede realizar siempre que el individuo no perciba dolor y que realice los movimientos adecuados para evitar el estrés en la espalda y el cuello.

5.     Ejercicios aeróbicos. Según algunos estudios, estos ejercicios son útiles para aliviar el dolor, mantener un peso corporal adecuado, mejorar la fuerza y el movimiento en general. Todos estos factores son importantes para el tratamiento de la hernia de disco.

Aunque parezca un programa con demasiados ejercicios, la investigación demuestra que cuanto más ejercicios se realicen, más rápido desaparecen el dolor y los demás síntomas.
Si el paciente tiene sobrepeso, los ejercicios ayudan a reducir el peso y, de este modo, diminuye la presión sobre el disco intervertebral.

Tratamiento físico y postural para la hernia de disco

La corrección de la postura corporal para el dolor de espalda y una educación para el movimiento correcto son fundamentales.
Los especialistas mostrará pequeños cambios en la manera de sentarse, de permanecer de pie, plegarse, levantar objetos y acostarse.
Todo esto sirve para aliviar el dolor y tratar la enfermedad de forma autónoma.
El colchón es una posible fuente de dolor de espalda, si bien se debería pensar en cambiarlo solo en caso de que el dolor sea más agudo por la mañana, recién levantados.
Un colchón duro no es necesariamente mejor que uno blando. Se trata de una opción muy personal.

Existen otros tratamientos, como las tracciones y la TENS que solo proporcionan un alivio temporal.
Las tracciones y la tabla de inversión solo reducen la presión sobre los discos intervertebrales mientras se realiza el tratamiento, ya que no hacen que la hernia vuelva a alojarse en el disco.
La TENS puede interrumpir la percepción del dolor durante media hora como mucho.

Intervención quirúrgica para la hernia de disco

La operación de hernia de disco solo es necesaria en 1 de cada 100 casos.

¿Cuándo hay que recurrir a la cirugía?

1. En caso de compresión grave del nervio
2. Si los síntomas no mejoran después de tratamientos no quirúrgicos, como la fisioterapia o las inyecciones epidurales
   

   © alamy.com

3. Cuando se presentan dificultades para caminar o permanecer de pie
4. En caso de síntomas muy graves, tales como debilidad muscular progresiva o incontinencia urinaria. En este caso, la intervención se debe realizar lo antes posible.
   La hernia se seca con el tiempo, pero puede que necesite diez años para reabsorberse por completo. Por lo tanto, no se debe esperar demasiado.

El objetivo de la cirugía es extirpar la parte del disco con hernia.
Este tipo de intervención se llama discectomía y puede realizarse de varias maneras.

Discectomía abierta
Una discectomía abierta es un procedimiento para extirpar una parte o toda la hernia de disco.
Para esta intervención, se requiere el uso de anestesia.
El cirujano efectúa una incisión en la columna vertebral y extirpa el disco.

Intervención de prótesis de disco lumbar
La sustitución del disco intervertebral por una prótesis implica la sustitución del disco intervertebral roto por una prótesis de disco (artificial).
El cirujano realiza una incisión en la columna vertebral y extirpa una parte o todo el disco lesionado. A continuación, se introduce un disco nuevo en el espacio intervertebral.
Según un estudio, el 87 % de las personas estima que su calidad de vida mejora durante los 3 meses después de la sustitución del disco intervertebral.

Discectomía endoscópica con láser
Durante esta cirugía, el cirujano realiza una pequeña incisión para acceder a la columna vertebral. Se utiliza un endoscopio para observar el disco. El endoscopio es un aparato largo, estrecho, flexible, con una luz y una cámara en la parte extrema.
En función de la localización de la hernia en la columna vertebral, se utilizará anestesia local o general.

Tras la incisión, el cirujano libera el nervio comprimido que produce dolor y, con ayuda del láser, extirpa una parte del disco. Según un estudio, el 67 % de las personas tiene menos problemas para moverse seis meses después de la cirugía y casi el 30 % requiere una dosis inferior de medicamentos para reducir el dolor.
Solo el 2-4 % de las personas necesita otro tipo de intervención.
Según otro estudio, la gente suele volver al trabajo siete semanas después de la intervención.

Recuperación tras la operación de hernia de disco

La cirugía permite reducir los síntomas a la mayoría de personas que presentan graves síntomas derivados de la hernia de disco.
Los pacientes suelen volver al trabajo tras 5-6 semanas de rehabilitación.
No obstante, la cirugía no funciona para todo el mundo y puede que sea necesaria otra intervención u otro tratamiento si la intervención realizada no ha sido eficaz.

Posibles complicaciones derivadas de la cirugía

• Infección
• Lesión de un nervio
• Hemorragia
• Disestesias temporales (alteraciones de la sensibilidad)

Antes de realizar una intervención quirúrgica, se debe preguntar al médico acerca de las posibles complicaciones y el tiempo de recuperación.
El cirujano le puede proporcionar un programa de rehabilitación.
Según algunos estudios, los programas de ejercicios que empiezan 4-6 semanas después de una cirugía en la columna vertebral han permitido reducir el dolor y mejorar la actividad de la columna vertebral.

Recaída
Después de la intervención, muchas veces la hernia vuelve a desarrollarse.
Con frecuencia, el paciente operado vuelve a percibir dolor y es posible que se haya formado otra hernia de disco en otro segmento.
Por ejemplo, tras una intervención en el segmento L5-S1, puede que se produzca una hernia en el disco intervertebral superior, es decir L4-L5.

Tiempo de recuperación. Pronóstico para el paciente con hernia de disco

El pronóstico para la hernia de disco es muy complicado, porque hay muchos factores que pueden influir en el resultado.
La mayoría de personas mejora con el tratamiento.
No obstante, se puede experimentar dolor de espalda después de los tratamientos. Puede que se necesiten varios meses antes de volver a las actividades diarias sin dolor o con leves molestias.
Las personas que realizan trabajos pesados que incluyen el levantamiento de pesos deberían cambiar su actividad para no seguir dañando la espalda.

Actividades contraindicadas para la hernia de disco

En caso de hernia de disco con dolor en la espalda y en la pierna, no se recomienda correr, debido a los continuos impactos en la columna vertebral.
Asimismo, el ciclismo y el motociclismo pueden provocar movimientos violentos al pasar por un bache en el suelo. Ahora bien, si el asfalto se encuentra en buen estado se pueden practicar sin problemas.

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