¿Qué hay que hacer? Tratamientos para el pie diabético
Existen varios medicamentos disponibles para reducir el dolor.
El médico prescribe medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y analgésicos para reducir el dolor y la inflamación.
El médico le recomienda al paciente reposo y reducir los movimientos del pie que causan dolor.
Incluso si la diabetes y el dolor en el pie aumentan a medida que pasa el tiempo, hay que mantener los niveles de azúcar bajo control para reducir el dolor.
Si los niveles permanecen dentro de los parámetros normales, se pueden prevenir ciertos problemas antes de que se manifiesten los primeros síntomas, además esto ayuda a resolver algunos problemas que se habían presentado anteriormente.
La primera cosa que el paciente debe hacer es acudir al médico y someterse a un tratamiento eficaz para la diabetes.
Los medicamentos pueden ser beneficiosos, pero la única manera de curar la diabetes y de mantener un estilo de vida sano es teniendo una alimentación balanceada, de esta manera los niveles de azúcar en la sangre pueden mantenerse bajo control.
El tratamiento con antibiótico es fundamental en caso de infección. En este caso, el médico prescribe el medicamento más adecuado dependiendo de las otras enfermedades que padece el paciente.
Remedios naturales para el pie diabético
En los estudios científicos de la terapia hiperbárica no se han obtenido buenos resultados.
Uno de los mejores remedios es la dieta para diabéticos y realizar ejercicio físico con regularidad.
Asistencia de enfermería
Dependiendo de las dimensiones y de la profundidad de la úlcera, el paciente puede necesitar asistencia de manera frecuente (generalmente diariamente) por parte de un enfermero para realizar el vendaje y para que le ayude al paciente a escoger el calzado más adecuado.
Si el zapato es demasiado apretado puede provocar burbujas o ampollas que llevan a la formación de una úlcera.
Si la úlcera no es profunda, como parte del tratamiento hay que cambiar el vendaje muy seguido para mantener la infección bajo control.
Tutores ortopédicos, plantillas y zapatos para el pie diabético
Para evitar el roce con las úlceras de decúbito es necesario utilizar unos zapatos especiales.
Las plantillas para el pie diabético previenen la formación de lesiones que se desarrollan debido a la fricción con el zapato.
El roce y la presión también pueden estar causados por la hiperpronación del tobillo.
Si son adecuadas, las plantillas:
- Previenen el exceso de pronación,
- Distribuyen el peso a lo largo de toda la superficie del pie,
- Tienen una parte “hueca” en la zona en la que se encuentra la úlcera.
Zapatos para el pie diabético
Los zapatos no deben tener ninguna costura en los puntos de presión y deben ser flexibles, auto ajustables para permitir albergar la deformidad (como el pulgar del pie valgo) sin que haya fricción.
En los casos graves se requieren zapatos de suela curva para evitar una sobrecarga en la almohadilla de la planta del pie (cabezas del metatarsiano y los dedos).
En caso de úlceras abiertas, los zapatos deben tener la parte de adelante abierta para dejar respirar el pie.
Elevación de la pierna
Para evitar que se aplique presión en algunas zonas del pie, pueden mandar a hacer un Walker (aparato de sostén) que permite descargar la zona en la que se encuentra la úlcera.
Cirugía de revascularización del pie diabético
Existen algunas intervenciones quirúrgicas que permiten recuperar la circulación sanguínea y así evitar la amputación.
La angioplastia se realiza para abrir los vasos sanguíneos para permitir que la sangre circule libremente.
- Se introduce un catéter con un globo dentro de un vaso sanguíneo de la pierna o del pie.
- Se infla el globo para abrir la zona que se encuentra obstruida y se introduce una jaula de metal (stent) en el vaso sanguíneo.
La mayoría de los pacientes permanece en el hospital solamente durante una noche, después de haberse sometido a una intervención como esta.
La cirugía de bypass se realiza en una sala operatoria en la que el cardiocirujano remueve algunos vasos sanguíneos de una parte del cuerpo para introducirlos en el pie, reemplazando así el vaso sanguíneo obstruido y restableciendo el flujo de sangre.
Este es un procedimiento bastante invasivo, por lo que es necesaria una hospitalización y un tiempo de recuperación más largo.
Amputación debido a problemas en el pie
La gangrena puede estar causada por una úlcera en el pie diabético.
Una úlcera es una herida abierta que se desarrolla en los pies de las personas que padecen diabetes.
La glucemia alta provoca daños en los nervios (neuropatía periférica) y en los vasos sanguíneos de los pies.
La disminución de la sensibilidad de los nervios causa una probabilidad mayor de desarrollar una úlcera debido a que altera la percepción del propio cuerpo.
Los problemas de circulación causan un alto riesgo de infección.
- La infección reduce adicionalmente el flujo de sangre provocando una gangrena, es decir, la necrosis de los tejidos del cuerpo (muerte de las células). Cuando se produce la gangrena hay que amputar la extremidad para prevenir que se extienda en otros tejidos sanos de cuerpo. Los daños provocados en los vasos sanguíneos y en los nervios causan infecciones graves que son muy difíciles de curar.
- El problema más grave es el que se refiere a los pies. Cuando el paciente pierde la capacidad de sentir los dedos de los pies, estos pueden lastimarse fácilmente sin que la personas se percaten de la lesión.
- Incluso, a partir de una herida pequeña puede desarrollarse una úlcera que sucesivamente se transforma en una infección grave.
- Las infecciones en el pie pueden extenderse hasta las piernas.
- A veces. La infección es tan grave que el médico debe amputarle al paciente los dedos de los pies, el pie completo o incluso una parte de la pierna.
- La amputación es el último recurso para el tratamiento. El médico toma la decisión de amputar el miembro solamente cuando niguno de los otros medicamentos ha tenido efecto.
- El médico salva la mayor parte del pie o de la pierna. El médico debe estar completamente seguro de que la intervención quirúrgica es una intervención definitiva. Una infección puede provocar la muerte del paciente: la amputación, puede salvarle la vida.
¿Cuándo se requiere la amputación?
La infección y el tejido muerto se extienden a medida que pasa el tiempo y, por lo tanto, es necesario amputar el miembro para salvarle la vida al paciente. El cirujano puede amputar completamente el miembro inferior, un pie o solamente un dedo del pie.
El médico remueve el tejido muerto y lo reemplaza con un injerto de piel. El paciente permanece hasta ocho semanas en el hospital mientras se cierra la herida.
Intervención quirúrgica de amputación
Una amputación se realiza con anestesia general o epidural (anestesia regional); el paciente no siente ningún tipo de dolor durante la intervención quirúrgica.
La parte de la pierna que ha sido afectada se reemplaza con una prótesis: la autonomía del paciente depende de la parte del miembro que ha sido amputada.
El cirujano realiza varios procedimientos para mejorar la amplitud del movimiento del muñón y para reducir el riesgo de infección:
Los procedimientos consisten en:
- El muñón está cubierto por tejido blando,
- El cirujano fija los músculos a los huesos para darle amplitud al movimiento del muñón,
- El médico sutura la herida con puntos o con grapas.
Después de la intervención, la recuperación del paciente se realiza en una sección hospitalaria.
- Durante los primeros días, al paciente se le suministran líquidos, oxígeno y sustancias nutritivas.
- El médico venda el muñón con un vendaje elástico.
- Desde la herida sale un tubo de drenaje para que salgan los líquidos en exceso de los tejidos que se han operado.
Este tubo ayuda a prevenir la formación de moretones y a reducir la hinchazón. - Se recomienda no cambiar el vendaje durante los primeros cinco días después de la intervención para reducir el riesgo de infección.
- Si la intervención se ha realizado con anestesia espinal, un enfermero introduce un catéter urinario en la vejiga del paciente durante la intervención quirúrgica.
- Puede haber mucho dolor en el miembro en el que se ha realizado la amputación, por lo tanto, se recomienda tomar analgésicos cuando sea necesario.
Rehabilitación tras la amputación
Después de la intervención, el paciente debe someterse a rehabilitación. El paciente debe aprender cómo comportarse en la vida diaria sin una parte de su cuerpo. El miembro que ha sido amputado puede remplazarse con una prótesis.
El fisioterapeuta ayuda al paciente a aprender a utilizar esta prótesis.
El equipo de rehabilitación adapta la casa del paciente para ayudar a que este pueda realizar las actividades normales de la vida diaria.
Algunas personas que se han sometido a la amputación, sienten dolor en el miembro amputado. Esta enfermedad se conoce como síndrome del miembro fantasma.
La fisioterapia puede ser muy beneficiosa para mantener la flexibilidad del miembro inferior, para mejorar la postura (torcida debido al apoyo del pie de manera incorrecta) y para reducir el dolor en las articulaciones que no ha sido amputadas (por ejemplo en la rodilla).
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