Retinopatía diabética: clasificación, causas y etapas


La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes que afecta a los ojos.
Se origina por un daño en los vasos sanguíneos de la retina, es decir el tejido nervioso situado en la parte posterior del ojo.

En la fase inicial, la retinopatía diabética no provoca ningún síntoma, solo algunos problemas visuales leves.
En cambio, en la fase final puede ocasionar la pérdida completa de la visión.

La retinopatía diabética puede afectar a personas con diabetes tipo 1 o tipo 2 y suele ser bilateral.

Efectos de la diabetes en la retina

retinopatía diabética, neovascularización vasos retiniales

Neovascularización – retinopatía diabética – © bigstockphoto.com

La retina es la capa de células sensibles a la luz, ubicada en la parte posterior del ojo, que convierte la luz en señales eléctricas.
Estas señales se envían al cerebro a través del nervio óptico y el cerebro las interpreta para producir las imágenes que se ven.
Para trabajar de forma eficaz, la retina necesita un suministro constante de sangre, que recibe a través de una red de pequeños vasos sanguíneos.
Con el tiempo, un nivel constantemente alto de azúcar en la sangre puede provocar un bloqueo de los vasos sanguíneos o una hemorragia.
Esto daña la retina e impide su
funcionamiento adecuado.

Además, existe el riesgo de que se acumule líquido (edema) en la mácula (la parte central de la retina), lo que provoca una reducción de la vista.

Clasificación de la retinopatía diabética

Retinopatía diabética no proliferativa
La retinopatía diabética no proliferativa es la fase más precoz de la enfermedad.

La retinopatía puede provocar trastornos oculares, como por ejemplo:

  • Microaneurismas: pequeñas protuberancias en los vasos sanguíneos de la retina de los que a menudo sale un líquido.
  • Hemorragias retinianas: pequeñas manchas de sangre que salen de la retina.
  • Exudados duros: depósitos de colesterol y otras grasas vertidos en la retina de la sangre.
  • Edema macular: hinchazón o engrosamiento de la mácula provocado por el líquido que sale de los vasos sanguíneos de la retina.
    Si está hinchada, la mácula no funciona correctamente. El edema macular es la causa más frecuente de la pérdida de visión en los pacientes diabéticos.
  • Isquemia macular: cierre de pequeños vasos sanguíneos (capilares). La visión es borrosa porque la mácula no recibe la sangre suficiente para funcionar correctamente.

Muchas personas con diabetes padecen una neuropatía leve que generalmente no afecta a la vista. Sin embargo, si la visión se ve afectada, la causa puede ser la isquemia y el edema macular.

Retinopatía diabética proliferativa

La retinopatía diabética proliferativa es la evolución de la retinopatía diabética no proliferativa. Se produce principalmente cuando se cierran muchos vasos sanguíneos en la retina, lo que impide un flujo suficiente de sangre.
Al tratar de mantener el suministro de sangre en la zona donde los vasos están cerrados, el cuerpo crea nuevos vasos sanguíneos alrededor de la retina, un fenómeno que se conoce como neovascularización.
Sin embargo, estos nuevos vasos son anómalos, débiles, suelen romperse y no aportan un flujo de sangre suficiente a la retina.

La retinopatía diabética proliferativa puede ocasionar una pérdida de la visión más grave que la retinopatía diabética no proliferativa y afectar a la visión central y periférica.

Causas de la retinopatía diabética y factores de riesgo

La progresión de la retinopatía está relacionada con la gravedad y duración de la hiperglucemia.
Si la diabetes se diagnostica antes de los 30 años, la incidencia de la neuropatía después de 10 años es del 50 % y se eleva al 90 % después de los 30 años.

No existe un umbral del índice glicémico que indique si se va a producir una retinopatía diabética y cuándo.
La hipertensión y otros factores de riesgo cardiovasculares pueden influir en la aparición y progresión de la retinopatía.
Una enfermedad renal, como la proteinuria o un nivel elevado de urea/creatinina, es un óptimo elemento para predecir la aparición de la retinopatía.

El embarazo puede estar asociado a una rápida progresión de la neuropatía, en particular si la paciente:

  1. Ya padece una retinopatía grave
  2. Lleva un escaso control del índice glicémico durante la concepción, el embarazo o el período después del parto
  3. Es diabética desde hace mucho tiempo
  4. Padece hipertensión (crónica o debido al embarazo)

Etapas de la retinopatía diabética

  1. La primera etapa es la retinopatía no proliferativa leve. En esta primera etapa, aparecen pequeñas zonas hinchadas como globos en los vasos sanguíneos de la retina.
  2. La segunda etapa es la retinopatía no proliferativa moderada. Con el avance de la enfermedad, se bloquean algunos vasos sanguíneos que nutren a la retina.
  3. La tercera etapa es la retinopatía no proliferativa grave. Muchos vasos sanguíneos se encuentran bloqueados y el flujo sanguíneo no puede llegar a varias zonas de la retina. Estas zonas envían señales al cuerpo para crear nuevos vasos sanguíneos para su nutrimento.
  4. La cuarta etapa es la retinopatía proliferativa. En esta etapa avanzada, las señales enviadas por la retina para obtener el aporte necesario de nutrientes provocan el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos anómalos y frágiles.

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Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo