Culebrilla o herpes zoster: causas, síntoma y complicaciones


El herpes zóster o fuego de San Antonio es una patología infecciosa que afecta a niervos y piel, es causada por el virus del herpes tipo 3, el mismo de la varicela.
Este trastorno provoca un dolor punzante y un sarpullido a lo la largo de la parte de la piel en la que llega el nervio afectado. Los síntomas suelen desaparecer en 2-4 semanas. A veces, el dolor persiste incluso después de que la erupción se haya ido, con mayor frecuencia en personas mayores de 50 años de edad.

Otras complicaciones son raras.
El médico puede recetar un medicamento antiviral para limitar la gravedad de la enfermedad.

El herpes zóster es una infección de un nervio y de la parte de la piel inervada por ese nervio.
Es causada por un virus llamado varicela zóster, porque es el mismo virus que causa la varicela.
Los que han tenido varicela en el pasado puede tener herpes zóster.
El herpes zóster es muy diferente del herpes genital que es causado por virus diferentes y se llama herpes simple.

Aproximadamente una de cada cinco personas sufre de herpes zóster en la vida.
Puede producirse a cualquier edad, pero es más común en personas mayores de 50 años de edad.
Es posible tener al menos dos veces el herpes zóster, pero la recaída ocurre teniendo los cincuenta.
Entre las zonas más afectadas se encuentran la cara, el pecho (nervio intercostal), los glúteos y las piernas.

 

Causas del herpes zóster

La mayoría de la gente pasa la varicela una vez en  la vida (por lo general de niño).
El virus no se ha expulsado por completo después de haber tenido varicela.
Algunas partículas del virus permanecen latentes en las raíces nerviosas cerca de la médula espinal.
Estos no crean daños y no causan síntomas.
Por razones que todavía no se entienden, el virus puede comenzar a multiplicarse de nuevo (reactivación).

Este proceso a menudo se lleva a cabo muchos años más tarde.
El virus reactivado viaja por el nervio hasta la piel debido al herpes zóster.
En la mayoría de los casos, un episodio de herpes zoster se produce sin motivo aparente.
A veces un periodo de estrés o enfermedad parece que puede provocsar la reactivación.

Este trastorno es más común en personas mayores y puede explicar un envejecimiento del sistema inmune (el sistema inmune mantiene el virus inactivo y evita que se multiplique).
Un ligero debilitamiento del sistema inmune en las personas mayores puede explicar la reactivación del virus y la multiplicación que causa el herpes zóster. Esta enfermedad es más común en personas con sistemas inmunes débiles.
Por ejemplo, el herpes zoster suele darse en personas más jóvenes que tienen VIH/SIDA o cuyo sistema inmunológico se suprime con tratamientos como la quimioterapia o los esteroides.

 

¿El herpes zóster es contagioso?

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Sí, los que nunca han tenido varicela, pueden contraerla por alguien con herpes zóster.

El período de incubación de la varicela es de unos 15 días.
No se puede estar infectado por el herpes póster por alguien que tiene esta enfermedad.
La erupción de herpes zóster es contagiosa hasta que todas las ampollas se hayan secado y convertido en costras.
La mayoría de los adultos y niños mayores de 10 años ya han tenido varicela y por tanto son inmunes.
Además, si las ampollas (vesículas) se cubren con un apósito, es poco probable que el virus se transmita a los demás.
La infección se produce sólo con el contacto directo de las vesículas, a diferencia de la varicela este virus no se transmite por vía aérea de una persona que tiene herpes zóster a otra. Por lo tanto, se puede volver a trabajar cuando las ampollas se sequen, o incluso antes si se mantiene la erupción cubierta y si se está bastante bien.

Sin embargo, como regla general, las mujeres embarazadas que no han tenido varicela deben evitar a las personas con herpes zóster.
Además, los que tienen un sistema inmunológico débil, deben evitar estar cerca de las personas con esta enfermedad.

Estas son las normas de seguridad generales, dado que solo el contacto directo con la erupción de la piel, generalmente, puede producir la propagación del virus.
Por otra parte, para estar seguros y no correr el riesgo de transmisión del virus a las personas que pueden no haber tenido varicela, no se deben compartir toallas, no hay que ir a nadar o practicar deportes de contacto como el rugby mientras tenemos una erupción de herpes zóster.

 

Síntomas herpes zóster

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El virus afecta solamente a un nervio en un lado del cuerpo. Los síntomas se producen en la zona de la piel donde las terminaciones nerviosas vienen de ese nervio.

En la fase inicial, los síntomas son dolor y erupción cutánea.
De vez en cuando, se ven afectados dos o tres nervios próximos el uno al otro. Los nervios normalmente implicados son los que llegan a la piel del pecho o el abdomen.
La parte superior de la cara (incluyendo un ojo) es un lugar que se ve afectado con frecuencia.
El dolor está localizado y sigue el recorrido del nervio.
Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, en función del nervio que se vea afectado.
La intensidad de la molestia puede variar de moderada a alta. El dolor puede ser constante, sordo, palpitante, o en casos severos se experimenta un ardor intermitente. La piel afectada suele ser insensible.

Por lo general, la erupción aparece 2-3 días después del comienzo del dolor. Las manchas rojas aparecen rápidamente y se convierten en vesículas que causan picazón en la piel. La erupción se parece a la varicela, pero sólo en la parte de piel inervada por el nervio infectado. Las nuevas ampollas pueden aparecer hasta una semana después de la aparición del dolor.
Los tejidos blandos debajo y alrededor de la erupción cutánea pueden hincharse por un tiempo debido a la inflamación causada por el virus.
Luego la vejiga se seca y se rompe, formando una costra y poco a poco desaparece.
Pueden permanecer cicatrices leves donde se había formado la vejiga.

Un episodio de herpes zóster suele durar 3-4 semanas.
En algunos casos se manifiesta la erupción cutánea pero el paciente no siente dolor. En raras ocasiones, no hay erupción pero solo se siente el dolor.
Es posible tener fiebre y malestar durante un par de días.

 

Complicaciones del herpes zóster

La mayoría de las personas no presentan complicaciones.
A continuación se enumeran las que pueden producirse.

Neuralgia post-herpética
Esta es la complicación más común. Se produce cuando el dolor nervioso (neuralgia) de herpes zóster persiste incluso después de que la erupción haya desaparecido.
Este problema es poco común en personas menores de 50 años.
Sin embargo, hasta un ¼ de las personas con herpes zóster mayores de 60 años de edad sienten dolor durante más de un mes.
A mayor edad, mayor es la probabilidad de tener este trastorno.
Por lo general, el dolor se alivia gradualmente.
Sin embargo, en algunas personas dura unos pocos meses o años.
La probabilidad de la persistencia del dolor se reduce con el tratamiento.

Infección de la piel
A veces, la erupción está infectada por bacterias (gérmenes).
La piel circundante se vuelve roja y entumecida.
En este caso puede ser necesario un ciclo de antibióticos para resolver la infección.

Problemas oculares
EL herpes zóster en el ojo puede causar una inflamación de la parte frontal del ojo.
En casos graves puede conducir a la inflamación y puede causar la pérdida completa de la visión.

Debilidad
A veces, el nervio afectado es un nervio motor (que no hace contraer un músculo) y no sensorial (de la sensibilidad). Esto puede causar una debilidad (parálisis) de los músculos inervados.

Otras complicaciones raras
Por ejemplo, la infección del cerebro por varicela zóster o la extensión del virus por todo el cuerpo.
Estas complicaciones son muy graves pero poco frecuentes.
Las personas con un sistema inmunológico débil que desarrollan herpes zóster tienen un riesgo mayor de lo normal de desarrollar complicaciones raras o graves.
Por ejemplo, las personas con VIH/SIDA, las que están haciendo un ciclo que quimioterapia, etc.

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Este artículo contiene información general que no se sustituye al examen médico, no se puede utilizar para diagnosticar o establecer un tratamiento. Hable con su médico antes de seguir las instrucciones contenidas en el sitio.

Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo