Fractura de fémur


La fractura femoral puede darse a nivel de la cadera en la parte central del hueso (diáfisis) o en la rodilla.

Una lesión a lo largo del eje central se llama fractura diafisaria del fémur.

La parte larga y central del fémur se llama diáfisis.
El fémur es el hueso más largo y fuerte del cuerpo, y tiene una buena circulación sanguínea.

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Modelo anatómico del fémur. – © Massimo Defilippo

Por esta razón y debido a los músculos que lo circundan, para fracturar la diáfisis se requiere de una fuerza notable.

Normalmente, cuando se produce una fractura, la musculatura protectora causa el desplazamiento del hueso, esto se produce frecuentemente en fracturas diafisarias.

Las complicaciones a nivel de los nervios y vasos sanguíneos son las preocupaciones más importantes para los pacientes que llegan a la sala de emergencia.

Si hay un sangrado notable, entonces el suministro de sangre en los tejidos subyacentes disminuye notablemente.

Las lesiones relacionadas en tejidos blandos, nervios y vasos sanguíneos son frecuentes.

Las fracturas expuestas provocan fácilmente una infección.

Las tasas de mortalidad se han reducido en las rupturas de diáfisis femorales, principalmente como resultado de los cambios en los tipos de inmovilización post-fractura.

Las terapias actuales de movilización temprana, reducen, de esta manera, los riesgos de complicaciones relacionados con el reposo prolongado en cama.

 

Clasificación

Los 3 tipos de fracturas diafisarias son:

  • Tipo I – espiral o transversal (puede ser compuesta o descompuesta)
  • Tipo II – longitudinal (a lo largo del eje del hueso)
  • Tipo II – conminuta
  • Tipo III – expuesta


Clasificación de la fractura del cuello femoral

Fractura intracapsular o medial (la más

peligrosa)

 

Estas lesiones se dividen en:

  • Subcapitales (entre la cabeza y el cuello femoral)
  • Transcervicales
  • Mediocervicales

 

Fractura extracapsular o lateral

 

Estas rupturas pueden ser:

  • Basicervicales (en la base del cuello femoral)
  • Pertrocantérea (a lo largo del trocantér mayor)
  • Subtrocantérea (bajo los trocantéres mayor o menor).

 

Causas de la fractura femoral

Normalmente, las fracturas de la diáfisis femoral en los jovenes son causadas por un gran impacto de energía.

La causa más frecuente de este tipo de fractura es un accidente de tráfico en automóvil o en moto.

Entre las causas más frecuentes están:

  • Una persona atropellada por un automóvil
  • Una caída desde muy alto
  • Una herida por arma de fuego

 

Un accidente leve (como una caída de

pie) puede causar una fractura femoral en personas mayores que sufren de osteoporosis.

Las fracturas diafisarias son consecuencias de una fuerza notable, transmitida por un impacto directo o indirecto en la rodilla.

Las fracturas patológicas se pueden verificar con una fuerza relativamente leve.

En este caso pueden ser a consecuencia de la debilidad ósea por osteoporosis, de un tumor óseo o metastasis.

El cáncer de hueso se produce sobretodo en la zona distal del fémur, a nivel de la rodilla.

En este caso la fractura del fémur también se puede producir sin ninguna caída.

 

Signos y síntomas de fractura de fémur

 

Los síntomas de fractura de fémur se localizan principalmente en el área del muslo.

Cuando aparecen otras lesiones o hemorragias graves junto con la fractura, estos problemas producen síntomas que no se deben subestimar, ya que algunos de ellos pueden ser una amenaza para la vida.

Los síntomas más comunes son:

  • Hemorragia o moretones en las piernas;
  • Deformidad de la pierna;
  • Incapacidad de movimiento de la pierna;
  • Espasmos musculares;
  • Entorpecimiento u hormigueo;
  • Dolor de pierna, de cadera o de rodilla
  • Hinchazón.

 

Complicaciones de fractura de fémur

Entre las posibles consecuencias y riesgos de la fractura del fémur encontramos:

  • Desconcierto y pérdida de conocimiento, incluso para un momento breve;
  • Hemorragias importantes o incontrolables;
  • Grave rigidez o incapacidad de movimiento de la pierna;
  • Presión sanguínea baja (hipotensión);
  • Fragmentos de hueso que sobresalen a través de la piel;
  • Fuerte dolor;
  • Trombosis venosa profunda;
  • Embolia pulmonar;
  • Úlceras de decúbito;
  • Infección;
  • Cojera a largo plazo;
  • Necrosis de la cabeza femoral;
  • Pulmonía;

 

Los niños o los adolescentes que sufren una fractura femoral deben ser inmovilizados u operados. De todas formas, el crecimiento se interrumpe o se ralenta hasta que el hueso no se sane, por lo que puede que una pierna quede más corta que la otra.

 

Diagnóstico de fractura de fémur

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Prueba de movimiento de la cadera – © Massimo Defilippo

Es importante que el medico conozca perfectamente los síntomas que el paciente tiene a la pierna.

En caso de accidente de coche, el médico debería saber a que velocidad ocurrió, quien tuvo la fractura: si el conductor o un pasajero, si la persona llevaba el cinturón de seguridad y si el airbag saltó.

Es importante que el especialista sepa si el paciente sufre otros problemas de salud: hipertensión, diabetes, asma o alergias.

Es importante que el especialista conozca los fármacos que el paciente toma por otras patologías.

 

Después de haber explicado cómo ocurrió el accidente y la historia clínica, el médico hace un examen cuidadoso.

Él o ella valora la condición de salud general y luego se concentra en la pierna.

 

El médico tiene que observar cuidadosamente el muslo en busca de:

 

  1. Una deformidad visible de la pierna o del muslo (un ángulo insólito, una torsión eventual, abducción de cadera o acortamiento de un miembro inferior);
  2. Lesiones cutáneas;
  3. Contusiones;
  4. Piezas oseas que pueden estar empujando la piel.

 

Gestión del paciente con fractura

 

Gestión inicial:

 

  • Lo primero que hacer es evaluar las funciones vitales y eventuales lesiones a nivel del pecho, cerebro, músculos abdominales o espinales.
  • Es necesario tratar las lesiones potencialmente mortales para salvar la vida del paciente;
  • Tutor para fracturas (tutor de Thomas o el equivalente de una placa de tracción);
  • Radiografía de fémur;
  • Análisis de sangre, incluso del grupo sanguíneo para una posible transfusión;
  • Los reflejos y la sensibilidad de la pierna deben ser evaluados cuidadosamente;
  • Analgesia: una terapia adecuada para el dolor por vía endovenosa. En general, el bloque del nervio femoral es eficaz.

 

Después de la observación visual, el médico debe palpar el muslo, la pierna y el pie para saber si hay anomalías, controlar si la piel ha resistido y la condición de los músculos alrededor del muslo. Él o ella tiene que evaluar los reflejos también.

Si el paciente está despierto, el médico tiene que controlar la sensibilidad, el movimiento de la pierna y del pie.

 

 

Diagnostico diferencial

  • síndrome compartimental;
  • luxación de cadera;
  • fractura de cadera.

 

Pruebas diagnósticas instrumentales

Las pruebas que el médico prescribe para obtener más información sobre la fractura son:

⁃        Radiografía: el método más frecuente para examinar una fractura es con los rayos X, porque muestran imágenes claras del hueso. La radiografía puede aclarar si un hueso está roto o intacto.
Además, la radiografía permite ver el tipo de fractura y su ubicación dentro del fémur.
Es posible que el primer día la fractura no se vea tan claramente, ya que los márgenes todavía no están tan bien separados, pero al repetir los rayos X después de 3 días, será posible ver mejor el estado del hueso.

⁃       Tomografía axial computarizada (TAC). Al haber examinado la radiografía, si el médico necesita más información, puede solicitar una tomografía. Este examen muestra una imagen de la sección transversal de la extremidad inferior.
El médico puede obtener información valiosa sobre la gravedad de la fractura. A veces, por ejemplo, las líneas de fractura pueden ser muy finas y es difícil distinguirlas sólo a través de la radiografía.

Terapia para la fractura del fémur

El tratamiento puede ser quirúrgico o non quirúrgico.

En caso de intervención quirúrgica de osteosíntesis, el cirujano puede:

·       Insertar un clavo intramedular para alinear correctamente los huesos fracturados.

·       Conectar los fragmentos del hueso insertando unos tornillos fijados en la posición correcta a través de una placa de metal puesta al lado del hueso.

·       Conectar los trozos con unos tornillos fijados a un fijador externo.

La fractura de cadera en los pacientes de edad avanzada puede ser tratada insertando una prótesis de cadera que sustituye a la articulación.

En algunos casos, no es posible operar al paciente anciano a causa de otras enfermedades que podrían plantear riesgos para su vida, pues podría ser necesaria una silla de ruedas para desplazarlo.

Después de la intervención, el ortopedista puede aplicar un yeso durante un periodo variable según la velocidad de consolidación.

El yeso aplicado para bloquear el fémur llega hasta la pelvis.

En general, los niños con una fractura de la diáfisis no se operan porque se pueden recuperar muy rápido (aproximadamente 45 días). En este caso, será suficiente una reducción con tracción para alinear de forma correcta los fragmentos.

 

 

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Fisioterapia y rehabilitación para la fractura del fémur

Debido a una fractura del fémur, el paciente deberá inmovilizar la pierna hasta que la fractura se haya estabilizado.

Durante el curso postoperatorio, el paciente tendrá que hacer ejercicios con las piernas para recuperar las fuerzas y amplitud de movimientos.

La primera etapa de la rehabilitación consiste en la movilización pasiva, luego se realizan los ejercicios activos y los ejercicios de terapia física poniendo peso en la pierna rota.

 

¿Cuál es el tiempo de recuperación?

El pronóstico de la fractura del fémur

No existen períodos definidos de recuperación, pues hay muchas otras variables, entre ellas:

1.     La gravedad de la fractura;

2.   La edad del paciente

3.     La osteoporosis

4.     El tipo de tratamiento (operación quirúrgica o inmovilización).

 

 

 

Después de una intervención quirúrgica con inserción de un fijador externo, el paciente puede caminar ya el día siguiente a la intervención.

En los demás casos, el paciente puede caminar cuando el ortopedista lo permita, normalmente después de un mes de la inmovilización.

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Este artículo contiene información general que no se sustituye al examen médico, no se puede utilizar para diagnosticar o establecer un tratamiento. Hable con su médico antes de seguir las instrucciones contenidas en el sitio.

Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo