La sinovia es una enfermedad que provoca una inflamación y la hinchazón de la rodilla o de otra articulación dotada de membrana sinovial.
Todas las articulaciones están rodeadas de una cápsula recubierta por una membrana llamada membrana sinovia o sinovial.
La membrana sinovial secreta un líquido lubrificante (sinovia).
Tiene la capacidad de adaptarse a los varios movimientos de la articulación y puede extenderse y contraerse. Cuando la sinovia se irrita, aumenta la producción del líquido sinovial y esto causa: calor, rigidez e hinchazón en la parte interna y externa de la articulación.
En el 80% de los casos, un tumor benigno con crecimiento lento de las membranas sinoviales provoca dolor e hinchazón en la sinovia de la rodilla. Generalmente, no ocurre en otras articulaciones come en: la cadera, el tobillo o la articulación del hombro.
A menudo, la sinovitis se detecta durante una artroscopia de la articulación temporomandibular (ATM), que se encuentra entre la parte inferior de la mandíbula y el cráneo.
¿Quiénes padecen sinovitis reactiva?
La sinovitis afecta tanto a los hombres como a las mujeres, aunque la artritis reumatoide (que conlleva la inflamación de la sinovia) es tres veces más común en las mujeres respecto a los hombres. Puede producirse una infección sistémica (artritis séptica) especialmente en las personas menores de 15 años o en aquellas mayores de 55 años y, generalmente, es más común en los hombres (Márquez).
¿Cuáles son las causas de la sinovitis?
La sinovitis reactiva puede tener varias causas, entre las cuales se encuentran las infecciones (por ejemplo, artritis séptica, tuberculosis), un traumatismo directo, una reacción alérgica, la gota, una sobrecarga articular, las enfermedades inflamatorias autoinmunes sistémicas (por ejemplo, artritis reumatoide). La sinovitis puede presentarse como un episodio agudo que se produce únicamente en una articulación, pero también puede ser un síntoma de una enfermedad sistémica crónica que afecta a varias articulaciones.
El exceso de producción y de acumulación de ácido úrico que ocurre cuando se padece de gota, aumenta el riesgo de desarrollar una sinovitis reactiva.
Las personas con riesgo de desarrollar gota son aquellas que tienen una historia clínica de leucemia, linfoma psoriasis o las que se han sometido a la quimioterapia.
Consumir alcohol, la insuficiencia renal y la hipertensión pueden provocar una reducción de la eliminación de ácido úrico por parte del organismo y esto, a su vez, provoca un depósito de ácido úrico en las articulaciones.
En este caso, aumenta el riesgo de desarrollar gota y sinovitis asociada.
Factores de riesgo: las personas con riesgo de sinovitis son:
- Las que efectúan movimientos repetitivos de la rodilla, la mano, la muñeca, el codo y el hombro, como por ejemplo las personas que trabajan en la línea de producción.
- Las que practican deportes de lanzamiento.
Esta inflamación puede afectar las articulaciones de los miembros inferiores. Las personas con más riesgo son aquellas que realizan movimientos repetitivos de la cadera, la rodilla, el pie y el tobillo, es decir, las personas que practican las siguientes actividades: correr, escalar y saltar.
Síntomas de la sinovitis
Algunos de los síntomas son:
- Dolores articulares,
- Hinchazón,
- Calor,
- Rigidez.
Las personas que padecen sinovitis pueden aliviar los síntomas gracias a la crioterapia (frío) o a la termoterapia (calor).
Diagnóstico de la sinovitis
Revisar la anamnesis: a menudo, los síntomas de la sinovitis están relacionados con la actividad que realiza la persona.
Generalmente, la persona afectada ha realizado ciertos movimientos repetitivos durante mucho tiempo o ha esforzado demasiado la articulación. Si los síntomas no están relacionados con la actividad, hay que tener en cuenta que se puede tratar de una infección, una reacción alérgica o una enfermedad inflamatoria.
Estos datos son pruebas de las enfermedades asociadas que causan la sinovitis. La sinovitis puede afectar una o más articulaciones.
Examen físico: se intenta efectuar el movimiento completo de la articulación para realizar una valoración del dolor, de la rigidez y del posible ruido (crepitación). Es necesario realizar una prueba de fuerza para los músculos específicos de la articulación, esta prueba permite saber si el paciente percibe dolor cuando realiza esfuerzos.
El médico debe realizar una valoración del juego articular para conocer mejor la movilidad y la irritabilidad de la articulación.
Generalmente, este movimiento es limitado y doloroso. Si la sinovitis ha sido causada por un traumatismo, el juego articular puede ser excesivo.
La rodilla está hinchada, enrojecida y caliente al tacto.
Exámenes instrumentales
Los exámenes de laboratorio que deben realizarse son los siguientes:
Hemograma completo, análisis de orina y la velocidad de eritrosedimentación (VES) para medir la inflamación. Si el médico lo considera necesario, puede realizarse un análisis del factor reumatoide y/o del líquido articular (tras la aspiración del líquido) con la tinción de Gram.
La radiografía puede ser útil para realizar una valoración de la superficie de la articulación y para revisar si está desgastada. La RMN puede proporcionar información fundamental, sobre todo en las primeras etapas de la inflamación.
Tratamiento para la sinovitis
El tratamiento para la sinovitis consiste en:
- Suministración de medicamentos antiinflamatorios,
- La terapia de frío y de calor,
- Las inyecciones de cortisona,
- El reposo y la abstención de realizar actividades físicas que empeoren los síntomas.
Puede que sean necesarios medicamentos analgésicos, así como un aparato de sostén durante algunas horas del día o de la noche para inmovilizar y sostener la articulación.
Cuando los síntomas se estabilizan, hay que realizar algunos ejercicios para mejorar la amplitud del movimiento y para restablecer la fuerza de los músculos alrededor de la articulación.
En el caso de la sinovitis destructiva, que se produce en enfermedades como la artritis reumatoide, puede ser necesario extirpar quirúrgicamente la membrana sinovial (sinovectomía).
La sinovia también puede extirparse a través de la laserterapia o gracias a ciertas inyecciones de sustancias químicas de manera selectiva (ablación química).
Rehabilitación para la sinovitis
Kinesiotaping para la rodilla en posoperatorio, para la hinchazón de la rodilla, para la bursitis y para el esguince: Acción: drenante. Forma: dos tiras en forma de abanico. Tamaño: 25 cm. Colocar las tiras formando un abanico doble cruzado, cubriendo por completo la rodilla, de arriba hacia abajo. Flexionar la rodilla lo más posible hasta que se encuentre en posición estirada y aplicar sin tensión.
El objetivo de la rehabilitación para la sinovitis es disminuir la inflamación y el dolor en la articulación. Además, la rehabilitación restablece la amplitud normal del movimiento y la fuerza de la articulación.
En la primera etapa de la sinovitis el fisioterapeuta puede recomendar que el paciente mantenga levantada la articulación afectada debido a que esto ayuda a reducir la hinchazón.
El terapeuta debe enseñarle al paciente cómo hacer para evitar la presión sobre la articulación que se encuentra inflamada. Esto se realiza gracias a un vendaje elástico, a un aparato de sostén o a un cojín blando hecho de espuma para proteger la articulación hasta que la hinchazón haya disminuido.
Existen varias posibilidades de tratamiento para mantener bajo control la inflamación causada por la sinovitis.
En la primera etapa, cuando la articulación aún se siente caliente al tocarla, el fisioterapeuta puede aplicar compresas de hielo para reducir el dolor. La tecarterapia puede utilizarse para relajar los músculos de la articulación que se encuentra afectada y para disminuir la molestia y la inflamación.
Cuando disminuye el dolor y la hinchazón de la etapa aguda, la terapia continúa aplicando calor (termoterapia) para aliviar los síntomas y para aumentar la afluencia de sangre en la sinovia, lo que estimula la recuperación.
Otro tratamiento que se utiliza en la fisioterapia son los ultrasonidos.
Las ondas sonoras de alta frecuencia producen un calor que penetra en lo profundo de la membrana sinovial y en la articulación afectada.
Cuando el dolor y la hinchazón disminuyen considerablemente, el paciente debe realizar algunos ejercicios de estiramiento y la movilización pasiva que realiza el fisioterapeuta para restablecer la amplitud normal del movimiento.
Los ejercicios se realizan en progresión e incluyen movimientos activos, estiramiento y refuerzo muscular para restablecer las funciones sin dolor.
El programa de rehabilitación puede modificarse basándose en:
- La posición de la articulación afectada,
- La fase de la inflamación (si la sinovitis es aguda o crónica),
- Si la cirugía es recomendable.
Sin embargo, generalmente esta enfermedad no requiere una intervención quirúrgica.
Complicaciones de la sinovitis
Cuando la sinovitis es crónica, la sinovia puede crecer sobre la superficie de la articulación destruyendo el cartílago.
Pronóstico de la sinovitis
Generalmente, los episodios agudos y aislados de sinovitis reactiva responden bien al tratamiento conservador. Si la articulación afectada se mantiene en reposo, la sinovitis por sobrecarga puede mejorar después de pocos días, aunque puede que tarde hasta 8 semanas en recuperarse por completo de esta enfermedad.
En el caso de la sinovitis crónica, la evolución de la enfermedad subyacente determina el resultado. La sinovitis puede recidivarse si la sinovia vuelve a crecer después de la extirpación quirúrgica, química o con láser y si la enfermedad subyacente provoca otra inflamación.
De vuelta al trabajo después de la sinovitis
Hay que limitar el peso de carga sobre la articulación afectada y puede ser necesario que la persona cambie sus tareas temporalmente y que comience a realizar tareas que provoquen menos estrés sobre la articulación. Puede que la persona deba utilizar dispositivos de ayuda o dispositivos especiales.
Hay que organizar el trabajo de manera tal que quede tiempo para la fisioterapia.
La sinovitis afecta tanto a los hombres como a las mujeres, aunque la artritis reumatoide (que conlleva la inflamación de la sinovia) es tres veces más común en las mujeres respecto a los hombres. Puede producirse una infección sistémica (artritis séptica) especialmente en las personas menores de 15 años o en aquellas mayores de 55 años y, generalmente, es más común en los hombres (Márquez).
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