Tifus y fiebre tifoidea: causas, síntomas y complicaciones


La fiebre tifoidea (también conocida como tifus abdominal) es una enfermedad aguda provocada por la bacteria Salmonella Typhi.

También puede originarse por Salmonella Paratyphi, una bacteria que generalmente provoca una enfermedad menos grave: la fiebre paratifoidea.

Causas de la fiebre tifoidea

Las bacterias que provocan la fiebre tifoidea (Salmonella Typhi) se propagan a través de alimentos contaminados, refrescos o agua.
Al comer o beber un elemento contaminado, las bacterias entran en el cuerpo.
Después S. Typhi llega al intestino y luego pasa al flujo sanguíneo, donde puede llegar a los ganglios linfáticos, la vesícula biliar, el hígado, el bazo y otras partes del cuerpo.

Algunas personas pueden convertirse en portadores de Salmonella Typhi y seguir liberando bacterias en las heces durante años, propagando así la enfermedad.
La fiebre tifoidea es común en los países en vías de desarrollo, pero no exclusiva de éstos, ya que cada año se registran casi 400 casos en Estados Unidos.
La mayoría de los casos en Estados Unidos proceden de otros países donde la fiebre tifoidea es común.

La fiebre tifoidea es muy contagiosa. Una persona infectada puede transmitir las bacterias del cuerpo a las heces durante la evacuación o, con menos frecuencia, al orinar.

De acuerdo con la medicina natural de Lezaeta y higienismo de Shelton, los microbios no causan infecciones y enfermedades.
Un organismo se enferma cuando la persona come alimentos que se digieren lentamente (carne, pescado, huevos, productos lácteos, alimentos procesados, alimentos cocidos y fritos, dulces, etc.) y luego se produce la putrefacción intestinal.
Las bacterias se alimentan de tejidos muertos y en descomposición, de hecho, en la naturaleza, realizan la «limpieza» de los animales muertos.
En un ambiente favorable, los microorganismos patógenos proliferan e invaden el intestino, pero si una persona tiene una dieta saludable, natural y con combinaciones adecuadas de alimentos, la enfermedad no se produce.
Esto explica por que en una familia o en una clase no todos se enferman, pero sólo unos pocos.

¿Cómo se trasmite la fiebre tifoidea? El contagio

Cuando una persona infectada evacua, las bacterias Salmonella Typhi pueden transmitirse a las heces. Si no se lavan bien las manos después de ir al baño, S. Typhi puede contaminar cualquier alimento que se toca. La infección es de tipo fecal-oral, es decir se elimina el microorganismo a través de las heces y se contrae la enfermedad a través de la boca.

Si otra persona come los alimentos infectados también puede contraer la infección.
Con menor frecuencia, la bacteria Salmonella Typhi puede propagarse a través de la orina.
Si una persona infectada manipula los alimentos sin lavarse las manos correctamente después de orinar, puede infectar a otra persona que consuma la comida contaminada.
En algunas partes del mundo con malas condiciones higiénico-sanitarias, los residuos humanos infectados pueden contaminar las fuentes de agua.
Las personas que beben agua contaminada o comen alimentos que han sido lavados en agua contaminada pueden contraer la fiebre tifoidea.
Otras formas por las que se puede contraer la fiebre tifoidea son:

  • Emplear un inodoro contaminado por bacterias y tocarse la boca antes de lavarse las manos;
  • Comer mariscos o pescados que proceden de agua de una fuente contaminada por heces u orina infectadas;
  • Tener relaciones sexuales (orales o anales) con una persona portadora de las bacterias Salmonella Typhi.

Portadores de la fiebre tifoidea

Si la fiebre tifoidea no se cura, se estima que una de cada 20 personas que sobreviven a la infección se convertirá en portador sano de la enfermedad.
Esto significa que las bacterias Salmonella Typhi siguen viviendo en la vejiga y en el intestino, por lo tanto, se pueden propagar a las heces o la orina. Sin embargo, los portadores de fiebre tifoidea no presentan ningún síntoma.

Incubación de la fiebre tifoidea

El período de incubación puede variar de 3 a 90 días, la duración media es de 1/3 semanas.

Síntomas de la fiebre tifoidea

Aunque los niños con fiebre tifoidea a veces enferman de repente, lo más probable es que se manifiesten los signos y síntomas de forma gradual, a menudo aparecen entre una y tres semanas tras la exposición a la enfermedad.
El curso de la enfermedad se divide en siete semanas y cada semana presenta características específicas.

1° semana de la fiebre tifoidea
Tras aparecer los signos y síntomas, es muy probable experimentar:

2° semana de la fiebre tifoidea
Si no se aplica ningún tratamiento para la fiebre tifoidea, se puede pasar a la segunda fase en la que se presentan complicaciones como:

3° semana de fiebre tifoidea
La tendencia cambia en la tercera semana, en la que se puede:

  • Delirar,
  • Permanecer inmóvil y agotado, con los ojos entrecerrados, uno de los síntomas típicos de la fiebre tifoidea,
  • Las complicaciones mortales suelen desarrollarse en esta semana.

4° semana de la fiebre tifoidea
La mejoría puede vislumbrarse lentamente durante la cuarta semana. La fiebre disminuye gradualmente y la temperatura vuelve a la normalidad al cabo de una semana o diez días.
Los signos y síntomas pueden reaparecer hasta dos semanas después de que desaparezca la fiebre.

En comparación con el cólera, la fiebre tifoidea es mucho menos grave y su tasa de mortalidad muy inferior.

Posibles complicaciones y consecuencias

  • Hemorragia intestinal (sangrado grave),
  • Perforación intestinal,
  • Insuficiencia renal,
  • Peritonitis.

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Este artículo contiene información general que no se sustituye al examen médico, no se puede utilizar para diagnosticar o establecer un tratamiento. Hable con su médico antes de seguir las instrucciones contenidas en el sitio.

Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo