Masaje miofascial


El masaje miofascial es un tipo de masoterapia que actúa sobre el tejido conectivo para romper las adherencias y recuperar la elasticidad normal.

El dolor musculoesquelético es a menudo de origen fascial, pero la mayoría de los médicos todavía no es capaz de reconocerlo.

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Cuando el médico visita a un paciente no suele controlar la amplitud de los movimientos y únicamente ordena una serie de exámenes innecesarios: primero, la radiografía, después la ecografía o la resonancia magnética, a continuación la electromiografía, etc.
Si el médico realiza un examen físico preciso, en algunos casos bastaría con recomendar al paciente un tratamiento de fisioterapia.

El examen médico es fundamental. El tratamiento miofascial no es una terapia capaz de curar todas las enfermedades, pero si se recomienda puede eliminar la causa del dolor. Las últimas investigaciones en los ámbitos de ortopedia, reumatología, fisiatría y osteopatía coinciden en que la fascia puede provocar síntomas como dolor, pérdida de fuerza y de ​​movimiento.

Existen varios métodos que actúan sobre la fascia: los fisioterapeutas pueden realizar estiramientos y rolfing, una técnica de masaje profundo sobre los tejidos blandos del cuerpo.
La manipulación fascial fue inventada por Luigi Stecco, quien creó una forma innovadora y eficaz para el tratamiento de estos trastornos.

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Estructura de la fascia, anatomía de los músculos
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La fascia es simplemente el tejido conectivo, compuesto principalmente por fibras de colágeno.
Este tejido se encuentra en todas partes del cuerpo: tendones, ligamentos, epidermis y vainas, además de músculos, huesos, órganos y vísceras. Representa el 70 % del peso corporal.

Los estudios de anatomía muestran que hay varias capas de tejido conectivo en el cuerpo: el tejido subcutáneo y la fascia, que puede ser superficial o profunda.
La fascia es un tejido muy plástico, que puede volverse fácilmente más densa y arrugada.
Las fibras musculares se desplazan en el interior de un esqueleto de tejido conectivo que continúa por el tendón.

Lo más importante es que la fascia profunda de un músculo se prolonga en las fascias de otros músculos y en los huesos.
La tensión excesiva de la fascia de un músculo se transmite a los músculos y al esqueleto en otras zonas del cuerpo.
Hay conexiones entre las diferentes fascias de tejido conectivo, como sucede entre los músculos agonistas y antagonistas. Así, los músculos que levantan el brazo están influenciados e influencian a los músculos que bajan el brazo.

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El cuerpo humano está cubierto por músculos y fascias conectados a lo largo de todo el cuerpo, la fascia se representa aquí en color blanco.

La segunda conexión se encuentra a lo largo de la línea vertical, es decir los músculos que levantan el brazo trabajan en sincronía con los que levantan el codo, el hombro, la mano y los dedos.
Por último, existe una conexión en espiral que conecta la zona frontal de una articulación con la parte trasera de la articulación cercana.
Esta conexión afecta a toda la extremidad. Por ejemplo, la fascia anterior interna de la mano continúa en la fascia:

  • Posterior externa del codo
  • Anterior interna del brazo
  • Posterior externa del omóplato

Un músculo puede terminar en un septo intermuscular, es decir una estructura fascial que lo conecta con el antagonista. Por lo tanto, cuando el primero se contrae, la tensión acumulada en el tejido conectivo común alarga el otro músculo. Por ejemplo, cuando el flexor del brazo (bíceps) se contrae, el extensor (tríceps) se relaja.

En la fascia hay muchos órganos del sistema nervioso (husos neuromusculares y órganos tendinosos de Golgi) que sirven para enviar al cerebro información sobre la contracción, la relajación y la longitud del músculo. También se encuentran los corpúsculos de Pacini, que transmiten las señales nerviosas solo cuando se ejerce una presión en esta zona.
Esto explica la importancia de la fascia para la coordinación motora. El tejido conectivo contiene fibras de colágeno orientadas de forma paralela que se conectan con los otros músculos en línea vertical.

¿Por qué la fascia provoca síntomas?

El término “unidad miofascial” designa a todos los músculos utilizados para mover un hueso en una dirección. Por ejemplo, para levantar el húmero se emplean el músculo bíceps braquial, el músculo braquial y el deltoides anterior.
La unidad miofascial también incluye la articulación, el hueso y el tejido conectivo relacionados. En el caso del levantamiento del brazo, también se incluyen el omóplato, la clavícula y las articulaciones:

  • Acromioclavicular
  • Escápulotorácica
  • Esternoclavicular
  • Glenohumeral

Hay dos puntos distintos que son fundamentales para comprender este método:

  1. El centro de percepción (CP) es el punto doloroso.
  2. El centro de coordinación (CC) es el punto en el que convergen las fuerzas de los músculos que realizan el movimiento de un hueso.

Es posible que se formen puentes de colágeno anormales en el centro de coordinación, debido a inflamaciones, adherencias cicatriciales, malas posturas o traumatismos, que provocan un aumento en la densidad o un bulto en el tejido conectivo, como un parche en un traje.

Muchos CC son comunes a los de la acupuntura.
La apendicectomía es un momento traumático y estresante para el tejido conectivo como todas las cirugías.
La incisión quirúrgica provoca alteraciones en la consistencia del tejido conectivo de los músculos abdominales y de los flexores de la cadera.
Hay estructuras llamadas husos neuromusculares que miden la longitud del músculo y transmiten datos al sistema nervioso, otras llamadas órganos tendinosos de Golgi que informan a la médula espinal cuando el músculo se contrae.
En el cuerpo humano, por cada músculo existen tres capas de tejido conectivo que interactúan para realizar movimientos complejos, haciendo converger la tensión de los músculos en un solo punto: el centro de coordinación (CC).
El sistema nervioso percibe que el centro de coordinación está en tensión y envía un impulso a los músculos para que se contraigan. A continuación empieza la tracción del hueso que provoca el movimiento.

En caso de que el tejido conectivo sea más denso en ese punto, es incapaz de transmitir la tensión a los husos neuromusculares, que no se activan, y por lo tanto no puede ordenar la contracción de todos los músculos necesarios para realizar el movimiento.
Por consiguiente, la tracción muscular en la articulación solo parte de algunos músculos, no de todos.
Las estructuras que forman la articulación trabajan de manera anormal pues solo se contrae una parte de las fibras musculares.
La estructura de la articulación recibe impulsos anormales y reacciona produciendo dolor.
La acción parcial de los músculos y del tejido conectivo provoca pérdida de fuerza, movimiento y coordinación. Es posible que el dolor se experimente en el músculo antagonista. Por ejemplo, una rugosidad en el tríceps del brazo (zona posterior) puede provocar dolor en la parte delantera del hombro e impedir la elevación del brazo hacia adelante.

¿Cómo se realiza el tratamiento miofascial?

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Tratamiento miofascial – © Massimo Defilippo

El encargado de realizar la terapia fascial debe conocer la totalidad de los trastornos presentes y pasados en todas las partes del cuerpo.
Con frecuencia, los pacientes se sorprenden por las preguntas, ya que una persona a la que le duele el hombro espera que el fisioterapeuta evalúe sólo el omóplato y el brazo.
Sin embargo, es posible que un esguince de tobillo producido hace 15 años sea la causa de un dolor lumbar o de una periartritis del hombro.
Se debe indicar todo tipo de cirugías, fracturas, luxaciones, extracciones dentales, calambres, etc., que dejan densificaciones en la fascia y pueden provocar dolor incluso después de muchos años.
La segunda parte de la valoración comprende las pruebas de movimiento de la articulación dolorosa, de las articulaciones cercanas y de las que pueden haber provocado el dolor.

A continuación, se ejerce presión sobre los puntos que hay que controlar, de acuerdo con las indicaciones del examen muscular, en busca de rugosidades e irradiación del dolor.

La irradiación no es obligatoria, pero a menudo cuando se trata un centro de coordinación relacionado con el trastorno, se experimenta un temblor en otra zona del cuerpo. Si esta es la zona que suele doler, se empieza el tratamiento a partir de este centro de coordinación.
Con frecuencia, los pacientes preguntan al fisioterapeuta si está tratando los nervios «superpuestos» o «descubiertos», ya que el tratamiento es muy molesto.

El tratamiento consiste en frotar con los nudillos o con el codo el punto que debería ser responsable del dolor.
La manipulación provoca fricción y calor relajando los puentes de colágeno anormales. Poco después, se pide al paciente que repita las pruebas motoras dolorosas para ver si hay diferencias.

En general, la mejoría es inmediata. En casos muy excepcionales, el paciente mejora a los pocos días. Puede que el paciente se encuentre bien durante unos días y luego vuelva a experimentar el mismo dolor de antes. Ésta es una buena señal, porque indica que la causa del dolor y de la densificación es la tensión en otros puntos. En los dos días siguientes al tratamiento, es posible experimentar dolor en los puntos tratados, pero solo es un efecto temporal.

¿El tratamiento miofascial puede curar el dolor de cabeza?

Es importante saber que un exceso de puentes de colágeno puede provocar síntomas que afectan a la cabeza: dolores de cabeza o cefalea, migrañas, mareos, acúfenos, sensación de pesadez en los ojos, problemas para masticar y tragar, sensación de nudo en la garganta, etc.

¿Cuántos pacientes pierden el tiempo consultando especialistas sin llegar a curar los síntomas?

Las causas de la enfermedad pueden ser muchas y algunas competencia del neurólogo o de otros médicos, pero una de las causas más frecuentes es la tensión muscular y fascial que interfiere en el funcionamiento de los órganos internos, de las articulaciones (por ejemplo, de la mandíbula) o de los músculos (por ejemplo, los músculos del ojo) que provocan dolor y mal funcionamiento.

Aunque se piensa en el fisioterapeuta solo para tratar dolores musculoesqueléticos, muchas veces se olvida que la cabeza también se compone de muchos músculos que se encuentran en los huesos del cráneo.

¿Cuántas personas tienen una sonrisa asimétrica y levantan una parte del labio más que otra?

En este caso las adherencias se encuentran:

  • En los músculos superiores de la parte de labio que más se levanta.
  • En las fascias inferiores de la parte de labio que permanece más abajo.

¿Cuál es la causa del crujido al abrir la boca o desplazar lateralmente la mandíbula?

Una de las causas principales es la tensión fascial que interfiere en el movimiento.

¿Por qué siente un nudo en la garganta y resulta difícil deglutir?

Entre las posibles causas del problema se encuentran los músculos hioideos de la lengua o el músculo masetero que «aprieta los dientes».
Si se recomienda, el tratamiento miofascial elimina la tensión del tejido conectivo, liberando los movimientos o las rigideces que provocan los síntomas alrededor de los ojos, el dolor de cabeza o la dificultad al masticar.

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Este artículo contiene información general que no se sustituye al examen médico, no se puede utilizar para diagnosticar o establecer un tratamiento. Hable con su médico antes de seguir las instrucciones contenidas en el sitio.

Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo