Vestibulitis vulvar

La vestibulitis vulvar es una inflamación del vestíbulo vulvar que puede volverse crónica.


El vestíbulo vulvar es la zona que rodea la apertura vaginal y el interior de los labios.
El dolor no se presenta únicamente durante las relaciones sexuales o la penetración vaginal, sino que también se manifiesta durante la realización de actividades cotidianas (éste es un criterio fundamental para distinguir el vaginismo de la vulvodinia).

En los últimos diez años, el problema de la vestibulitis ha sido cada vez más reconocido como causa del dolor durante las relaciones sexuales.
Un examen vaginal detallado muestra enrojecimiento o hipersensibilidad del tejido de la apertura vaginal.
La vestibulitis vulvar también se conoce como reacción “neuroinflamatoria”, lo que significa que la inflamación inicia como una infección vaginal que provoca dolor. Los nervios encargados de percibir el dolor liberan sustancias químicas que favorecen la inflamación y ésta, a su vez, se convierte en crónica y provoca aún más dolor.
De este modo, se inicia un “círculo vicioso” que puede durar varios años.

La vestibulitis vulvar se desarrolla en mujeres en edad fértil, vírgenes o sexualmente activas.
No es una enfermedad que afecta solamente a las mujeres embarazadas o en menopausia.
Muchas de las mujeres que padecen esta afección sufren física y emocionalmente durante meses o años por no haber encontrado un tratamiento capaz de resolver el problema, debido a que el ginecólogo se centra principalmente en la búsqueda de virus y bacterias.

 

Causas de la vestibulitis vulvar

Los factores de riesgo que pueden provocar vesibulitis vulvar son:

  • VPH (virus del papiloma humano);
  • Infecciones micóticas crónicas, como la candidiasis vaginal;
  • Infección bacteriana;
  • Cistitis reiterada;
  • Alteraciones del pH (equilibrio ácido-base de la vagina);
  • Empleo durante mucho tiempo de sustancias químicas irritantes, tales como detergentes, jabones, espermicidas o lubrificantes;
  • Falta de hidratación o de lubrificación (sequedad vaginal);
  • Estrés, ansiedad y enfermedades como la fibromialgia;
  • Microtraumatismos provocados por relaciones sexuales o por llevar prendas de vestir ajustadas;
  • Lesiones o irritaciones de los nervios y de los tejidos alrededor de la zona vulvar, por ejemplo durante y después del parto;
  • Alergia o hipersensibilidad localizada en la piel;
  • Alteraciones del equilibrio hormonal;
  • Mujeres que han sufrido abusos sexuales.

El dolor puede volverse crónico debido a:

  1. Hiperactividad de los mastocitos (células implicadas en las reacciones alérgicas y en las inflamaciones agudas),
  2. Disminución del umbral del dolor,
  3. Hiperactividad de las terminaciones nerviosas que transmiten las señales de dolor,
  4. Contracción involuntaria de los músculos pélvicos, especialmente del músculo elevador del ano (por ejemplo en caso de vaginismo).

 

Síntomas de la vestibulitis vulvar

La vestibulitis vulvar se define como una sensación anormal (disestesia) en el vestíbulo de la vulva.
La vestibulitis vulvar se manifiesta de las siguientes maneras:

  • Entumecimiento
  • Sensación de ardor o de calor
  • Dolor vaginal
  • Dolor al contacto con la vestimenta
  • Dolor al tacto o durante la penetración vaginal
  • Dispareunia (dolor vaginal durante las relaciones sexuales)
  • Ansiedad o depresión

 

Diagnóstico de la vestibulitis vulvar

Si se presentan los síntomas se debe acudir al ginecólogo, quien los examina basándose en los criterios de Friedrich, es decir:

  1. Fuerte dolor y ardor al tacto en el vestíbulo vulvar, o al intentar la penetración vaginal
  2. Dolor y sensación de presión leve dentro del vestíbulo vulvar
  3. Eritema vulvar (inflamación y enrojecimiento)

Para realizar el diagnóstico, el médico utiliza un hisopo para ejercer una ligera presión en el vestíbulo.

Si la paciente padece vestibulitis vulvar, la prueba con el hisopo le provoca un dolor muy fuerte o una molestia.
La vestibulitis puede provocar vaginismo o empeorarlo, si bien las dos afecciones pueden coexistir.
Por esta razón, algunas mujeres deben someterse al tratamiento de las dos enfermedades al mismo tiempo para poder tener nuevamente relaciones sexuales sin dolor.
El médico especialista más adecuado para tratar este tipo de enfermedad es el ginecólogo.

 

¿Cuál es el tratamiento para la vestibulitis vulvar?

El tratamiento para la vestibulitis incluye:

Lidocaína en gel (con receta médica)
Cómo se aplica: aplicar sobree la zona de dolor.
Cómo funciona: entumece la vagina antes del acto sexual.
Advertencia: tras la aplicación, se debe esperar a que la zona haya perdido sensibilidad antes de iniciar el acto sexual.
Puede producirse ardor durante varios minutos (5-10 minutos) tras la aplicación del gel.

Citrato de calcio en comprimidos
Tomar comprimidos de calcio de 1200-1800 mg cada día.
El calcio reduce los cristales en la orina que pueden provocar ardor.

 

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© Massimo Defilippo

Medicamentos para la vestibulitis

El tratamiento para la vestibulitis vulvar incluye:

  • Aliamide (Adelmidrol): fármacos que regulan la actividad de los mastocitos.
  • Antidepresivos, ansiolíticos, antiepilépticos: estos medicamentos, entre los que se encuentra la amitriptilina (Deprelio) pueden aliviar el dolor de origen nervioso provocado por la vestibulitis vulvar o interrumpir la sensibilidad anormal de los nervios. Se ha demostrado que estos medicamentos son muy eficaces contra el dolor “neuropático” (de los nervios).

Se recomienda no tomar antibióticos (excepto si el médico estima que son absolutamente necesarios), ya que alteran el equilibrio de la flora intestinal y favorecen las infecciones genitales, especialmente las que tienen origen en hongos como la cándida.

 

Intervención quirúrgica para lavestibulitis vulvar

Si el dolor persiste incluso después de algunos meses de tratamiento, se debe considerar una intervención quirúrgica (vestibuloplastia vulvar).
En cualquier caso, antes de someterse a una operación hay que intentar resolver el problema mediante los tratamientos no quirúrgicos, pues la paciente puede curarse sin necesidad de una intervención.
La intervención implica diez días de reposo en casa. Tras el período de reposo, se debe efectuar un tratamiento en el tejido vaginal sensible durante algunos meses antes de poder tener relaciones sexuales sin dolor.

Algunos tratamientos no son eficaces, como por ejemplo:

  • Tratamiento láser,
  • Inyecciones de interferón,
  • TENS en la vulva, que en muchos casos empeora el problema.

 

Dieta y alimentación para la vestibulitis vulvar

Cuando se habla de alimentación, la mayoría de las personas piensa que los alimentos solo pueden provocar problemas digestivos.
En realidad, la experiencia de los higienistas, de los médicos naturistas y de los pacientes demuestra que una dieta natural (si fuera necesario, también el ayuno) puede curar las enfermedades de casi todos los órganos, a excepción de:

Se trata de una terapia gratuita que no intoxica el cuerpo como sí hacen los medicamentos e integradores.
Los tipos de alimentación que han proporcionado los mejores resultados en los pacientes son:

  1. Dieta vegana con al menos un 50% de alimentos crudos, basada en:
    • Fruta, especialmente cítricos, por la mañana
    • Verduras crudas, especialmente de hoja verde
    • Fruta de cáscara (almendras, avellanas, nueces, etc.) en cantidades normales
    • Patatas
    • Legumbres en pequeñas cantidades
  2. Dieta del grupo sanguíneo, en la que cada persona come los alimentos permitidos en función de su grupo sanguíneo, si bien todos deben eliminar de su dieta:
      • Leche y productos lácteos
      • Carne de cerdo y productos de charcutería
      • Cereales con gluten, aunque se recomienda evitar todos los cereales
      • Alimentos fritos, ahumados y procesados

 

Fisioterapia y biofeedback para la vestibulitis vulvar

Cuando los músculos pélvicos se contraen debido al dolor, puede ser muy beneficioso realizar ejercicios musculares con biofeedback, bajo la supervisión de un fisioterapeuta.
Los tratamientos proporcionan un alivio suficiente a ocho de cada diez mujeres aproximadamente.

Biofeedback para la relajación muscular: con ayuda del fisioterapeuta, la paciente aprende a controlar el músculo elevador del ano de manera adecuada, con el fin de evitar las contracciones vaginales involuntarias que pueden empeorar el dolor provocado por la vestibulitis.

Los espasmos musculares de la vagina empeoran el dolor y las molestias provocadas por la vulvodinia y la vestibulitis vulvar. Por esta razón, la terapia física con biofeedback y otros instrumentos ginecológicos han sido de gran ayuda para las pacientes que padecen enfermedades del suelo pélvico y vaginismo (espasmos del músculo vaginal).

Rehabilitación del suelo pélvico: ejercitarse con el biofeedback ayuda a la paciente a llevar a cabo los ejercicios necesarios para reforzar los músculos débiles del suelo pélvico y relajar los músculos contraídos.

Existen ciertas técnicas que permiten a la mujer relajar sus músculos. Estos ejercicios implican:

  • Respiración profunda
  • Empujar hacia fuera de la vagina, por ejemplo tras haber introducido dos dedos en el canal vaginal

 

Remedios naturales para la vestibulitis vulvar

A continuación, se describen algunos tratamientos naturales que han sido eficaces en muchas pacientes.
Se trata de recomendaciones que pueden ayudar a tratar los síntomas de la vestibulitis vulvar.

Limpieza vaginal
Echar agua tibia sobre la vulva después de haber orinado para eliminar la orina restante de la zona irritada.

Baños de bicarbonato de sodio
Tomar un baño en un barreño con agua tibia y cuatro o cinco cucharadas de bicarbonato, sumergiendo la zona de la pelvis para aliviar el dolor vulvar, el prurito y el ardor.
Los baños deben durar de 10 a 15 minutos y se deben realizar entre una y tres veces al día.
Si se utiliza un baño de asiento, solo hay que añadir una o dos cucharadas de bicarbonato de sodio.

Acupuntura: tratamiento eficaz para reducir el dolor.

Aceite de vitamina E: aplicar todas las noches sobre los labios mayores.

Compresas de algodón: durante la menstruación, utilizar solamente compresas de algodón.
Se pueden adquirir por Internet o en algunas tiendas especializadas.

No aplicar jabón en la zona vulvar: no permitir que un jabón demasiado fuerte entre en contacto con la vulva.
A falta de indicaciones específicas por parte del médico, para mantener una higiene adecuada se puede utilizar exclusivamente agua tibia.
Si se debe lavar la zona de manera más frecuente, se puede utilizar un jabón íntimo con pH ácido.

Ropa interior 100 % algodón

Evitar el uso de vaqueros o pantalones ajustados: utilizar siempre pantalones de tela entrelazada.
Las costuras de los vaqueros y los pantalones ajustados provocan muchas irritaciones.

Evitar los pantis: se recomienda utilizar medias que lleguen solo hasta la rodilla.

Dormir sin ropa interior: la noche es el momento ideal para dejar que respire la zona vulvar.

Baños de asiento calientes: con bicarbonato son muy relajantes.

Aplicar compresas frías: cuando no funciona ningún metodo, el hielo puede ser la mejor solución para adormecer la zona.

 

¿Se puede curar? Pronóstico de la vestibulitis vulvar

Con el tratamiento adecuado, se puede curar aproximadamente en 6-9 meses.

Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo