Gonorrea – síntomas, contagio y tratamiento



La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual provocada por una bacteria que puede infectar a hombres y mujeres.

Generalmente, la gonorrea afecta a la uretra, el recto o la garganta. En las mujeres, también puede infectar el cuello del útero.

Lo usual es que la gonorrea se trasmita por contacto sexual, pero los recién nacidos también pueden contraerla durante el parto si la madre está infectada.
Por lo general, la gonorrea en los recién nacidos afecta a los ojos.

La gonorrea es una infección muy común y en algunos casos no presenta ningún síntoma.
No hay manera de saber quién está infectado.
Algunas de las precauciones más eficaces para prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual son abstenerse de tener relaciones sexuales, utilizar el preservativo en las relaciones sexuales y permanecer en una relación monógama.
A menudo, las personas contraen gonorrea y clamidia (otra enfermedad de transmisión sexual) al mismo tiempo, por lo que deben someterse a una prueba para detectar ambas enfermedades.

¿Cómo se contagia la gonorrea?

Las personas pueden contraer la gonorrea si han mantenido relaciones sexuales con una persona que tiene esta enfermedad. Por “relaciones sexuales” se entiende el sexo oral, anal y vaginal.
La gonorrea puede transmitirse por todo tipo de fluidos (o secreciones), aunque el hombre no eyacule.
El contagio también puede producirse por un beso largo y apasionado.
La gonorrea también puede transmitirse de madre a hijo durante el parto, si la mujer no se ha sometido al tratamiento.
Las personas que han padecido gonorrea y se han sometido al tratamiento pueden volver a contraer la enfermedad si vuelven a mantener relaciones sexuales con una persona infectada.

La gonorrea no se transmite por medio de toallas, manivelas o la taza del inodoro.

¿Quién puede contraer la gonorrea?

Todas las personas sexualmente activas pueden contraer una infección por gonorrea. Se trata de una enfermedad de transmisión sexual muy común. En Estados Unidos, el porcentaje más alto de personas infectadas se encuentra en afroamericanos, jóvenes y adolescentes sexualmente activos.

¿Cuáles son los síntomas de la gonorrea?

A menudo, la gonorrea no presenta ningún síntoma.
La mayoría de las personas no sabe que ha contraído la infección, especialmente las mujeres.
Cuatro de cada cinco mujeres con gonorrea no presenta ningún síntoma.
Uno de cada diez hombres con gonorrea no presenta ningún síntoma.

Los síntomas que aparecen en las mujeres son:

Generalmente, los síntomas que aparecen en los hombres son los siguientes:

  • Pérdidas por el pene similares al pus
  • Dolor y ardor al orinar
  • Dolor e hinchazón de testículos

En los hombres y en las mujeres, la gonorrea puede provocar prurito anal, así como pérdidas y dolor al defecar.

El prurito, el dolor de garganta y la dificultad para deglutir pueden ser síntomas de una infección oral.
En este caso pueden aparecer linfonodos hinchados en el cuello.
Nueve de cada diez infecciones orales no provocan ningún síntoma.

Puede que los síntomas de la gonorrea se manifiesten únicamente por la mañana y de forma leve, especialmente en los hombres. Por esta razón, muchas personas no son conscientes de tener una infección. Si una persona o su pareja presenta alguno de los síntomas mencionados debe acudir al médico, especialmente si la mujer está embarazada.

¿Cuánto tiempo tarda en manifestarse la gonorrea?

Los síntomas de la gonorrea pueden aparecer en la fase de incubación que puede durar desde un día hasta dos semanas tras haber contraído la infección.
La evolución y sintomatología cambian dependiendo de si el paciente es hombre o mujer.

Complicaciones de la gonorrea si no se realiza el tratamiento

La gonorrea puede tratarse fácilmente, pero si la persona no se somete al tratamiento puede suponer una amenaza grave para la salud de hombres y mujeres.

Complicaciones durante el embarazo
Durante el embarazo, si la mujer no se somete al tratamiento, la gonorrea puede provocar un parto prematuro o que el bebé nazca ya muerto.
La gonorrea puede transmitirse de madre a hijo durante el parto. Esta enfermedad puede provocar infecciones en la sangre, en las articulaciones y en los ojos.
Para prevenir las infecciones oculares graves que pueden tener origen en la gonorrea, el médico recomienda aplicar antibióticos en forma de gotas en los ojos del recién nacido, lo que reduce el riesgo de transmisión de la enfermedad.

Infertilidad
En las mujeres, si no se realiza el tratamiento, la gonorrea puede infectar las trompas de Falopio, los ovarios y el útero o provocar la enfermedad conocida como enfermedad pélvica inflamatoria (EIP).
1 de cada 5 mujeres con gonorrea desarrolla la EIP.
Si no se realiza un tratamiento para la enfermedad pélvica inflamatoria, ésta puede afectar a la capacidad de la mujer para quedarse embarazada.
La gonorrea también puede hacer que los hombres se vuelvan estériles.
La enfermedad puede difundirse desde la uretra hasta los testículos, donde puede convertirse en una enfermedad llamada epididimitis.
Uno de cada diez hombres con gonorrea no tratada desarrolla epididimitis, lo que puede provocar infertilidad si es aguda. Los síntomas son fiebre, hinchazón y dolor intenso en el escroto.

Artritis
3 de cada 100 personas con gonorrea no tratada desarrollan una enfermedad llamada infección gonocócica diseminada (IGD). La IGD puede provocar artritis y llagas en la piel. Las mujeres tienen una probabilidad cuatro veces más alta de desarrollar IGD respecto a los hombres.
Las mujeres adolescentes presentan el nivel más alto de esta infección.
Entre los síntomas se incluyen:

Una vez diagnosticada la infección gonocócica diseminada, ésta puede tratarse fácilmente. Si no realiza el tratamiento, la infección puede afectar a las articulaciones de manera permanente.

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Pruebas y diagnóstico de la gonorrea

Durante la consulta ginecológica, el médico analiza una muestra de las células para cerciorarse de que la bacteria de la gonorrea se encuentra en el cuerpo.
El médico obtiene estas muestras mediante:

Prueba de orina (urocultivo)
Esta prueba ayuda a identificar las bacterias de la uretra.

Frotis de la zona afectada
Mediante un frotis de la garganta, de la uretra, de la vagina o del recto se recolectan bacterias que luego han de ser examinadas en el laboratorio.

Prueba de detección de otras enfermedades de transmisión sexual
El médico también puede recomendar una prueba para detectar otras infecciones de transmisión sexual.
La gonorrea aumenta el riesgo de contraer estas infecciones, especialmente la clamidia. De hecho, con frecuencia estas dos infecciones van acompañadas.

Se recomienda un análisis de sangre para la detección del VIH a todas las personas a quienes se ha diagnosticado una infección de transmisión sexual. Dependiendo de los factores de riesgo, puede ser útil realizar las pruebas para detectar otras infecciones de transmisión sexual.

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¿Cuál es el tratamiento para la gonorrea?

Existen tratamientos antibióticos muy eficaces para curar la gonorrea.
Ha quedado demostrado que algunas cepas de gonorrea son resistentes a ciertos medicamentos (resistencia a los antimicrobianos), por lo que el tratamiento más recomendado en la mayoría de los casos incluye dos antibióticos: uno se suministra con una inyección y el otro por vía oral (generalmente, se trata de una sola pastilla).
Los pacientes que padecen gonorrea también deben someterse al tratamiento para la clamidia (si en la prueba de detección no se ha descartado la clamidia).

A continuación se mencionan algunos puntos importantes del tratamiento:

  • Todos los medicamentos deben administrarse siguiendo las instrucciones del médico.
  • Todas las parejas deben someterse a exámenes de detección y al tratamiento.
  • Se debe evitar el contacto sexual hasta que el paciente y todas sus parejas hayan finalizado el tratamiento y, por lo tanto, la enfermedad haya desaparecido.
  • Las personas que vuelven a manifestar síntomas tras el tratamiento deben someterse de nuevo a la prueba de detección de la gonorrea.
  • Las personas que se han sometido al tratamiento utilizando antibióticos no recomendados (por ejemplo, si el paciente es alérgico o si los medicamentos no están disponibles) deben volver a realizar la prueba de detección una semana después de haber finalizado el tratamiento, aunque no presenten síntomas.
  • Puede que se detecten infecciones tras someterse a un tratamiento con los medicamentos más adecuados debido a que el tratamiento no ha funcionado o a porque la persona ha vuelto a contraer la infección.

¿Cuáles son los antibióticos más adecuados?

Desde el año 2007, los Centros para el Control de las Enfermedades (CDC) publican unas directivas muy claras sobre cómo  elegir los antibióticos más eficaces para la gonorrea. Antes de esta publicación, varios estudios habían demostrado que la familia de los medicamentos antibacterianos llamados fluoroquinolonas no son eficaces para algunas cepas de la enfermedad, ya que estaban desarrollando resistencia hacia esos medicamentos.
Generalmente, la gonorrea responde al tratamiento a base de medicamentos como la penicilina o la tetraciclina.

Los CDC recomiendan que a las personas con infecciones genitales leves o gonorrea se les administre una sola inyección de ceftriaxona (por ejemplo Rocefin®).
Este medicamento es una cefalosporina y también se utiliza para el tratamiento de la gonorrea en la garganta, es decir la gonorrea faríngea.
La gonorrea que no presenta complicaciones puede tratarse con ciprofloxacino (Ciprofloxacino Alter, Ciprofloxacino Aristo).
Generalmente, el médico prescribe levofloxacino (Tavanic) para la gonorrea diseminada.
Si la enfermedad se complica por la aparición de la clamidia se añade otro antibiótico por vía oral, como por ejemplo el Zitromax®.

Las personas alérgicas a la ceftriaxona pueden utilizar otros medicamentos como la doxiciclina o la claritromicina. Un enfoque diferente propone realizar la desensibilización al medicamento antes de que el paciente lo utilice.

Por lo general, el médico sigue las directivas, pero puede tomar decisiones diferentes dependiendo del paciente.

¿Mi pareja sexual también debe someterse al tratamiento?

Sí, la pareja sexual debe someterse a un examen de detección de la infección, aunque no presente síntomas.
Generalmente, el tratamiento con antibióticos también se recomienda para las parejas sexuales, incluso si el resultado del examen es negativo, debido a que:

  • A menudo, las bacterias que provocan la gonorrea se trasmiten a través de las relaciones sexuales. El examen de detección de las bacterias no es infalible. El tratamiento con antibióticos ayuda a eliminar cualquier tipo de infección.
  • Si una pareja sexual está infectada y no se somete al tratamiento es un portador sano y, por lo tanto, puede transmitir de nuevo la infección a la persona que la contrajo en primer lugar.
  • Las personas con gonorrea que no presentan síntomas pueden tener la enfermedad desde hace mucho tiempo y no saberlo. En este caso, todas las parejas sexuales que ha tenido la persona en los últimos tres meses deben someterse a las pruebas y al tratamiento.

Prevención para la gonorrea

La abstinencia sexual es un método seguro para eliminar por completo el riesgo de contraer la infección.
La monogamia recíproca (relaciones sexuales con una sola pareja que no esté infectada) es otra manera de eliminar el riesgo.
Para prevenir la gonorrea, no se recomienda el uso de productos espermicidas a base de agua, pues no son eficaces.
El uso de preservativos de látex durante las relaciones sexuales vaginales o anales disminuye el riesgo de contraer la infección.
La gonorrea puede transmitirse incluso si el pene o la lengua no entran completamente en el interior de la vagina, la boca y el recto. Por esta razón, la mejor forma de prevención es el empleo de preservativos de látex desde el inicio del contacto sexual hasta que no haya ningún tipo de contacto con la piel.

Existen varios remedios para poner obstáculos a la bacteria y para reducir el riesgo de transmisión de la gonorrea durante el sexo oral.
Se puede utilizar un preservativo no lubrificado para el contacto entre la boca y el pene.

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Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo