La colitis nerviosa (o espástica, también denominada síndrome del colon irritable) es un trastorno gastrointestinal muy frecuente.
Se estima que el 15-20% de la población estadounidense (alrededor de 55 millones de personas) se encuentra afectada de colitis espástica.
Esta enfermedad es más frecuente entre los adultos y muy rara entre los niños.
Aunque no conlleva graves complicaciones o consecuencias, puede suponer una limitación para el día a día, ya que los pacientes a menudo evitan salir por culpa de los síntomas.
Posibles causas de la colitis espástica
1. Problema serotoninérgico: la serotonina es una sustancia que ayuda a mandar los impulsos de un nervio a otro y que se encuentra abundantemente en el sistema gastrointestinal. La serotonina está implicada en los movimientos peristálticos intestinales. Se han creado dos medicamentos serotoninérgicos, cuyo éxito sobre la colitis espástica certifica el papel significativo de la serotonina en esta enfermedad.
2. Problema genético: los estudios a familias y gemelos revelan una presencia frecuente de la enfermedad dentro de la misma familia. Estos estudios examinaron los genes relacionados con la serotonina, si bien las conclusiones para los pacientes con colitis espástica no fueron de utilidad.
3. Estado inflamatorio: el síndrome del colon irritable se caracteriza también por la inflamación. El marcador de esta inflamación es el mastocito y varias células de este tipo se encuentran en pacientes con colitis espástica, sobre todo cerca de las terminaciones nerviosas. La idea es desarrollar medicamentos que estabilicen estos mastocitos para reducir los síntomas de la enfermedad (como sucede con los pacientes asmáticos).
4. Proliferación bacteriana y alteración de la flora bacteriana intestinal (microbiana): desde el momento en que nacemos, al respirar por primera vez, las bacterias entran y colonizan el intestino. Desde ese momento, el medio circundante adquiere un papel importante en la naturaleza de la flora intestinal.
Por desgracia, no podemos elegir el medio al nacer y gran parte de la flora intestinal procede de la madre.
Los trastornos de la microbiana intestinal (por ejemplo, a través de la ingesta de antibióticos) pueden provocar problemas como la diarrea. Los movimientos de tipo peristáltico (ondulatorio, propulsivo) del intestino son esenciales para el mantenimiento de una flora bacteriana intestinal sana.
En la colitis espástica la motilidad se encuentra comprometida y muchos pacientes sufren una proliferación de bacterias en el intestino delgado, lo que puede provocar síntomas tales como abdomen hinchado, dolor de estómago y diarrea.
Recientemente se ha descubierto que no solo la cantidad de bacterias es importante, sino también el tipo. En pacientes con una cantidad importante de Lactobacillus y Veillonella se encuentran niveles elevados de ácido acético, ácido propiónico y ácidos orgánicos.
La colitis espástica también puede tener un origen nervioso o psicosomático y el intestino se ve afectado por una gran cantidad de estrés y ansiedad. De hecho, las emociones fuertes pueden provocar taquicardia (aceleración de los latidos cardíacos) y contracción de los músculos intestinales. La consecuencia es un empeoramiento de los síntomas.
Síntomas de la colitis espástica
Los signos y síntomas del síndrome del intestino irritable varían de una persona a otra y a menudo se parecen a los de otras enfermedades.
Entre los más frecuentes de la fase aguda se encuentran:
- Dolor de barriga, dolor en el lado derecho o izquierdo
- Calambres abdominales
- Dolor de espalda (poco común)
- Sensación de hinchazón
- Flatulencia o vientre hinchado (aire en el abdomen)
- Diarrea o estreñimiento – a veces alternancia de períodos de estreñimiento y diarrea.
- Moco en las heces
- Náuseas y vómito
- Lengua blanca
- Dolor de estómago
- Cansancio
Para la mayoría de las personas, el síndrome del intestino irritable es una enfermedad crónica, aunque es probable que haya momentos en los que los signos y síntomas empeoren y momentos en los que mejoren o incluso desaparezcan por completo.
¿Qué enfermedades se deben excluir para el diagnóstico de colitis espástica?
El diagnóstico de colitis espástica se realiza mediante un proceso de exclusión, ya que no existe un test médico positivo para colitis espástica. El médico puede examinar al paciente para el resto de enfermedades similares a la colitis espástica. Si dichas pruebas se revelan negativas y si los síntomas responden a los criterios de Roma II (criterios establecidos por una comisión internacional para definir el diagnóstico de los desórdenes funcionales gastrointestinales), el diagnóstico es el de colitis espástica.
Es importante excluir las siguientes enfermedades antes de aceptar un diagnóstico de colitis espástica:
- Tumor colorrectal
- Enfermedades inflamatorias intestinales (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa)
- Obstrucción intestinal
- Diverticulosis y diverticulitis
- Cálculos biliares
- Alergias alimentarias
- Enfermedad celíaca (enfermedad autoinmune genética que provoca intolerancia al gluten)
- Infecciones intestinales
- Endometriosis
- Cáncer ovárico.
¿Son fiables los síntomas?
Estos síntomas son muy fiables. Si se manifiesta uno de los siguientes síntomas, además de los típicos, no se trata de síndrome del colon irritable:
– Cualquier revelación de anomalías físicas durante la visita médica
– VSG alta (velocidades de sedimentación de los eritrocitos). Conviene subrayar que una persona con colitis espástica puede desarrollar otras enfermedades que aumentan la VSG. Sin embargo, si un paciente tiene un valor de VSG elevado junto a otros síntomas que indican un principio de colitis nerviosa, la enfermedad será diferente (por ejemplo, la enfermedad de Crohn o celiaquía).
El 65% de los pacientes con enfermedad de Crohn sufre colitis espástica por culpa de un daño inflamatorio en las terminaciones nerviosas.
– Glóbulos blancos altos (células blancas que nos ayudan en la defensa contra las infecciones)
– Anemia (poco glóbulos rojos en la sangre)
– Sangre en las heces
– Pérdida de peso
– Fiebre
– La aparición de síntomas que sugieren un principio de SII después de los 35 años. La colitis nerviosa puede empezar en edad avanzada, pero es poco frecuente, por lo que en este caso puede que esté provocada por antibióticos para la gastroenteritis.
– Un historial familiar de cáncer colorrectal o enfermedades inflamatorias intestinales.
– Síntomas nocturnos, como dolor abdominal o malestar.
– Incontinencia fecal (emisión involuntaria de heces)
Tratamiento y fármacos para la colitis espástica
Dado que no está clara la causa del síndrome del intestino irritable, el tratamiento se centra en aliviar los síntomas para que el paciente pueda vivir mejor.
En la mayoría de los casos, los signos y los síntomas más leves del síndrome del intestino irritable se pueden controlar con éxito, aprendiendo a manejar el estrés y cambiando de dieta y estilo de vida.
¿Qué hacer? ¿Cómo curar la colitis espástica?
Tratamiento farmacológico para el síndrome del colon irritable
Actualmente, en Estados Unidos existen dos fármacos aprobados para casos específicos de SII:
– Tegaserod. Este medicamento sirve para reducir la tensión del colon y ralentizar el movimiento de los excrementos a través del intestino grueso. Durante un tiempo, la Food and Drug Administration (FDA) retiró el Tegaserol del mercado, pero luego volvió a permitir su venta.
Este fármaco no está aprobado para pacientes de sexo masculino.
– Macrogol (Polietilenglicol). Actúa aumentando la secreción de fluido en el intestino delgado con el fin de ayudar al movimiento de las heces. Ha sido aprobado para las mujeres desde los 18 años que sufren de SII con estreñimiento. Su eficacia en hombres y su seguridad a largo plazo no han sido demostradas.
Entre los efectos colaterales más frecuentes se encuentran las náuseas, la diarrea y el dolor abdominal.
Fármacos para los síntomas
- Suplementos de fibra. La ingesta de suplementos de fibra, como el psyllium (Metamucil) con líquidos puede ayudar a reducir el estreñimiento.
- Fármacos antidiarreicos. Medicamentos sin receta como la Loperamida (Imodium) pueden ayudar a controlar la diarrea.
- Fármacos anticolinérgicos y antiespasmódicos. Estos medicamentos, como por ejemplo Atropina (Atropina sulfato) y Butilescopolamina (Buscapina), pueden reducir los espasmos dolorosos del intestino. Dichos fármacos pueden utilizarlos las personas que sufren episodios de diarrea, aunque pueden empeorar el estreñimiento y provocar otros síntomas, como la dificultad para orinar.
Las personas afectadas por glaucoma deben consultar a su médico antes de ingerir estos fármacos. - Fármacos antidepresivos. Si los síntomas incluyen sufrimiento o depresión, el médico puede recomendar un antidepresivo tricíclico o un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS). Estos fármacos ayudan a reducir la depresión y además inhiben la actividad de las neuronas que controlan el intestino.
- Antibióticos. Algunos pacientes con síntomas provocados por la proliferación de bacterias en el intestino pueden beneficiarse del tratamiento antibiótico. Se ha demostrado que otros pacientes con síntomas de diarrea han mejorado con la rifaximina (Spiraxin), aunque se requieren más estudios.
Remedios naturales para la colitis espástica
Suplementos
Vitamina B6: Los alimentos que contienen vitaminas y sustancias nutrientes esenciales son buenas para el aparato digestivo. Es necesario incluir en la dieta alimentos ricos en vitamina B6 como zanahorias, alubias y guisantes para reducir la gravedad de los síntomas de colitis espástica y favorecer la digestión.
Ácido fólico: pan integral, cereales y otros alimentos ricos en ácido fólico son útiles para mantener el colon saludable.
Magnesio: las legumbres son una fuente rica en magnesio. Además, incrementan la salud del colon y favorecen la digestión.
Beber mucha agua: entre los remedios caseros, beber por lo menos ocho vasos de agua al día aumenta la masa en el interior del intestino, hincha las fibras solubles y ayuda a regular el intestino.
Alimentación y dieta adecuadas para la colitis espástica
Incremento de la aportación de fibras: una dieta adecuada debería incluir una mayor cantidad de fibras. Una dieta rica en fibras mejora las funcionalidades y facilita los movimientos intestinales dolorosos provocados por el síndrome del intestino irritable. Existen dos tipos de fibras: las fibras solubles y las insolubles.
La fibra soluble es la que forma un gel cuando se disuelve en el agua,mientras que la fibra insoluble controla el estreñimiento aumentando la masa de las heces. Entre las fuentes de fibras solubles se encuentran los cítricos, las alubias o las manzanas, mientras que la fibra insoluble está presente en el salvado de trigo, el pan integral y las verduras.
Se puede comer:
- Frutas y verdura, como por ejemplo tomates, nueces, berenjena, zanahorias, remolachas, calabacines y limón.
- Arroz, avena, cebada y trigo, excepto para las personas con intolerancia al gluten.
Alimentos que se deben evitar en caso de colitis espástica
Algunos alimentos pueden agravar mucho la enfermedad, entre los que se encuentran los alimentos ricos en grasas y la comida picante. Otros alimentos que deben evitarse si se sufre de síndrome del intestino irritable son:
– Leche y productos lácteos (excepto el yogur prebiótico)
– Sustancias irritantes para el intestino, tales como cafeína, comida picante y bebidas gaseosas.
– Bebidas alcohólicas
– Alimentos preenvasados o enlatados
– Algunas frutas y verdura, como por ejemplo calabaza, ciruela, higos y uvas.
– Alimentos que provocan flatulencia como cebolla, ajo, lentejas, alubias y col.
– Fructosa: es el tipo de azúcar natural que procede de la fruta. La fructosa se suele utilizar como sustituto del azúcar de caña. Las personas que sufren colitis espástica o tienen intolerancia a la fructosa deberían evitar consumir fruta y zumos ricos en fructosa.
– Grasas alimentarias: una comida grasa o picante puede provocar un empeoramiento de los síntomas. Las personas que sufren de colitis espástica deben evitar la comida basura, los fritos, las salsas cremosas y la comida con carne grasa.
¿Cuánto dura? ¿Cuál es el tiempo de recuperación?
El pronóstico es difícil ya que se trata de un trastorno crónico que rara vez se cura.
Es posible controlar los síntomas para tener una calidad de vida normal.