Desprendimiento de retina: diagnóstico, tratamiento y pronóstico

Diagnóstico del desprendimiento de retina

El oftalmólogo puede detectar el desprendimiento de la retina a través de una serie de pruebas necesarias para evaluar la reacción de la retina y la pupila, como por ejemplo:

  • Examen del fondo de ojo por medio de un oftalmoscopio
  • Examen con lámpara de hendidura
  • Ecografía ocular

 

Tratamiento para el desprendimiento de retina

Cuando el paciente experimenta destellos luminosos en el campo visual debe acudir a urgencias, ya que podría tratarse de un desprendimiento de retina.
Si el desprendimiento tiene lugar en la mácula (parte central de la retina), el oftalmólogo recomienda someterse a una operación urgente para evitar el riesgo de una reducción permanente de la visión.

Rotura de la retina
Cuando la lesión de la retina no ha avanzado hasta provocar un desprendimiento, el cirujano oftalmólogo puede proponer un procedimiento ambulatorio para prevenir el desprendimiento de retina y preservar casi toda la vista.

  • Cirugía con láser (fotocoagulación)
    El cirujano dirige un rayo láser sobre la rotura retiniana. En primer lugar, se coloca una lente de contacto en la córnea del paciente para permitir que el oculista vea la lesión.
    A continuación, el láser provoca quemaduras alrededor de la lesión, formando cicatrices que generalmente «saldan» la retina, adhiriéndolo al tejido subyacente.
  • Congelación o criopexia
    En este procedimiento, el cirujano coloca una sonda en la superficie externa del ojo, directamente sobre la ruptura de la retina y congela el área alrededor de la lesión. De esta manera, se obtiene una cicatriz que ayuda a saldar la retina, adhiriéndola a la pared del ojo.

    El médico recomienda no realizar actividades intensas durante las dos semanas sucesivas a la operación para permitir la consolidación del tejido fibroso creado con la congelación.

 

Cirugía para el desprendimiento total de retina

Neovascularizacion bajo la retina

Desprendimiento de la retina – neovascularización – © fotolia.com

El desprendimiento total de retina es un problema grave y se requiere una cirugía para repararlo.

Si este problema no es tratado a más tardar al cabo de dos semanas, la retina se encoge y se reduce considerablemente la probabilidad de que la cirugía sea exitosa.

La cirugía se puede realizar con criopexia o fotocoagulación.

A veces se requiere una segunda cirugía para corregir el problema, aunque en el 80% es suficiente realizar una sola operación.
La intervención quirúrgica se efectúa con anestesia total y no suele ser necesaria la hospitalización del paciente.

  • Retinopexia neumática
    En este procedimiento, el médico inyecta una burbuja de aire o gas en el cuerpo vítreo del ojo. La burbuja se introduce de forma que presione contra la rotura retiniana y el área que rodea la lesión para cerrar la lesión.
    El gas detiene el flujo de líquido en el espacio donde se produce el desprendimiento (entre la retina y la coroides).

    El líquido que se había acumulado debajo de la retina se absorbe por sí solo y la retina vuelve a unirse a la pared posterior del ojo (coroides). Por último, la burbuja se reabsorbe por sí sola.

  • Cirugía escleral
    En esta operación, el médico implanta una banda de silicona o esponja en la parte blanca del ojo (esclerótica) de la zona afectada.
    Si hay varias lesiones o un gran desprendimiento, el cirujano puede crear un cerclaje escleral que rodea todo el ojo como si fuera un cinturón, o solo una parte del ojo (plombaje) mediante una esponja de silicona.
    La capa exterior del ojo se comprime hacia el interior para acercar la pared exterior del ojo a la retina desprendida y al vítreo. De esta manera, se reduce la tracción del cuerpo vítreo en la retina.
    Por lo general, la miopía empeora después de esta cirugía, pero se puede corregir con gafas o lentes de contacto.
  • Vitrectomía
    En este procedimiento, el médico extrae el humor vítreo junto a otros tejidos que traccionan la retina.
    Luego se inyecta aire, gas o líquido (aceite de silicona) en el espacio vítreo para reparar la retina.
    Para finalizar, el aire o el gas se absorben progresivamente y el espacio vítreo vuelve a ser un cuerpo fluido.
    Para retirar el aceite de silicona se requiere otra cirugía tras 2-3 meses.
    La vitrectomía se realiza a menudo junto a la cirugía escleral.

 

Después de la operación para el desprendimiento de retina

Después de la operación, se debe permanecer un día en el hospital. El médico coloca un vendaje durante el tiempo que considera necesario, dependiendo del tipo de intervención quirúrgica.

Durante el período postoperatorio, si la cirugía se realiza mediante retinopexia neumática, el paciente debe permanecer durante varios días o semanas una posición con la cabeza inclinada hacia un lado o hacia adelante, o bien permanecer tumbado sobre el lado operado en función de la posición del desprendimiento.
Es muy importante mantener esta posición hasta que se reabsorba la burbuja de aire dentro del ojo.

Las probabilidades de éxito de la cirugía de desprendimiento de retina dependen de:

  • Número de lesiones
  • Tamaño.

La mayoría de las veces, la retina puede unirse en una sola operación, aunque algunas personas requieren varias intervenciones.

El desprendimiento no se puede reparar en menos del 10 % de los casos.
La imposibilidad de reparar la retina provoca una pérdida de la visión que puede conducir a la ceguera.
Tras la operación, la calidad de la visión depende del lugar donde se produce el desprendimiento y de la causa:

  • Si no afecta a la zona central de la visión (mácula), por lo general la visión vuelve a ser muy buena.
  • Si se producen daños en la mácula, la visión mejorará, pero puede ser distorsionada u ondulada.
    Con el tiempo, muchas personas consiguen adaptarse a esta distorsión.
  • En caso de desprendimiento de la mácula durante mucho tiempo, se puede recuperar parcialmente la visión, pero se verá muy alterada.

 

Resultados de la cirugía de desprendimiento de retina

Por lo general, la cirugía consigue corregir la retina. El grado de recuperación de la visión fina y periférica depende de:

  • El tamaño de la parte de retina que se ha desprendido
  • Si se ha desprendido la mácula
  • Si el paciente padece otra enfermedad de los ojos, como la retinopatía diabética
  • La celeridad con la que se realiza la cirugía

Si se observa una sombra en la visión periférica, puede que ésta desaparezca después de la operación. Sin embargo, puede haber una reducción permanente en la visión periférica.
Por desgracia, aunque se coloque la retina de nuevo en su lugar, no se puede recuperar la visión central detallada o las zonas de la visión periférica.
Este problema puede ocurrir en cualquier circunstancia, pero el riesgo es mayor sin tratamiento.

¿Qué ocurre si no se corrige el desprendimiento de retina o si se produce una recaída?

La mayoría de las personas pierde completamente la visión si no se somete a la operación o si el tratamiento no es eficaz.

Sin embargo, si la primera cirugía fracasa, se puede volver a intentar para tratar de fijar la retina.

 

¿Qué ocurre si la visión no regresa a la normalidad tras el desprendimiento de retina?

Si se pierde la visión en un ojo debido al desprendimiento, la persona puede ver con el otro.
A veces las personas tardan algunos meses en acostumbrarse a ver por un solo ojo cuando interfiere con el otro.
Con el tiempo, el cerebro suele aprender a ignorar la visión más escasa.

 

Tiempo de recuperación (pronóstico) tras la intervención para el desprendimiento de retina

  • Por lo general, la operación no requiere una hospitalización.
  • La recuperación de la vista se produce cuando se disuelve la burbuja de aire que se ha introducido en su interior, para lo que deben transcurrir varias semanas.
  • Puede ser necesario limitar la actividad física durante el tiempo indicado por el cirujano, alrededor de cuatro semanas.
  • Los pacientes con una burbuja de gas en el ojo no pueden viajar en avión o ascender a grandes alturas hasta que la burbuja de gas se disuelva. Por lo general, se disuelve a las pocas semanas.
  • El oftalmólogo recomienda evitar el parto natural y la lactancia, porque requieren demasiado esfuerzo para la mujer y pueden empeorar las condiciones del ojo.

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Este artículo contiene información general que no se sustituye al examen médico, no se puede utilizar para diagnosticar o establecer un tratamiento. Hable con su médico antes de seguir las instrucciones contenidas en el sitio.

Me llamo Giovanni Defilippo, trabajé de médico de cabecera en Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y tengo 40 años de experiencia (Número de Inscripción al Colegio de los Médicos de Reggio Emilia: 1373). Biografia completa del Dr. Giovanni Defilippo