Cálculos renales: tipos, causas y complicaciones


Los cálculos renales son pequeñas piedras formadas por sales minerales y ácidos que se encuentran en los riñones.
Generalmente, estas piedras se disuelven en la orina.
Sin embargo, si la orina está muy concentrada, los minerales pueden cristalizarse formando un cálculo.

Los cálculos más grandes se encuentran en los cálices renales, es decir los “tubos” que transportan la orina desde el riñón hasta el uréter.

cálculos renales, dolor, dolor de estómago

© fotolia.com

Por lo general aparecen en los adultos, pero también pueden formarse en jóvenes de 20 años o menos, debido a una alimentación inadecuada.

Los cálculos renales afectan sobre todo a los hombres con un estilo de vida sedentario o a aquellos que trabajan en lugares en donde la temperatura es muy elevada.
Las personas que realizan trabajos manuales: obreros y campesinos son las menos afectadas.

 

Tipos de cálculos renales

Cálculos de estruvita: son los cálculos más comunes en las mujeres. Generalmente, se originan a raíz de una infección en el tracto urinario femenino.

Existen varias anomalías anatómicas que favorecen la estasis urinaria y aumentan el riesgo de formación de cálculos.
La proliferación de organismos (Proteus, Klebsiella, Serratia e Mycoplasma) que separan el amoniaco de la urea provocan orina alcalina.
Este es el entorno más propicio para la formación de cálculos de estruvita.
Estos cálculos pueden provocar molestias al aumentar su tamaño.
Si los cálculos de estruvita se encuentran en toda la cavidad renal se denominan «coraliformes».

Cálculos de cistina: la causa principal de la formación de estos cálculos es una enfermedad genética conocida como cistinuria.
La cistinuria se caracteriza por un exceso en la orina de:

  1. Cistina
  2. Ornitina
  3. Lisina
  4. Arginina

En esta enfermedad, el aminoácido cistina presente en los riñones se filtra en la orina, se cristaliza y provoca la formación de cálculos.
Las personas con antecedentes familiares de cistinuria tienen predisposición a desarrollar cálculos renales.

Cálculos de calcio: son los cálculos más comunes. A esta categoría pertenecen dos tipos de cálculos:

  1. Cálculos de oxalato de calcio (de color negro o amarillo claro)
  2. Cálculos de fosfato de calcio

Los primeros se producen por la concentración de oxalato (una sustancia presente en varios alimentos) y por la presencia de altos niveles de calcio.
Los segundos tienen su origen en una orina demasiado alcalina (pH superior a 7,5) y rica en calcio.

Cálculo de ácido úrico: el ácido úrico se deriva del metabolismo de las purinas, que son sustancias que se encuentran en alimentos como el pescado, la carne, las setas, las anchoas, los crustáceos, entre otros.
Un nivel muy elevado de ácido úrico en el cuerpo puede provocar la formación de estos cálculos.

Análisis de los cálculos

Composición  Frecuencia 
Oxalato de calcio
Fosfato de calcio
80 %
Fosfato de magnesio
Amonio
10 %
Ácido urico 10 %
Cistina 1 %
Tipos de calculos renales

© fotolia.com

Causas de los cálculos renales

Las mujeres son menos propensas que los hombres a desarrollar cálculos renales debido a la fisiología.
Las mujeres tienen un porcentaje más alto de citratos en la orina, lo que impide parcialmente la formación de cálculos renales.
La hormona masculina testosterona aumenta los niveles de ácido úrico y de oxalato en el cuerpo, lo que aumenta también la probabilidad de desarrollar cálculos renales.

Además, los hombres son más propensos que las mujeres a desarrollar esta enfermedad debido a que consumen una gran cantidad de proteínas animales (por ejemplo carne roja), además la masa muscular de los hombres es mayor y así como el apetito.
Asimismo, los hombres expulsan más desechos del cuerpo, pues el cuerpo filtra una mayor cantidad de orina a través de los riñones, que producen más desechos.
Por lo tanto, es probable que el exceso de desechos en el cuerpo provoque la formación de los cálculos.

En las mujeres, algunas de las causas principales de los cálculos renales son:

Infección de las vías urinarias (UTI): las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar infecciones de las vías urinarias y presentan un riesgo mayor de desarrollar cálculos de estruvita.
Estos cálculos tienen su origen en las bacterias de una infección urinaria y en los desechos que contienen un exceso de componentes proteicos, introducidos en el cuerpo a través de los alimentos.
En este caso el pH es alcalino.

Embarazo: el embarazo provoca muchos cambios en el cuerpo de la mujer.
Durante esta fase aumenta la cantidad de calcio en el cuerpo.
Las dimensiones del útero son mayores, lo que hace que se reduzca la capacidad de la vejiga para almacenar la orina. Por ello, las mujeres embarazadas orinan con mayor frecuencia.
Durante el embarazo, aumenta la circulación renal y la filtración de la orina en los glomérulos del riñón. Todos estos factores pueden provocar la formación de cálculos renales, sobre todo los de fosfato de calcio (74% de los casos).
Sin embargo, en muy pocos embarazos (1 de cada 1500) se desarrolla esta enfermedad.

Obesidad y costumbres alimentarias: las mujeres (o los hombres) que padecen obesidad tienen una predisposición mayor de desarrollar cálculos renales respecto a las personas con un peso corporal saludable.
Las costumbres alimentarias desempeñan un papel esencial para determinar el peso corporal.
El consumo de alimentos ricos en sodio, proteínas animales, vitamina D y azúcares puede provocar cálculos renales.

Deshidratación: la falta de líquidos hace que la orina esté más concentrada y aumenta el riego de cristalización y de formación de los cálculos renales.
Las personas que no beben una cantidad adecuada de agua u otros líquidos saludables y aquellas que beben vino, cerveza y bebidas espirituosas pueden desarrollar estos cálculos.
El alcohol provoca deshidratación, puesto que aumenta la necesidad de orinar.
Algunas personas son más propensas que otras a la deshidratación. Por ejemplo, las personas que viven en zonas geográficas cálidas y húmedas deben beber más líquidos de lo normal.
Asimismo, las personas que realizan actividades intensas deben recuperar los líquidos que han perdido a través de la sudoración.
La mayoría de los casos de cálculos de las vías urinarias ocurre duarante el verano.

Algunas enfermedades: existen varias enfermedades que se manifiestan junto a los cálculos renales, como por ejemplo:

  1. Cistinuria: presencia del aminoácido cistina en la orina.
  2. Hipercalciuria: presencia excesiva de calcio en la orina.
  3. Hiperoxaluria: presencia excesiva de oxalato en la orina.
  4. Hiperparatiroidismo: secreción excesiva de la hormona de las glándulas paratiroides presentes en el cuello que libera el calcio en la sangre.
  5. Acidosis tubular renal: presencia excesiva de ácido úrico en la sangre provocada por la incapacidad de los riñones para eliminarla a través de la orina.
  6. Hiperuricosuria: presencia excesiva de ácido úrico en la orina.
  7. Otras enfermedades como la gota, las enfermedades quísticas renales o la diarrea crónica, entre otras, pueden provocar la formación de cálculos.

Los antecedentes familiares de cálculos renales aumentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Pueden producirse recaídas de los cálculos, por lo que la prevención es esencial.

Ciertos medicamentos específicos pueden favoreer la formación de cálculosalgunos diuréticos, antiácidos con calcio, inhibidor de proteasa Crixivan, empleado para el tratamiento del VIH, y el Topamax, un medicamento antiepiléptico.

Anomalías anatómicas que aumentan el riesgo de formación de cálculos:

  1. Obstrucción de la unión ureteropélvica
  2. Hidronefrosis de la pélvis y de los cálices renales
  3. Divertículos caliciales (dilatación de cálices renales)
  4. Riñón de herradura
  5. Ureterocele (dilatación de la parte final del ureter)
  6. Reflujo vesicoureteral
  7. Etenosis (estrechamiento) ureteral
riñones, anatomía, abdomen

© alamy.com

 

Síntomas de los cálculos renales

  • Sangre en la orina
  • Dolor en el costado derecho o izquierdo y dolor en el bajo vientre
  • Necesidad de orinar con frecuencia
  • Ardor lal orinar
  • Fiebre
  • Escalofríos

Los cólicos renales se caracterizan por:

  • Náuseas y vómito
  • Dolor que se origina en el costado y luego se irradia hasta el abdomen, la ingle y los genitales

No todos los casos de cálculos renales van acompañados de síntomas.
Cuando las dimensiones de los cálculos son muy pequeñas, no suelen haber síntomas y la pequeña piedra se expulsa por medio de la orina.
En caso de cálculos más grandes, los síntomas pueden ser evidentes y provocar muchas molestias.
Los cálculos renales no provocan síntomas premonitorios.
Entre los síntomas más comunes que indican la presencia de cálculos renales se encuentran los siguientes:

Dolor repentino y constante: la presencia de cálculos renales puede provocar un dolor intenso en el costado derecho o izquierdo, dolor de espalda, dolor en la ingle o en los genitales (dolor de testículos o en la vagina).

El cálculo puede quedar bloqueado en una de las dos zonas más estrechas del ureter:

  1. Punto en el que el ureter atraviesa la arteria ilíaca
  2. Punto de unión ureterovesical (entre el ureter y la vejiga)

La obstrucción en la arteria ilíaca debido al cálculo provoca un dolor que se irradia hasta la ingle o al bajo vientre.
Si el cálculo obstruye la unión ureterovesical, esto provoca un dolor que se irradia al escroto, o a los labios vaginales en las mujeres, a la parte interna de los muslos o a la uretra. En este caso, el paciente siente la necesidad de orinar con frecuencia, debido a que el cálculo irrita la vejiga.

A veces, las personas pueden experimentar un dolor similar al de los cólicos, conocido como cólico renal, debido a que las paredes musculares del uréter se contraen para expulsar la pequeña piedra hacia la vejiga.

Por lo general, el dolor no disminuye cuando el paciente cambia de posición, pero en algunos casos puede disminuir al colocarse en posición fetal.
De esta manera, el músculo iliopsoas se relaja y la presión sobre el nervio genitofemoral disminuye.
Este nervio llega hasta los órganos genitales, por esta razón el dolor provocado por los cálculos renales también puede percibirse en los testículos del hombre y en los labios mayores de las mujeres.

Presencia de sangre en la orina (hematuria): puede que haya restos de sangre en la orina.
A veces se pueden detectar a simple vista, pero otras veces se requieren exámenes de laboratorio.
La sangre en la orina es un indicador de que se ha producido un daño en la pared del uréter, en el interior del riñón.

Micción dolorosa y frecuente: este síntoma se manifiesta cuando la pequeña piedra se encuentra en el uréter cerca de la vejiga.
La infección del tracto urinario puede ir acompañada de micción dolorosa.

Dolor acompañado de fiebre y escalofríos: si el paciente presenta fiebre con dolor debe acudir al médico para que le recete los medicamentos más adecuados para esta situación (generalmente antibióticos).
Puede que sea necesario realizar un análisis de orina para detectar la presencia de glóbulos blancos, en cuyo caso es probable que el paciente tenga una infección.

Dolor acompañado de vómito y náuseas: en caso de náuseas y vómito junto con dolor de estómago, dolor en los costados o dolor de espalda, puede tratarse de una situación grave.
En estos casos, se debe acudir al médico de inmediato.

Pueden manifestarse otros síntomas, como por ejemplo sudoración abundante, debilidad, cambios de color en la orina (rojiza, roja u oscura), mal olor de la orina, incapacidad para orinar, entre otros.

Causas de los cólicos renales
El cálculo obstruye el ureter provocando un aumento de la presión en la pélvis renal (zona en la que se deposita la orina después de haber sido filtrada).
En esta situación, la reacción del cuerpo consiste en secretar prostaglandinas (sustancias a base de lípidos que se asemejan a las hormonas que no entran en el flujo sanguíneo) en el riñón.
Las prostaglandinas provocan:

  1. Aumento de la peristalsis ureteral
  2. Hinchazón e inflamación local
  3. Aument de la diuresis, debido a la dilatación de las arteriolas

 

Complicaciones de los cálculos renales

  1. Hidronefrosis (acumulación de orina en los riñones)
  2. Ureterohidronefrosis (acumulación de rina en el riñón y en el ureter)
  3. Estasis urinaria e infección urinaria

Artículos Relacionados:

Este artículo contiene información general que no se sustituye al examen médico, no se puede utilizar para diagnosticar o establecer un tratamiento. Hable con su médico antes de seguir las instrucciones contenidas en el sitio.

Me llamo Massimo Defilippo, soy un Fisioterapeuta de Rubiera (pueblo entre Reggio Emilia y Módena en Emilia-Romaña) y llevo practicando terapia física y osteopatía desde 2008. Me he graduado en la universidad “Magna Grecia” de Catanzaro (Calabria) aprobando con 110/110. Biografía completa Dr. Massimo Defilippo