Los quistes ováricos son sacos llenos de líquido situados en la superficie o en el interior de un ovario.
Las mujeres disponen de dos ovarios, cada uno tiene el tamaño y la forma de una almendra y se ubican uno a cada lado del útero.
Los óvulos se forman y desarrollan en los ovarios, liberándose en ciclos de 28 días durante la edad reproductiva.
Muchas mujeres desarrollan quistes ováricos a lo largo de su vida, aunque no hayan perdido la virginidad.
La mayoría de los quistes ováricos son benignos y no son problemáticos.
La mayoría de los quistes ováricos desaparece a los pocos meses sin necesidad de ningún tratamiento.
Los quistes ováricos pueden ocasionar síntomas graves, especialmente si se rompen.
La mejor forma de mantener un buen estado de salud es conocer los síntomas que pueden deberse a una enfermedad importante y programar exámenes pélvicos periódicos.
Causas de los quistes ováricos
Los quistes ováricos son más comunes en el periodo que va desde la pubertad hasta la menopausia y menos comunes después de la menopausia, si bien son más peligrosos.
El empleo de fármacos para la fertilidad puede dar lugar a la enfermedad conocida como síndrome de hiperestimulación ovárica, por la que se forman quistes más grandes en los ovarios.
Generalmente, los quistes desaparecen tras la menstruación o después de un embarazo.
Los quistes funcionales de ovario son distintos de los quistes ováricos tumorales (entre los que se encuentra el cáncer ovárico) y de otros quistes provocados por un desequilibrio hormonal, como el síndrome del ovario poliquístico.
A menudo, las mujeres desarrollan quistes ováricos tras haber realizado una histerectomía.
Los quistes funcionales se forman con frecuencia durante el ciclo menstrual.
Clasificación de los quistes ováricos en función del riesgo
Quistes funcionales
El quiste luteínico y el quiste folicular son quistes funcionales, es decir relativos al ciclo menstrual y que, por lo tanto, aparecen durante la edad fértil.
Por lo general, se trata de formaciones benignas que desaparecen de forma espontánea al cabo de algún tiempo.
Quistes orgánicos
Estos quistes tienen su origen en una alteración celular y pueden ser malignos.
Quistes ováricos funcionales
Quistes foliculares
A mitad del ciclo menstrual, un ovocito se libera de su folículo y comienza a desplazarse a lo largo de la trompa de Falopio en busca de espermatozoides para la fecundación.
Un quiste folicular se genera cuando algo va mal, el folículo no se rompe o no libera el óvulo, sino que crece y se trasforma en un quiste.
Estos quistes pueden desaparecer de manera espontánea al cabo de algunas semanas, pero también pueden crecer y provocar dolor de ovarios.
¿Cuáles son los síntomas de los quistes foliculares?
- En la mayoría de los casos no provocan síntomas.
- En ocasiones, pueden provocar dolor en el lado derecho o izquierdo.
- Ciclo menstrual irregular (es el síntoma más importante, si se presenta se recomienda realizar las pruebas necesarias).
Quiste luteínico
Cuando un folículo se rompe liberando el óvulo, el folículo reventado produce grandes cantidades de estrógenos y progesterona para preparase para la fecundación.
En este momento, el folículo se denomina cuerpo lúteo.
A veces, el orificio de salida del ovocito (óvulo inmaduro) se cierra, acumulándose líquido dentro del cuerpo lúteo, que empieza a expandirse formando un quiste.
El quiste se posiciona en la fosa ilíaca.
¿Cómo son los quistes luteínicos?
- Se trata de un quiste aislado y único
- Puede llegar a medir de 8-10 cm de diámetro
- Tiene una mayor densidad y vascularización
Los síntomas son:
- Ciclo menstrual irregular
- Dolor y pesadez en el lado
- Dolor al palpar la zona
- En los casos más graves, puede producirse la ruptura del quiste o la torsión de ovario
Quistes orgánicos (o no funcionales)
- Quistes endometriósicos
Los quiste endometriósicos se desarrollan en las mujeres que padecen endometriosis.
Estos quistes pueden provocar dolor durante las relaciones sexuales o durante la menstruación. - Cistoadenomas
Este tipo de quistes está formado por las células situadas en la superficie del ovario.
Generalmente, contienen un fluido acuoso o un gel denso y pegajoso. Pueden llegar a ser muy grandes y dolorosos.
Se dividen en cistoadenomas serosos (más sólidos) y mucinosos (contienen material mucinoso).
- Quistes dermoides
Los quistes dermoides están formados por varios tipos de células y pueden contener cabellos, dientes y otros tejidos que acaban formando parte del quiste. Pueden llegar a ser grandes y dolorosos. - Quiste unilocular y quiste septado
Un quiste unilocular es un saco lleno sin septos que lo dividan en dos o más partes.
Un quiste septado tiene, como mínimo, un septo que lo divide en dos o más partes. - Ovario poliquístico
Estos quistes se forman cuando los óvulos maduran en el folículo pero no son liberados. Este ciclo se repite y los folículos siguen creciendo, creando así otros quistes.
¿Cuáles son los síntomas y las posibles complicaciones de los quistes ováricos?
La mayoría de los quistes ováricos son pequeños, benignos (no cancerosos) y no provocan ningún síntoma.
Algunos quistes pueden provocar las siguientes complicaciones:
- Dolor o molestia, que puede ser constante o intermitente, en la zona del bajo vientre.
- Dolor de ovarios solamente durante las relaciones sexuales.
- Ciclo menstrual irregular, abundante o leve.
- Dolor durante el ciclo menstrual.
- Aumento de peso.
- Acné o granos en el rostro (en especial en la barbilla) y en el resto del cuerpo.
- Nausea y vómito.
- Amenorrea o menstruación irregular.
- Micción frecuente, a menudo provocada por la presión en la vejiga (cuando el quiste es grande).
- Hirsutismo (desarrollo excesivo de vello).
Algunas veces, el quiste puede sangrar por dentro y reventar, lo que puede provocar dolor fuerte y repentino en la parte inferior del abdomen.
En algunas ocasiones, un quiste que crece en un pedúnculo del ovario puede provocar la torsión del ovario alrededor del pedúnculo.
Este fenómeno bloquea la sangre que fluye a través del ovario y que nutre el quiste, por lo que el quiste pierde el aporte sanguíneo. Esto puede provocar dolor fuerte y repentino en la parte inferior del abdomen, nausea y fiebre.
Los quistes de gran tamaño pueden provocar distensión abdominal o ejercer presión sobre los órganos a su alrededor. Por ejemplo, pueden ejercer presión sobre la vejiga o el recto y dar lugar a síntomas urinarios o estreñimiento.
Aunque la mayoría de los quistes son benignos, algunos tipos de quiste tienen más probabilidades de convertirse en cancerosos.
En raras ocasiones, algunos quistes ováricos generan una cantidad anormal de hormonas femeninas (o masculinas) y pueden provocar síntomas menos comunes.
Detección y diagnóstico de los quistes ováricos
El ginecólogo puede palpar el quiste durante un examen físico y realizar las pruebas correspondientes para cerciorarse de la presencia del quiste y determinar sus características.
Los parámetros que se deben considerar para el diagnóstico son:
- La forma, que puede ser regular o irregular.
- El tamaño.
- La composición y la consistencia, si contiene solamente líquidos, sólidos o ambos. Los quistes sólidos o mixtos pueden ser malignos, por lo que se deben analizar con atención.
Pruebas diagnósticas para los quistes ováricos
Ecografía pélvica. Se trata de una prueba muy utilizada, pues se realiza en poco tiempo. El médico posiciona la sonda sobre el abdomen o la introduce en la vagina.
Mediante la ecografía transvaginal se puede observar si hay algún quiste, dónde está situado y su composición.
En las imágenes se observa una zona anecogénica, es decir oscura.
Los quistes ováricos pueden ser muy grandes y llegar a medir varios centímetros.
La ecografía debe realizarse antes de la ovulación, ya que cada mes se forma un folículo maduro que mide aproximadamente 2 cm, por lo que podría confundirse con un quiste.
Prueba de embarazo. Si la prueba de embarazo es positiva, puede que el quiste sea luteínico.
Laparoscopia. Se trata de una intervención quirúrgica invasiva que permite observar el quiste y extirparlo.
Marcadores tumorales. Generalmente, las mujeres que tienen un tumor de ovarios presentan los niveles elevados en sangre de una proteína llamada “antígeno del cáncer 125” o “mucina 16”.
¿Cuáles son los riesgos de los quistes ováricos durante el embarazo?
En ocasiones, los quistes ováricos se descubren durante el embarazo.
En la mayoría de casos, se detectan a través de una ecografía rutinaria del control prenatal.
La mayoría de los quistes ováricos detectados durante el embarazo son tumores benignos que no requieren una intervención quirúrgica.
Sin embargo, la cirugía puede requerirse si se sospecha que el quiste es maligno, si se presentan complicaciones graves, como la ruptura o la torsión (torsión del ovario alrededor de su pedúnculo que bloquea el aporte sanguíneo), o bien si el tamaño del quiste puede crear complicaciones en el embarazo.
¿Cuáles son los posibles tratamientos para los quistes ováricos?
Se deben tener en cuenta varios factores para decidir el tipo de tratamiento para los quistes ováricos.
Los factores principales son:
- Edad de la paciente
- Si la paciente tiene o no la menopausia
- Aspecto del quiste
- Tamaño del quiste
¿Qué hacer si se presentan algunos síntomas?
Espera vigilante (observación) – a veces es necesario tener a la paciente en observación, sobre todo si la mujer es premenopáusica y tiene un quiste funcional pequeño (2 cm – 5 cm).
Ecografía – debe realizarse aproximadamente después de un mes para observar y asegurarse de que haya desaparecido.
El seguimiento de las mujeres con menopausia se realiza mediante ecografía y análisis de sangre para observar los niveles de CA125 (una proteína que suele encontrarse en la superficie de las células cancerosas).
El enfoque depende principalmente de tamaño del quiste y de su variación en el tiempo.
Si una mujer presenta quistes pequeños solo en un ovario, el riesgo de desarrollar cáncer es muy bajo. En la mayoría de casos, estos quistes desaparecen a los tres meses. Las mujeres con menopausia deben realizar un control cuatro meses después de que desaparezca el quiste.
Píldora anticonceptiva – con el fin de reducir el riesgo de desarrollar otros quistes en el futuro, el médico puede recomendar el uso de la píldora anticonceptiva.
Los anticonceptivos orales reducen el riesgo de desarrollar cáncer ovárico.
¿Cuándo hay que operar para extirpar los quistes ováricos?
La presencia de síntomas significa que el quiste es grande, que no tiene el aspecto de un quiste funcional, que está creciendo o que persiste después de dos o tres ciclos menstruales.
En este caso, el médico puede recomendar a la paciente una cirugía para extirpar el quiste.
En algunos casos, si se detecta un quiste pero no se presentan síntomas, es posible recomendar la intervención quirúrgica, ya que es imposible conocer el tipo de quiste si no se observa en el microscopio.
La extirpación de un quiste previene su trasformación en quiste canceroso.
Laparoscopia (intervención con tres incisiones pequeñas)
Se realizan dos incisiones pequeñas en la parte inferior del abdomen y una en el ombligo.
Se insufla un gas en la pelivs para levantar la pared del abdomen y alejarlo de los órganos internos.
Se introduce en el abdomen un tubo pequeño con una cámara en su extremidad (laparoscopio). El cirujano observa los órganos internos y, con ayuda de instrumentos médicos muy pequeños, elimina los quistes realizando pequeñas incisiones. En algunos casos, se toma una muestra del quiste (biopsia) para determinar el tipo de células presentes en el quiste.
En la mayoría de los casos, la paciente regresa a casa el mismo día de la intervención. Generalmente, este tipo de intervención quirúrgica no tiene consecuencias en la fertilidad de la mujer y la recuperación es mucho más rápida.
Laparotomía
Ésta es una intervención más invasiva y se recomienda si el quiste es maligno y por lo tanto peligroso.
Se realiza una incisión más grande en la parte superior de inicio del vello púbico, lo que le permite al cirujano acceder fácilmente al quiste.
El quiste se extirpa y se envía al laboratorio.
Generalmente, la paciente debe permanecer en el hospital al menos dos días.
Tratamiento del cáncer
Si el quiste es canceroso, la paciente puede requerir una intervención quirúrgica para extirpar órganos y tejidos como los ovarios, el útero, el omento y algunos linfonodos.
Pronóstico de la paciente con quistes ováricos
La probabilidad de curación de los quistes es mayor en las mujeres que no están en la menopausia, mientras que las mujeres premenopáusicas corren un riesgo elevado de desarrollar cáncer.
Posibles complicaciones de los quistes ováricos
Las complicaciones dependen de la enfermedad que provoca los quistes.
Las posibles complicaciones son:
- Torsión alrededor del pedúnculo del ovario
- Hemorragia intraquística
- Ruptura del quiste
- Degeneración cancerosa
Prevención de los quistes ováricos
Aunque no existe un método para impedir el desarrollo de los quistes ováricos, los exámenes pélvicos periódicos permiten que los cambios en los ovarios se diagnostiquen lo antes posible.
Además, hay que estar muy pendientes de los cambios en el ciclo menstrual, de los síntomas que pueden aparecer junto con la menstruación, si los síntomas no son comunes o si persisten durante varios ciclos.
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