El hipo es una contracción involuntaria del diafragma, el músculo que separa el tórax del abdomen y que juega un papel importante en la respiración.
Cada contracción va seguida del cierre repentino de las cuerdas vocales que produce el característico sonido «hip».
El hipo es un acto reflejo, por lo que no se puede controlar.
El diafragma está controlado por el nervio frénico, si este nervio se encuentra irritado se produce el hipo.
El hipo también puede estar causado por algunas estructuras del sistema nervioso central:
- Centro nervioso, que controla la respiración (el diafragma es el músculo principal implicado en la respiración)
- Hipotálamo, una estructura del sistema nervioso central encargado de controlar varias funciones del cuerpo
El hipo suele ser rítmico y, por lo general, es un problema temporal. Sin embargo, el hipo persistente puede indicar una enfermedad grave.
El hipo más largo jamás registrado duró sesenta años.
Hombres y mujeres tienen hipo con la misma frecuencia, si bien el hipo que dura más de 48 horas es más frecuente entre los hombres.
El hipo también puede experimentarlo el feto mientras está todavía en el útero.
¿Quién sufre de hipo?
El hipo es muy frecuente y afecta igualmente a hombres y a mujeres.
Se produce sobre todo por la noche.
En las mujeres, es más frecuente antes de la menstruación y es raro durante el embarazo.
Causas del hipo temporal
En la mayoría de los casos, no existe un motivo aparente. Dura un poco y luego se detiene.
A veces se debe a:
- Excitación repentina
- Haber comido demasiado, muy rápido, o haber tomado bebidas gaseosas
- Aerofagia o deglución de aire
- Mala digestión, que puede provocar la formación de aire en el vientre, en cuyo caso se puede eructar durante el hipo
- Cambio repentino de temperatura en el interior del estómago por consumir alimentos muy calientes, tomar bebidas con hielo, darse una ducha de agua fría, etc.
- Consumo de grandes cantidades de alcohol (embriaguez)
- Tabaquismo excesivo
- Estrés, sensación de estar bajo presión
Causas del hipo persistente
En casos raros, el hipo persistente puede tener su origen en una enfermedad más grave, como el reflujo gastroesofágico.
Sin embargo, otras veces se desconoce la causa del hipo (idiopática).
Existen varias enfermedades que pueden provocar hipo. Sin embargo, a pesar de realizar pruebas y exámenes no siempre es posible identificar la causa subyacente.
Posibles enfermedades concomitantes
Algunas de las enfermedades que pueden provocar hipo persistente son:
- Enfermedades gastrointestinales, como el reflujo gastroesofágico y úlcera
- Enfermedades respiratorias, como el asma, la neumonía o la pleuresía
- Enfermedades que afectan al sistema nervioso central, como el ictus, un tumor que afecta al cerebro, la encefalitis o un traumatismo craneal
- Enfermedades que provocan la inflamación del nervio vago (que puede interrumpir las señales nerviosas del cuerpo), como el bocio, la faringitis o la meningitis
- Reacciones psicológicas, como por ejemplo un shock, miedo, dolor, excitación, comportamiento histérico, ansiedad o estrés
- Insuficiencia renal
- Pericarditis – se trata de una inflamación de la membrana externa del corazón.
Esto estimula el nervio frénico y se produce una inervación del diafragma. Por consiguiente, se produce el hipo. - Enfermedades que afectan al metabolismo (la manera en que el cuerpo digiere los alimentos), como por ejemplo diabetes, hipocalcemia o hiponatremia.
Medicamentos
En ocasiones, el hipo persistente puede deberse a una reacción a ciertos tipos de medicamentos, como por ejemplo:
- Anestesia, fármaco que se administra antes de la cirugía o un procedimiento que provoca una pérdida de la sensibilidad
- Cortisónicos, fármacos que reducen la inflamación (hinchazón)
- Benzodiazepinas, un tipo de sedante que ayuda a reducir la ansiedad, como diazepam (Valium), alprazolam (Trankimazin) y lorazepam (Donix)
- Barbitúricos, un tipo de sedante empleado para prevenir las convulsiones
- Opioides, medicamentos utilizados para tratar el dolor (la morfina y la metadona son fuertes opioides)
- Metildopa, medicamento utilizado para tratar la presión sanguínea alta (hipertensión)
- Medicamentos de quimioterapia
Cirugías
La cirugía abdominal puede irritar los nervios que controlan el diafragma y puede, por lo tanto, provocar hipo.
Hipo en bebés y recién nacidos
Las causas que provocan hipo en los bebés son:
- Desarrollo insuficiente del tracto gastrointestinal
- Déficit del cardias del estómago (válvula entre el estómago y el esófago)
- Cambios bruscos de la temperatura exterior (por ejemplo, cuando se cambia el pañal)
- Ingestión de aire al comer
- Regurgitación
Posibles complicaciones del hipo
El hipo persistente puede causar varias complicaciones.
Por ejemplo, en algunos casos puede provocar:
- Insomnio
- Pérdida de peso debida a la dificultad para ingerir alimentos
- Colapso nervioso
- Depresión
Diagnóstico del hipo
Si el hipo dura menos de 48 horas y se detiene por sí solo no hay que acudir al médico de familia.
Se debe acudir al médico si el hipo dura más de 48 horas.
Pruebas
Si el médico de cabecera sospecha que el hipo pueda estar causado por otra enfermedad, puede solicitar algunas pruebas, como por ejemplo:
- Análisis de sangre, para descartar enfermedades renales y hepáticas o diabetes
- Radiografía o resonancia magnética para descartar anomalías anatómicas o masas que ejercen presión sobre el nervio frénico, el nervio vago o el diafragma
- Electrocardiograma (ECG) (prueba que mide la actividad eléctrica del corazón) para comprobar si existe alguna enfermedad cardíaca
- Endoscopia, si existe la posibilidad de que el hipo esté causado por reflujo gastroesofágico
Remedios naturales para el hipo
Se cree que los remedios caseros utilizados para detener el hipo actúan en base a dos principios.
Una forma de tratar el hipo consiste en bloquear la acción del nervio vago mediante otro estímulo.
El nervio vago señala al cerebro que hay otras cosas de las que ocuparse, por lo que se debe parar el hipo.
Otros remedios caseros actúan sobre la respiración, provocando un aumento de la cantidad de dióxido de carbono en la sangre, lo que induce al cuerpo a ocuparse del exceso de dióxido de carbono en lugar de provocar hipo.
Algunos remedios naturales para el hipo
Endulzar el hipo
Un truco puede ser el de provocar una sensación de dulzor en las terminaciones nerviosas de la boca. En la medida de lo posible, colocar una cucharadita de azúcar en la parte posterior de la lengua, en la zona en la que percibe el sabor ácido.
De este modo, la sobrecarga de azúcar será más intensa.
Por lo general, si se toma una cucharadita de azúcar con un poco de limón, el hipo suele pasar más rápido.
Por desgracia, no siempre disponemos de azúcar y limón.
Estímulo de los oídos
Algunos médicos recomiendan taparse con los dedos los oídos para parar el hipo.
Las ramas del nervio vago llegan también al sistema auditivo.
Al estimular las terminaciones nerviosas de los oídos, el nervio vago entra en acción.
Se debe actuar con delicadeza y no meterse los dedos demasiado dentro del oído.
Recibir un susto
Si alguien asusta a la persona con hipo, se puede estimular el nervio vago y lograr detener el hipo.
Beber agua
Beber agua puede detener el hipo y calmar los nervios.
Las gárgaras pueden tener el mismo efecto.
Tirar de la lengua
Sacar la lengua de la boca y tirar de ella hacia fuera puede interrumpir el hipo.
Cosquillas
Hacerse cosquillas en el paladar blando de la boca con un bastoncillo de algodón puede resolver el problema.
Apnea
Apretar la nariz con dos dedos y cerrar la boca.
El método es el mismo que se utiliza para tirarse a la piscina.
Aguantar la respiración el mayor tiempo posible o hasta que se detenga el hipo.
Encerrar el hipo en una bolsa
Se cree que respirar en una bolsa de papel sigue el mismo principio de la apnea.
Ambos métodos aumentan la cantidad de dióxido de carbono en la sangre y el cuerpo olvida el hipo, ya que debe ocuparse de un problema mayor.
Remedios para el hipo en bebés
El hipo en los bebés desaparece al cabo de unos minutos, igual que en los adultos, pero existen algunos remedios que pueden resolver antes el problema.
Por ejemplo, se puede dar una cucharadita de agua al niño o volver a darle el pecho.
Otra posibilidad para estirar el diafragma es provocar un estornudo, poniendo un dedo en la nariz.
¿Cuál es el tratamiento para el hipo persistente?
En primer lugar, para el tratamiento de episodios breves de hipo se debe probar cualquiera de los remedios caseros explicados anteriormente.
Por otra parte, se debe tratar la causa en la medida de lo posible.
En segundo lugar, a veces es necesario tomar medicamentos para detener el hipo persistente, para lo que utilizan varios fármacos.
Los siguientes medicamentos se pueden usar para tratar a adultos con hipo, mientras que para los niños se recomienda consultar al especialista:
- Clorpromazina (Largactil ®) y haloperidol son medicamentos que pueden relajar el músculo diafragma y detener el hipo persistente.
- En caso de problemas de estómago, como reflujo ácido o estómago distendido, se pueden tomar fármacos anti-ácidos (por ejemplo, omeprazol o ranitidina).
- Medicamentos para prevenir náuseas y vómitos (por ejemplo, Primperan ®).
- Baclofeno, un medicamento que ayuda a relajar los músculos.
- Gabapentina, un medicamento que puede ayudar a reducir los estímulos nerviosos en el diafragma.
- Metoclopramida, medicamento contra las náuseas por vía intravenosa que puede ser un buen remedio para el hipo.
- Para las personas con una enfermedad terminal, sedantes como el midazolam pueden ayudar a controlar el hipo y aliviar el estrés provocado.
Inyecciones e intervención quirúrgica
Si el hipo persiste, el médico puede recomendar una inyección de anestésico para bloquear el nervio frénico y detener el hipo.
Otra opción es implantar quirúrgicamente un dispositivo que funciona con una batería que envía un leve impulso eléctrico al nervio vago. Este procedimiento se utiliza para tratar la epilepsia, pero también puede reducir el hipo persistente.
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